¿Y SI ALGUIEN MUERE, QUE HACES?

TE VOLVERÉ A VER

Hola familia, mil gracias a todos por los votos y los comentarios, siempre ayudan a seguir con esta historia. Aviso desde ahora que este es un capítulo largo, el más largo de mi historia hasta ahora. Así que ponte cómodo y disfrútalo.

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Nuka formó una sonrisa de locura en cuanto observó a los dos leones con vida dentro de la guarida de la guardia. Zuri pudo identificarlo de inmediato, esa forma de caminar, esa sonrisa loca en cuanto los vio, todo iba saliendo conforme el plan.

Rescatar a Kaste ahora era el plan central de Dhakar, un arma de doble filo para los forasteros, ya que Dhakar se centraría en recuperar al de melena amarilla dejando de lado el plan principal. Los pridelanders sabían esto a la perfección así que aprovecharían para tomar la ventaja.

Y es todo de momento, no conozco más sobre los que hacen guardia. Mientras Zuri lamía sus patas para intentar asearse un poco; Nuka escuchaba atento, memorizando cada una de las cosas que le habían dicho para llevarla de regreso a Dhakar. toda la información sería útil.

Nuka asintió con la cabeza mientras se acercaba más a la cueva.

Con que sigues vivo, el cachorro preferido de Dhakar ahora necesita de su ayuda.

Nuka acercó su rostro a los pequeños hoyos que había para poder ver a Kaste encarcelado en aquella cueva.

Kaste formó una mirada seria de inmediato mientras arrojaba un poco de tierra al ojo de Nuka. Este apartó la mirada de inmediato rascándose el ojo con el muñón de su pata. Sin duda Kaste no era alguien con quien bromear demasiado.

¡Jódete Kaste!
Murmuró en voz baja mientras retrocedía unos pasos más.

Una pequeña risa salió de Zuri quien veía como Nuka sufría por la tierra en sus ojos. Nuka sacudió la cabeza y regresó a la normalidad después de unos segundos, la información ya había sido dada por Zuri.

Ya no me queda nada más que hacer aquí, le diré todo a Dhakar. Dice que probablemente mañana intenten rescatarte. Dirigió lo último hacia Kaste quien se mantenía sentado en una esquina de la cueva después de haberle arrojado tierra.

Nuka salió lo más rápido que pudo para no ser descubierto, el lodo que llevaba en el cuerpo había cumplido su misión el cual fue no ser detectado por los pridelanders.

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La noche fue fría para los dos forasteros que se encontraban encarcelados. Esa noche había llovido lo suficiente para que aquellos dos temblaran mientras dormían.

Kaste abrió los ojos después de un rato, aún seguía siendo de noche, pero el frío le impidió conciliar el sueño.

¿Tampoco puedes dormir?

Escuchó la voz de Zuri a sus espaldas.

No, el frío no me deja, solo es cuestión de...

Inmediatamente Kaste quedó ojiplático cuando sintió el pelaje de Zuri pegado al suyo, no eran roces para tratar de mantener el calor corporal; estaba tratando de seducirlo.

Kaste se separó de inmediato mientras gruñía un poco.

Vamos Kaste, no me digas que no me has extrañado desde la última vez.

El tono de voz de Zuri la delataba, era más que obvio que quería tener sexo con él.

La cueva era espaciosa, pero el frío reducía el espacio para poder mantener el calor, Kaste rápidamente cambió su mirada de nuevo formando esa mirada seria que le caracterizaba, no estaba de humor para eso.