Royal Ballet |Larry|

5

Luke estaba de pie, recargado en la pared mientras observaba a Louis sin decir palabra. No vestía el uniforme, sino una simple camisa negra, pantalones ajustados y botas, pues de no entrar a clases, no se debía cumplir con el requisito, y él estuvo fuera toda la jornada. Sin embargo, aquella tarde se dispuso a encontrar a Louis, lo cual no le resultó difícil, ya que desde el momento en que escuchó su engaño, analizó las posibles razones por las que les mentiría, y fue cuestión de que hiciera una sola pregunta a administración, con la inocente excusa de estar buscando a su amigo por un asunto urgente, para que se enterara de la verdad. Por otro lado, Louis no concebía cómo era que su amigo lo descubrió, y en ese momento, donde la preocupación le afectaba el razonamiento, actuó por impulso.

— ¡Hey! —Louis se apresuró a saludar, antes de improvisar una respuesta—. Claro que no amigo, vine a...a recoger a Eleanor.

No habría sido una excusa convincente ni aunque Luke no supiera la realidad. Louis estaba semidesnudo, con su par de tenis colgándole de su mano y su camisa encima del hombro, indicando que acababa de tener un arduo entrenamiento, y, además, Eleanor no estaba con él.

Luke observó las blancas calcetas de Louis con una seriedad abrumadora, y luego volvió a mirarlo a los ojos. Entonces sacó su teléfono, provocando que el joven frente a él comenzara a entrar en pánico.

—Espera, espera ¡¿qué haces?! —exclamó Louis con inquietud. Sabía bien que con un mensaje estaría arruinado—. ¡¿Qué haces?! —insistió en saber.

Como era de esperarse, el frívolo rubio no le respondió, simplemente continuó tecleando en su teléfono con indiferencia.

— ¡Espera! —volvió a pedir Louis, esta vez en un claro tono desesperado. Luke despegó la mirada del aparato para verlo a él una vez más, expectante—. Maldición —maldijo por lo bajo y se removió en su lugar con frustración, pasándose una mano por el castaño cabello, aún húmedo—. No fue mi culpa ¿de acuerdo? —gruñó—. Alguien me metió a esta estúpida clase por error y a Zayn en el equipo, intenté arreglarlo pero nadie quiso hacer un carajo, ¡no lo hice yo, jamás lo haría, lo juro!

Louis no se molestó en ocultar lo agobiado que se encontraba, su posición era una clara desventaja que le aceleraba el pulso y revolvía el estómago. Esperó a que Luke le dijera cualquier cosa, que reaccionara de alguna manera, lo golpeara o al menos hiciera caso omiso a sus suplicas. Pero una vez más, Louis obtuvo absoluto y tormentoso silencio.

Inexpresivo, Luke permaneció mirándolo algunos segundos más, hasta que guardó su teléfono en el bolsillo de sus ajustados jeans, y le dio la espalda para comenzar a alejarse.

El ansia de Louis incrementó, vacilante, lo vio dar algunos pasos siguiendo el camino de la rampa, pero entonces anduvo tras él a paso apresurado. El sol le templaba la piel, el concreto bajo sus pies estaba caliente y poco aire le refrescaba el cuello, pero su completa atención estaba en el alto joven que se retiraba.

— ¡Si me salgo van reprobarme el semestre! —exclamó Louis, en una súplica implícita—. ¡No puedo perder otro año!

Luke continuó caminando sin darle indicios de sus intenciones, por lo que Louis resopló con pesadumbre y se detuvo al darse cuenta de que no obtendría alguna respuesta de su parte; afligido, se dedicó a verlo irse, hasta que Luke se perdió después en el camino de entre los árboles.

Louis dedicó el resto de su día a sobrepensar lo que pasaría a continuación. Estaba más que seguro de que en cualquier momento su reputación quedaría hundida en el barro de la irrelevancia, pero primero, la humillación lo seguiría como su propia sombra, y recibir palizas le sería inevitable. Todo por lo que había trabajado sería destruido, y todo por una situación fuera de sus manos. Para empeorar todo, por la tarde y mientras se encontraba en su habitación, escuchó un auto llegar frente a su casa. Reconoció el motor desde el primer segundo, se lamentó, pues lo único que faltaba para agravar su apesadumbrada situación, ocurrió. El súbito regreso de sus padres.