Royal Ballet |Larry|

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"¡Hola, Louis!" "¿Qué tal, Louis?" "¡Miren, es Tomlinson" "¡Amigo! ¡qué tal!" "Bueno verte hermano" "¡Hey, Louis!"

Una sonrisa egocéntrica se dibujó en los labios de Louis mientras caminaba por el amplio pasillo principal del Instituto Greyhound y respondía a los llamados. No era ningún secreto que era aclamado y deseado; con su atractivo, su cabello castaño claro, ojos azules e inmadura pero divertida personalidad, se había ganado la admiración y aceptación de la comunidad estudiantil, por eso, apenas colocó un pie dentro de la escuela, los guiños, las sonrisas, y los animados saludos no se hicieron esperar. Y a él, ciertamente le encantaba. Tras detenerse, los tenis de Louis rechinaron en el piso al inclinarse para ver a través de los espacios que dejaban los estudiantes al caminar en multitud, y él ensanchó su sonrisa cuando a la distancia, frente a los casilleros, divisó a su mejor amigo de la infancia, Zayn Malik. Menor que él por un año, y diferente tanto física como psicológicamente.

Louis era extrovertido, Zayn increíblemente tímido.

Louis intrépido, Zayn ansioso.

Louis sociable y Zayn, una persona que odiaba los trabajos en equipo.

Sin embargo, a pesar de lo atípica que parecía su amistad, Louis apreciaba a Zayn, era la persona más leal y fiel que conocía, el moreno adolescente lo había apoyado desde aquel día en que interactuaron por primera vez, cuando en la educación primaria una de sus maestras asignó un trabajo en parejas y los colocó en equipo. Ambos niños, al principio, incómodos uno del otro, terminaron por descubrir que compartían una fascinación por los videojuegos que los unió, y a partir de ese momento, Zayn jamás se apartó del lado de Louis, estuvo ahí cuando Leah Lewis y Austin Tomlinson comenzaron sus peleas, cuando Louis tuvo su primera novia, y cuando probó el alcohol por primera vez. Zayn no sólo era amigo de Louis, era su familia.

Louis continuó su camino hacia él y se le acercó por detrás, con sigilo e inofensiva malicia mientras Zayn se concentraba en meter sus libros ordenados en su casillero. Cuando estuvo a sólo unos pasos, alzó la voz.

—¡Malik!

La reacción de Zayn no fue nada inesperada, pegó un brinco del susto y sacudió los libros en sus manos, tratando de evitar su caída torpe e inútilmente, pues estos se estrellaron en el piso con descuido. Louis rio. Era una broma que nunca le fallaba. En respuesta, los ojos mieles de Zayn lo miraron molesto y negó con la cabeza en desaprobación, al tiempo que se agachaba para recuperar sus cosas y susurraba unas palabras apenas audibles para su amigo. Ese era otro punto. Louis era ruidoso y Zayn murmuraba toda la mayoría del tiempo.

—Imbécil.

Louis no se disculpó, pero, sin borrar su sonrisa, se agachó también para ayudarlo y tomar algunos objetos: libros y cuadernos forrados de explosiones y combinaciones de colores, contradictorio a la persona que Zayn era, siempre llamativos.

—¿Me extrañaste? —preguntó Louis en un falso tono inocente.

—No —murmuró Zayn, para después pensarlo mejor y agregar un suspiro—. Bueno, sí —aceptó, se levantaron y Louis le tendió las cosas, que tomó para continuar ordenándolas en su lugar—. El sábado puse a Doniya a jugar videojuegos conmigo, lo fácil, le expliqué todo como por treinta minutos, pero ella simplemente es pésima.

—¿Quieres decir que sólo extrañaste con quien jugar videojuegos? —enfrentó Louis, fingidamente ofendido.

Zayn sonrió de lado.

—Sí.

—Bueno, eso fue duro Malik, sobre todo porque a veces eres tan seco que no sé si estás bromeando o no —Louis se quejó.