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Justo cuando el reloj marco las siete de la mañana el celular de Taeyong comenzó a sonar, era una llamada, maldijo en voz baja mientras se estiraba para poder tomarlo del buró justo al lado de la cama.

—¿Qué? —Su voz era molesta y somnolienta, ni siquiera se había tomado la molestia de revisar el nombre sobre la pantalla para saber quién hablaba.

—¿Jefe? ¿Lo desperté? Lo lamento mucho señor, solo hablaba porque dijo que nos veríamos a las seis junto con JongSuk. —La voz de Dejun sonó al otro lado del teléfono, era verdad había olvidado la reunión con dos de sus líderes, pero ya era demasiado tarde para ir a su encuentro.

—Lo lamento Dejun pero no podré ir, hagan su trabajo como de costumbre y mañana me reúno con ustedes.

—Sí señor, no se preocupe y disculpé las molestias, nos vemos mañana. —Taeyong lanzó el teléfono sobre el mueble junto a la cama una vez que la llamada terminó y decidió volver a recostarse junto al pequeño bulto sobre su cama.

Le retiró las sábanas del rostro con cuidado, pues el niño estaba totalmente cubierto, una vez que lo logró se quedó un par de segundos observando su rostro, se veía realmente tranquilo durmiendo, con el cabello alborotado y su boca semi abierta, paso una de sus manos sobre los cabellos rubios peinando un poco para después acariciar su rostro con el dorso de su mano, la fiebre aún no desaparecía por completo, aunque ya era mucho menor.

Chittaphon abrió sus ojos mientras el mayor tocaba una de sus mejillas, aún se sentía débil y desorientado, pero aun así sujeto débilmente la mano ajena, al contacto con su piel está se sentía fría, pero le gustaba la sensación que le transmitía.

—Aun tienes fiebre, pero al menos no volviste a vomitar, ¿Qué comiste ayer?

—¿Comida? Umh... Preparamos Bulgogi. —El pequeño rubio volvió a cerrar los ojos manteniendo la mano de Park sobre su mejilla, realmente no quería separarse de él.

—¿Bulgogi? Probablemente la carne te causo una infección. —Chittaphon simplemente asintió a esas palabras sin ponerles mucha atención, realmente seguía sintiéndose mal, a pesar de que ya no le dolía el estómago, Lee se quedó algunos segundos observando su rostro realmente parecía un cachorro, sus pensamientos fueron interrumpidos por los pequeños ruidos que había comenzado a emitir el pequeño.

—¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal nuevamente? —Chittaphon negó manteniendo sus ojos entrecerrados, busco la otra mano del mayor y cuando la encontró la colocó sobre su pecho, dejando escapar pequeños gemidos ante el contacto frío de sus manos.

—Tócame... —Taeyong lo miro elevando una ceja con incredulidad, el niño seguía delirando debido a la fiebre.

—Sigues enfermo y solo estás caliente por la fiebre.

—¿Eso significa que no tendremos sexo? —Chittaphon hizo un adorable puchero y si definitivamente parecía un gatito bebé demandando la atención de su dueño, Taeyong no pudo evitar reír ante ese comentario pues el pequeño rubio jamás le había pedido eso estando en sus cinco sentidos.

—Sabes... Nunca me has besado, ni una sola vez a pesar de que todas las noches tenemos sexo. —La fiebre y delirios de Chittaphon lo estaban haciendo hablar de más, aunque todo lo que salía de su boca era verdad.

—Jamás he besado en la boca a las personas que solamente sirven para darme placer.

—Solo sirvo para dar placer... Soy una puta, la puta de Lee Taeyong, Mmm... Preferiría haberme ido Con

on Jeno —Chittaphon se recostado de lado manteniendo sus ojos cerrados y la respiración irregular, probablemente la fiebre quería volver a elevarse.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora