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Mark por su parte se encontraba débil, pero totalmente bien, ya no había ningún riesgo de infección y mucho menos de perder su pierna, solo le costaría un poco recuperar la movilidad total, pero a pesar de eso podía caminar con un poco de esfuerzo y ayudado de alguien más o de unas muletas.

Jeno encontraba en mejor estado, la bala no había tocado ningún órgano al haber sido recibida por su hombro y tampoco había impactado ningún hueso, era demasiado afortunado.

A tres días de la recuperación de la Yakuza, ellos dos al igual que Jaehyun encontraban en muy buenas condiciones, únicamente recuperándose de los golpes y heridas superficiales.

Durante estos días Chittaphon, Doyoung, Renjun, Haechan y Mark se estaban quedando -aunque apretados- en el departamento de las dos japonesas, pues tanto la Yakuza como Wang-gug, Cheongug y la mafia Wong estaban ayudado a sacar a todos los rusos de la mansión, ya fuese solamente sus cuerpos y otros cuantos que habían tomado como prisioneros, pues alguien más tendría que tomar el liderazgo de la mafia rusa y tendrían o q hablar para resolver diferencias o declararse una guerra, Io que ocurriese primero.

—¿Cuándo volveremos a Corea? —Jeno se cercó a su hermano mayor, quien veía tranquilamente a través del nuevo cristal que se acababa de colocar en la sala, reemplazando el que había sido roto.

—Mañana probablemente volvamos a Tokyo, para así buscar un vuelo a Corea, Mark dice que ya se siente mucho mejor y tú te vez demasiado bien; aunque quiero hablar antes con Sicheng y las japonesas. —Taeyong pensaba exactamente lo que iba a hacer antes de volver a su casa.

—Podemos adelantar nuestra plática jefe. —Sicheng se encontraba en la entrada del salón, la que daba al pasillo de las escaleras, el chico hizo un par de reverencias hacia los jefes de Wang-gug, esperando a que alguno comenzará a hablar.

—Sicheng, sería una excelente idea que habláramos justo ahora, sobre tu pequeño secreto, ¿No Io crees? —El peli negro observó al chino con una ceja levantada mientras se sentaba sobre uno de los sofás, en espera de que el hiciera Io mismo.

—Vamos Cheng, siéntate. —Jeno tomó asiento junto a su hermano, mientras observaba al rubio sentarse en el sofá justo frente a ellos.

—Pues supongo que Io saben, estoy casado con Yuta, primer líder al mando de la Yakuza, desde hace dos años aproximadamente y quiero decirles que nada de esto Io hice con segundas intenciones, jamás atentaría contra Wang-gug o la Yakuza y ellos jamás me pidieron hacerlo. —La voz del chico sonaba algo nerviosa, pero trataba de mantenerse tranquilo y seguro de sus palabras. —Si no quieren que vuelva a servir para Wang-gug, no tengo ningún problema.

—Nadie dijo eso Sicheng, tú trabajo en Wang-gug sigue en pie, si quieres volver y continuar con él, no tenemos problema, simplemente me gustaría saber, ¿Qué hacías aquí en Japón cuando todo el problema comenzó?

—Cuando usted detuvo todas las actividades de Wang-gug, yo simplemente tomé la oportunidad para venir a Japón y jamás me arrepentiré de ello, porque me encontré afortunadamente con Ten. —Sicheng acomodó su cabello con una de sus manos, manteniéndose firme al hablar con el peli negro.

—Y te agradezco eso, ya he hablado con los tres líderes, simplemente quería escuchar tu versión y me mantengo firme al decirte que tu puesto en Wang-gug sigue siendo el mismo si quieres volver.

—Claro que quiero hacerlo señor Lee, en la Yakuza solo soy el esposo del líder y a veces me aburre no hacer nada, me gusta trabajar con todos mis niños del amanecen. —Jeno no pudo evitar reír divertido al escucharlo.

—Entonces esperaré por ti en Corea.

—Cuenten conmigo. —El rubio se puso de pie, extendiendo su mano hacia el peli negro y hacia el castaño, quiénes aceptaron con gusto el apretón de manos. —¿Eso significa que se irán pronto?

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora