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Chittaphon despertó alrededor de las 8:00 de la mañana, intentó removerse sobre la cama pero un par de brazos alrededor de su cintura se lo impidieron, su espalda estaba pegada al pecho de Jeno mientras este roncaba suavemente, sin duda seguía durmiendo.

Su cuerpo se estaba entumiendo así que giró para poder quedar frente al castaño, haciéndolo despertar.

—Deja de moverte, eres bastante latoso.

A pesar de sus palabras, Jeno sonrió aún con los ojos cerrados, era demasiado temprano para el y sólo quería seguir durmiendo, sin dejar de abrazar al chico hundió el rostro en su cuello percatandose de ese peculiar aroma que poseía, una deliciosa combinación entre fresas y vainilla.

Chittaphon dudo un poco pero terminó llevando una de sus manos hacía el cabello del castaño, acariciandolo con suavidad.

Jeno suspiró ligeramente, era extraño para él tener una persona en su cama, persona con la cual no había follado la noche anterior, se sentía extraño ante ese niño, como si algo le pidiese cuidarlo.

El castaño comenzaba a quedarse dormido de nuevo cuando la puerta de su habitación fue abierta con fuerza, el Diablo había entrado y tenía un semblante furioso, en un par de zancadas llegó hasta la cama de su hermano menor.

—¿Es en serio Jeno? ¿Arruinas mis negocios con uno de mis mejores contactos para acostarte con esta puta? Creí que te gustaban las chicas, no los travestis. Y tú, te dije que no ibas a vivir de a gratis en mi casa y te atreves a retarme —El rubio lo tomó del ante brazo con fuerza para que saliera de la cama.

Sin pensarlo, Jeno no se levantó, colocándose entre su hermano y Chittaphon.

—Ni siquiera te atrevas Taeyong, lárgate de mi habitación.

—Oh, pero miren, el gran Lee Jeno defendiendo a su puta, ¿Tan bien te la mamo anoche?, Ya sé, tienes un extraño fetiche y te gustan los hombres afeminados.

Taeyong estaba a escasos centímetros del rostro contrario, hacía mucho que no le hablaba así, pues no solían discutir.

La paciencia del castaño había llegado a su fin, no era problema de su hermano lo que hacía o dejaba de hacer, por lo que lo empujó con fuerza en dirección a la puerta.

—¡Dije que te gárgaras de aquí, no te importa lo que haga con mi jodida vida!

—¿NO?. Me hicieron perder demasiado dinero y un gran cliente, par de estúpidos, y sólo por los jodidos berrinches de ese niño y por tú maldita actitud, ¿Tanto querías follartelo? ¿Valió la pena siquiera? —El rubio le regresó el empujón a su hermano dirigiéndose de nuevo a Chittaphon, el cual no dudó en correr al lado contrario de la cama. —¡Ven aquí, maldita sea! Tú eres mío y vas a hacer lo que yo te diga, ya estoy harto de tus estupideces, ¿Crees que metiéndote en la cama de este imbécil vas a lograr irte de aquí, cuando claramente te dije que la única forma de salir de esto es muerto?

Taeyong caminó hasta él e intentó golpearlo, pero esta vez no iba a ser tan fácil.

Chittaphon se quedó sentado en el piso junto a la cama y abrazando sus rodillas, tenía mucho miedo, ese tipo era realmente aterrador y aún más cuando estaba enojado, pero en ese momento, estaba furioso.

Jeno tomó a su hermano de ambos brazos para empujado contra la pared, ya era suficiente de sus jodidas escenas.

Taeyong nunca había recibido un golpe de su hermano menor, pues podría ser altanero y rebelde, pero nunca agresivo, aunque en ese momento el puño de Jeno se estrelló dos veces contra su rostro por lo que tardó unos segundo en reaccionar pero terminó tecleandolo al piso para subir a él a horcajadas y devolverle los golpes.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora