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Los dulces gemidos de Ten llenaban la habitación y lo encantaban como un canto de sirena.

Taeyong sujetó con ambas manos y algo de fuerza la cintura del ahora rubio, quien se encontraba sentado a horcajadas sobre su miembro, montándolo y sin duda alguna amaba eso, amaba tener una vista del chico desde abajo, amaba tenerlo sobre él y amaba que los rayos del sol se colaran por las puertas del cristal del balcón, pues de esa manera podía apreciarlo a la perfección.

Chittaphon por su parte estaba encantado de estar ahí, estar junto a Mimi, Doyoung, Hendery y el tener a Taeyong, porque si, lo tenía y era suyo.

El peli negro se incorporó, sin mover al chico de su lugar, rodeo su menuda cintura con ambos brazos y lo apretó con suavidad cuando comenzó a venirse en el interior del preservativo de látex. Chittaphon solo necesito otro par de estocadas en su interior para de la misma manera expulsar todo aquel líquido blanquecino y transparente sobre el abdomen de su amante.

A pesar de que le encantaba tener sexo con Taeyong y disfrutar las veces que le hacía el amor, lo mejor era cuando Io besaba y sentía una pequeña corriente eléctrica en sus labios y su corazón palpitaba con fuerza.

Lee acarició con suavidad el rostro del chico que tenía sentado encima, cada parte y cada rincón de ese niño eran perfectos y él se encargaba de admirarlos, también beso sus labios tomándose el tiempo suficiente para saborearlos, ponerlos rojos y abusar de su cálida boca, pues amaba que al separase el rubio tuviese el rostro sonrojado.

—Ya es tarde y si no llegamos a tiempo Mimi y Doyoung se van a enojar. —El rubio lo sujeto por los hombros alejándolo un par de centímetros de él.

—Que se enojen.

—Pero yo sí quiero llegar temprano, además le dije a Donggie que lo ayudaría junto con Hendery. —Taeyong no pudo evitar reír al escuchar esas palabras y ver el puchero que el rubio había formado con boca, pues a pesar de todo en el fondo aún seguía siendo un niño y lo entendía perfectamente, pues Ten nunca tuvo una niñez completa, ni una vida normal.

—Está bien, voy a apurarme.

Habían pasado dos meses desde la partida de Jeno y las cosas en Wang-gug marchaban muy bien, Hendery se estaba acoplando perfectamente a ellos, Doyoung al fin les había contado sobre su bebé en camino, aunque él ya lo sospechaba, su madre casi hace una fiesta de la felicidad y lo más importante... Doyoung y Jaehyun estaban a un par de horas de casarse.

Tanto su madre como Hendery ya sabían de aquella peculiar relación que mantenía con el rubio, el chico por su parte se mostró molesto e intento hacer reflexionar a Ten, aunque terminó aceptándolo, finalmente no había otra opción, de la que recibió un enorme sermón fue de su madre.

Justamente la mañana siguiente de su pequeña declaración de amor YoungMi vio al rubio salir muy temprano de la habitación de Taeyong, por lo que terminó encerrado en su habitación con su madre.

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—¿Qué hiciste ahora? —La mujer cerró la puerta la cual el chico había dejado entreabierta al salir, encontrando a su hijo en boxers mientras continuaba vistiéndose.

—¿De qué hablas?

—No te hagas, tampoco necesito una gran explicación, sé lo que hiciste con Tennie, pero ¿Qué estás planeando ahora?

—Mamá no estoy planeando nada.

—Estoy hablando enserio Lee Taeyong.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora