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El viaje de Wang-gug y Cheongug continuó sin contratiempos, nadie los detuvo, no tuvieron que lidiar con la policía, ni con hombres de la Yakuza y solo tuvieron una segunda parada poco antes de llegar a su destino, pues cerca de las cuatro de la tarde ya se encontraban en Osaka y todo pintaba horrible.

Pues al parecer Tokyo no era la sede de la Yakuza tal como lo contaban todas las malas lenguas, lo era Osaka, el lugar estaba repleto de hombres de la mafia, eso no se veía nada bien.

—Mierda... ¿Qué hacemos? —Jeno veía la ciudad a través de los vidrios polarizados, era hermosa sí, pero había demasiado peligro.

—No lo sé, necesitamos que caiga la noche, sería más fácil movernos si está oscuro.

—Ahí, meta el auto en ese callejón, podemos esperar ahí un par de horas en lo que el sol se oculta. —Mark señaló un callejón sin importancia entre un edificio y una casa promedio, tenían que evitar sospechas.

—Espero funcione, esta porquería llama demasiado la atención. —A pesar de todo, Taeyong metió el Lamborghini dónde Mark le recomendó y apagó el motor. —Tenemos que esperar.

—Genial un puto Lambo en un callejón sucio y feo, creo que llamamos más la atención.

—¿Alguna mejor idea Bastardo?

—Yo si tengo una. —Jeno se colocó una gorra negra, junto a un cubrebocas del mismo color, para posteriormente bajar del vehículo.

A los costados había cajas, cartón, bolsas, retazos de tela entre otras cosas destinadas a la basura, así que comenzó a cubrir con todo lo que le fuera posible la parte frontal del auto, la marca, el cofre y el parabrisas, Jaehyun bajo junto con él y termino por ayudarle, sería difícil cubrirlo por completo pero al menos podían tapar la parte expuesta a las personas que pasaran por ahí.

—No es la mejor idea, pero al menos no estamos expuestos a que todos lo vean y vengan a curiosear.

—Cualquier cosa es mejor Jeno. —Los dos chicos volvieron nuevamente al auto.

—Al menos es mejor que antes.

Pasada una hora de su estancia en ese lugar y de permanecer ocultados, la necesidad fisiológica de querer comer comenzó a hacerse presente haciendo gruñir el estómago de Jaehyun y Taeyong al mismo tiempo.

—Joder, tengo hambre, hay que ir por comida.

—No, no vamos a arriesgar todo esto solo por querer comer.

—Vamos Lee necesitamos comer algo, no hemos comido desde la casa, casi se cumplen ocho horas de eso. —El peli negro suspiro molesto, si al bastardo se le ocurría arruinar su plan definitivamente lo iba a asesinar.

—Hey Mark, ¿Sabes japonés? —Jeno miro a través del espejo retrovisor al chico en el asiento de atrás, esperando su respuesta.

—Sí, bueno lo básico, Haechan lo habla muy bien y me enseñó.

—Perfecto, el único que puede salir del auto eres tú, porque nadie conoce tu rostro, no como el de nosotros que sale en todos los periódicos y noticias mundiales.

—Jeno tiene razón Mark, tú puedes buscar comida.

—Sí, yo puedo ir a comprar algo para comer.

—No se te ocurra hacer alguna tontería niño, toma. —Taeyong sacó su billetera y le entregó el billete con mayor denominación que tenía. —No importa lo que compres, solo trae algo de comer.

—Si señor Lee, vuelvo. —Mark tomó el dinero y se quitó su chamarra negra, quedándose únicamente con un suéter blanco que llevaba debajo, sus pantalones negros y zapatos deportivos, aunque también optó por colocar un cubrebocas sobre su rostro.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora