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Habían pasado solo algunas horas desde su llegada a Japón, exactamente se encontraban en Tokyo, Momo amablemente había llenado la cocina con todo lo necesario para que pudieran sobrevivir y así evitar el salir de la casa a menos de que fuese necesario, pues no podían arriesgarse a ser descubiertos por hombres de la Yakuza.

Haechan y  Jeno se habían sentado en la sala, tenían cinco computadoras portátiles y algunos aparatos extraños, que solamente ellos sabían cómo se utilizaban, pero claramente servían para poder rastrear algo o a alguien.

—Muy bien, ¿Todos dejaron sus celulares en Corea verdad? —Haechan saco una bolsa de su maleta y la vació sobre un sofá, llevaba cinco teléfonos móviles algo viejos, incluso tenían teclas y uno de ellos era de los que se abría. —No sé cómo funcione la seguridad de la Yakuza, pero debe ser muy buena, por ello traje estos teléfonos para que evitemos que intersecten nuestras llamadas o información, solo tengo cinco así que... Uno para el señor Taeyong, uno para el señor Jeno, el jefe Seo y Doyoung tendrán que compartir uno, uno para Mark y finalmente uno para mí. —Una vez que el chico les entrego los teléfonos todos se aseguraron de revisar que funcionaran correctamente. —No tenía muchos así que tendremos que trabajar con esos.

—Está bien Haechan, será más que suficiente, ahora tú y yo nos encargaremos de revisar todas las cámaras de seguridad del aeropuerto y sus alrededores de hace diez días, cuando presuntamente los japoneses volvieron de Corea. —Jeno y el hombre de Cheongug tenían lo necesario para poder entrar en el sistema de seguridad del gobierno de Japón, no sería difícil conseguir las grabaciones, lo complicado seria revisar todo hasta encontrar alguna pista que los llevara a Chittaphon.

—Si señor Lee, comencemos a trabajar en eso.

— ¿Cuánto tiempo les tomara conseguir todo eso?

—Es rápido Tae, nuestro problema será revisar todo hasta encontrar algo que nos ayude, pero ustedes pueden ayudarnos a revisar todas las grabaciones una vez que estén listas, así que esperen un poco. —El castaño tenía razón, si no ponía a todos a trabajar junto con él y Haechan, sería imposible revisar todas las grabaciones.

—Por lo mientras yo iré a preparar algo para que todos podamos comer. —Doyoung por su parte quería alejarse un poco de todo el ambiente tenso que formaba Taeyong, lo ponía aún más nervioso y de igual manera no podían hacer mucho, más que esperar porque Haechan y Jeno reunieran todo lo necesario para comenzar su búsqueda.

Cuando el reloj de la sala marco las tres de la mañana todos estaban en la sala, aunque Mark y Doyoung habían cedido a los brazos de Morfeo hacia varios minutos antes, pues durante aproximadamente nueve horas habían estado revisando videos de las cámaras de seguridad de Tokyo en busca del rubio.

Taeyong estaba sentado en el sofá individual con una de las computadoras, Haechan, Jaehyun y Jeno se encontraba en otro sofá con una laptop cada quien y finalmente Renjun estaba sentado sobre la alfombra aun revisando los videos que le encargaron, tenían que encontrar algo pronto o el mayor de los Lee entraría en crisis.

—No hay nada y ya estoy cansado de esto, tal vez Chittaphon ni siquiera está en Japón. —Jaehyun froto sus ojos y estiro un poco sus brazos hacia arriba, deseaba ir a dormir.

—¿Tienes una mejor idea que esta bastardo? —Taeyong también estaba bastante cansado pero aun así su voz sonaba molesto.

—Vamos ante la Yakuza y les preguntas amablemente "Oigan ¿De casualidad tienen aquí a mi novio? Un rubio bonito y adorable", sería más fácil.

—Claro para que terminemos todos llenos de plomo, maldito imbécil, además nadie te obligo a venir, si solo viniste a estorbar lárgate de regreso a Corea.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora