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Todo estaba listo, lo único que se necesitaba era que el plan saliera a la perfección, no podían fallar, todos tenían que salir intactos a excepción de los rusos y así la Yakuza volvería a pertenecerle a los tres líderes y los demás podrían volver a Corea.

Dos de las típicas camionetas negras rodearon cuidadosamente el muro de la mansión, una de ellas aparco en la brecha este, mientras que la otra se colocó al extremo contrario, Jun iba como piloto de una de ellas, junto a Haechan, Bobby, Mino y Yuta, mientras que en la otra Kiko y Nana iban de piloto y copiloto, junto a los otros dos Yakuza.

"Estamos listos, cuando estén listos avisa a los enanos que pueden entrar." Shotaro envío aquel mensaje a Yuta quien rápidamente lo leyó y al asegurarse que todo estaba en orden, escribió un nuevo mensaje enviándolo al celular de Doyoung.

"A partir de ahora tienen 30 minutos, cuando se hayan cumplido nosotros entraremos." Doyoung guardó el celular una vez que había leído el texto, tenían que apresurarse.

—¿Están listos? Es hora de entrar, dejen un arma expuesta para entregarla e intenten guardar otra muy bien para que podamos pasar con ella.  —Tanto como Chittaphon y Renjun hicieron caso a las palabras de Kim, listos para acercarse a enorme reja que funcionada como la puerta principal de la mansión Yakuza.

Al llegar a la reja, cerca de diez tipos rusos se pusieron frente a ellos apuntándoles con sus armas, pistolas y rifles principalmente, uno de ellos les hablo con voz fuerte, pero ninguno entendía el idioma, así que Chittaphon con el miedo a flor de piel dio un paso al frente.

—Queremos hablar con Iván Novikóv. —Los hombres se vieron entre si y uno de ellos fue quien respondió a las palabras del nuevo peli rojo.

—¿Quién mierda son ustedes? —Su acento era muy extraño y apenas podía entenderse su coreano, pero por suerte lo hicieron.

—Somos Wang-gug, Cheongug y la mafia Wong, queremos ofrecerle a Novikóv un trato. —El hombre que al parecer les entendía asintió con la cabeza, sacando su celular para poder hacer una llamada, después de la cual volvió a encarar a los tres chicos.

—El jefe dice que los va a recibir. Regístrenlos, quítenles las armas y llévenlos a la mansión. —Después de aquello tres sujetos comenzaron a revisarlos, quitándoles sus armas, tristemente tanto Doyoung como Renjun fueron despojados de sus dos armas, mientras que la suerte estaba con Chittaphon pues la Big Bang obsequiada por el jefe de la Yakuza seguía ajustada a su abdomen junto a un extraño cinturón que Jun le dio antes de llegar ahí, para guárdala.

Un par de minutos después los tres chicos se encontraban en un auto junto a dos rusos que los acercaban a la mansión y una vez afuera de está, los hombres se apresuraron a bajarlos del auto. Más rusos los esperaban en las puertas de aquel lugar, todos armados y listos para matarlos en cualquier momento, pero aun así fueron empujados hacia el interior seguidos por todos esos hombres.

Chittaphon pudo observar nuevamente la mansión, la cual estaba intacta y muy limpia, pudo ver el pasaje que conducía hacia detrás de las escaleras con dirección a los calabozos, pero se aguantó las ganas de salir corriendo hacia ahí, tenía que seguir el plan al pie de la letra.

Una vez que fueron conducidos escaleras arriba, terminaron en el segundo piso, en dónde algunos rusos los empujaron hasta una de las puertas dobles la cual se encontraba semi abierta, uno de ellos la abrió, diciendo algunas palabras en ruso, Doyoung, Renjun y Ten entraron con cautela, observando el lugar, era un despacho, una oficina similar a la de Taeyong, pero mucho más grande.

Al otro lado de esta se encontraba una un balcón y frente a él dándoles la espalda estaba Iván Novikóv, quien asintió a las palabras de su subordinado, dándole la indicación de retirarse.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora