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Los rayos de sol atravesaban las puertas de cristal del balcón, el sol ya se había levantado, el día anterior la boda de Jaehyun y Doyoung había salido muy bien, pero él había terminado bebiendo por primera vez junto a Hendery, Dejun, lo cual probablemente no había sido una buena decisión.

En el momento que Chittaphon abrió sus ojos un terrible dolor golpeó su cabeza e hizo que su estómago se revolviera, queriendo expulsar su contenido, por lo que se levantó rápidamente y como pudo tomo la camisa que Taeyong llevaba puesta la noche anterior y se la colocó mientras se apresuraba al baño.

Con el tiempo justo para llegar y arrodillarse frente al retrete comenzó a vomitar, era la peor sensación, sentía que su cabeza iba a explotar y estaba volviendo el estómago, ¿Así de horrible era beber alcohol?, Maldita sea ¿Por qué la gente lo hacía? Una vez que terminó de vomitar se quedó recargado sobre el retrete, ni siquiera quería moverse, se sentía tan mal que incluso sus ojos se llenaron de lágrimas, comenzando a hipar.

—¿Chittaphon? —Taeyong entró al baño, utilizando únicamente un par de boxers, su rostro también lucía horrible gracias a la resaca, solamente que él ya estaba acostumbrado a ellas. —Ten, ¿Qué ocurre? —El peli negro llegó hasta él, colocándose de cuclillas a su lado, frotando con suavidad su espalda, el chico estaba llorando y sin saber el por qué.

—Tae, me duele. —Chittaphon no dejaba de hipar, se sentía horrible, jamás volvería a sentarse junto a Dejun en ninguna otra fiesta.

—Te dije que te daría resaca, es normal, va a pasar. Ven aquí, toma un baño, cepilla tus dientes y después iremos a comer para que te sientas mejor. —Lee tomó un poco de papel higiénico para limpiar las lágrimas y la boca del rubio, el cual no dudo en abrazarlo y hundir su rostro sobre su pecho.

A pesar de que Chittaphon no quería soltarlo, finalmente término tomando un baño junto a él, en aquellos momentos el chico se estaba comportando como un niño pequeño, lo cual le resultaba bastante gracioso y de cierta manera le gustaba, le gustaba que no quisiera despegarse de él.

—Casi son las diez de mañana, tienes que comer algo. —Tanto Ten como Taeyong estaban listos, habían tomado un baño, se habían puesto ropa cómoda e incluso el mayor había recogido toda la ropa y las sábanas de su cama que habían terminado hechas un desastre por la noche anterior.

—Está bien.

—Vamos Ten. —El rubio rodeo el cuello de Lee con ambos brazos, no quería nada, más que él gigante se quedará con él y lo abrazará, pero al parecer eso no iba a ser posible. —Bien, te llevaré.

El mafioso lo tomo entre sus brazos, cargándolo como si fuese un bebé, para poder salir de ahí y llevarlo hasta la cocina de la mansión, no era difícil, el chico no pesaba demasiado. Al parecer la mañana estaba bastante tranquila, ya no se escuchaba el alboroto de la reunión del día anterior y la mayoría de las personas ya se habían ido.

Al llegar a la cocina, Taeyong fue directamente hacia la mesa, sentando al chico sobre una de las sillas, bajo la mirada de todos los que se encontraban tomando el desayuno.

—Buenos días Ten, ¿Tuviste resaca? —El rubio simplemente asintió con la cabeza a la pregunta de Irene, quien se encontraba ahí.

—Mi cielo, toma está pastilla y bebe todo el jugo. — La señora Lee le entregó una pequeña pastilla blanca, junto a un vaso con jugo de naranja, el cual no dudo en beber rápidamente.

—Ese maldito chino, le dije que no te diera de beber tanto y mira, bueno con eso también aprenderás a no abusar del alcohol Chittaphon. —Doyoung le entregó a él y a Taeyong un plato con fruta y crema batida para que comenzarán a comer algo.

Mutismo || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora