Día 7 [Spice]

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Tema: Sick partners / Uno de ellos está enfermo

Pareja: Mallow x Kiawe (Spice)

Mallow despertó con un dolor de cabeza atroz

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Mallow despertó con un dolor de cabeza atroz. Sus ojos le pesaban y su cara quemaba, sumado a esto, sentía que su cuerpo le dolía como si muchos Tauros la hubiesen atrapado en plena estampida. Recordaba poco a poco por qué se encontraba en su cama y con una toallita fría en su frente en lugar de hallarse cocinando en el restaurante familiar: estaba con gripe desde ayer, debido al Aria Burbuja de la Primarina de Lana que cayó en ella por una mala maniobra. Tosió, claro que no la culpaba, solo esperaba recuperarse pronto y volver a sus actividades habituales. 

Cuando intentaba dormir, escuchó como tocaban la puerta de su habitación. Le cedió permiso a aquel que estaba del otro lado, sorprendiéndose de ver a Kiawe ahora frente a ella, levemente preocupado.

— ¡Mallow! — vociferó, bajando el tono de su voz al notar como la peliverde dio un respingo — Lo siento. Tu padre me dijo que estabas mal y, cuando me di cuenta, él ya me estaba arrastrando hacia tu habitación para cuidar de ti hasta que cierre el restaurante. — La joven se enfureció un poco con su progenitor pues, a su parecer, Kiawe tenía cosas más importantes que hacer que estar de enfermero. — Descuida, por suerte ya acabé con todos los encargos que tenía así que, si no te molesta, puedo quedarme un rato.

— ¿Estás seguro? Lo único que haré es quejarme de mi dolor  y dormir.

— No podrías estar más en tu derecho. — sonrió, al igual que la peliverde.

Durante el resto de la tarde, Kiawe le ayudó intercambiando los pañuelos húmedos que la joven llevaba en la frente para sentirse fresca, así como también llevarle al almuerzo que el padre de la chica había cocinado y traerle las medicinas para su pronta recuperación. Charlaron un poco, pues más era el entrenador quien le contaba cómo le fue ese día mientras la ojiverde escuchaba complacida. Ya al anochecer, este vino con una sopa preparada exclusivamente para Mallow. Ella lo probó, notando como el sabor era diferente al que estaba acostumbrada a comer. Esa no era la cocina de su padre, podría reconocerlo incluso si su sentido del gusto no estaba al 100% No era lo mejor del mundo, ni tenía algún ingrediente secreto que le haga emocionar, pero podía sentir el cariño con el que fue preparado, por lo que decidió terminarlo lo más rápido que pudo. Observó a Kiawe, quien parecía ilusionado por saber su respuesta, entendiendo así quien era el responsable de tal platillo.

— Está rico. — dijo ella finalmente, ante los vitoreos felices del moreno — ¿Cómo es que mi padre te convenció de cocinar?

— Verás... en realidad fue iniciativa propia. — reveló el pelinegro, levemente avergonzado. — Quería apoyarte en algo más que solo intercambiar pañuelos.

Mallow sintió su rostro enrojecer ante tales palabras, sin saber si se debía a la fiebre, la sopa o sus propios sentimientos, que le gritaban y exigían abrazar al entrenador por tan inesperado gesto.

— Ahora podré dormir mejor. — comentó ella de repente, mientras le entregaba el tazón vacío.

— En ese caso me iré yendo ya luego de entregar esto — dijo el pelinegro, mientras se dirigía a la puerta de la habitación — espero te mejores pronto, Mallow, que no me imagino lo aburrido que serán los días si ya no te veo.

Ella asintió mientras lo ve irse. Ya estando sola, se tapó el rostro de la felicidad.

Cuando se despertó, se sentía renovada. Estiró sus brazos y abrió las cortinas de su ventana, feliz de que un nuevo día esté por iniciar. Se preparó para este nuevo día y, mientras peinaba su cabello, decidió que sería buena idea llamar a Kiawe para agradecerle por el día anterior. Este contestó a la segunda llamada.

— Kiawe. — la peliverde habló primero mientras movía sus cabellos con una de sus manos — Gracias por cuidarme ayer.

— De na... ¡chóo! — estornudó el muchacho — Creo que me enfermé. — mencionó, seguido de una tos.

— ¡Lo siento!

— ¡Descuida! De verdad me alegré de cuidarte ayer, así que no te preocupes, estoy seguro de que sanaré pronto.

Pero Mallow no podía permitir que él, luego de ayer, solo obtuviese una gripe como recompensa.

— En ese caso, parece que ahora seré yo la que te cuidará . — entusiasmada con la idea, comenzó a empacar unas cosas en su mochila — ¡Te veré en una hora, así que mientras tanto descansa!

— Pero Mall...

— ¡Nada de peros! — sentenció — ¡Es lo menos que puedo hacer!

Colgó, entusiasmada con su nueva misión.

Colgó, entusiasmada con su nueva misión

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Como Luvdiscs en el mar [FluffTober 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora