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Mis recuerdos me llevaron a esa noche cuando Dimitri fue despertado, recordé el dolor, la locura quebrantando mi alma mi corazón avía perdido una parte de mi, una parte que volvió en aquel hotel de paso, donde hicimos el amor por segunda vez, sus manos cepillaban mi cabello con gran suavidad el era muy bueno tranquilizándome su voz sonó tan dulce cuando preguntó si estaba bien.

-Hay que volver con los demás dije-, necesito asegúrame que ella esté mejor me separe unos centímetros para encontrar sus labios cálidos y tiernos.

Fuimos devuelta a la habitación y cuando llegamos Lissa estaba rodeada por muchas personas mi madre Abe Jill y Sonya avían llegado, Christina estaba sentado a lado de Lissa y Eddie y Adrian estaban junto a la ventana con los brazos cruzados en su posición de guardias, me calme lo más que pude y le di una sonrisa, ella suspiro al verme y sentí como se tranquilizaba

-Te ves cansada Rose, le pedí a Dimitri que fuera con tigo para que pudieras dormir estuviste todo el día despierta-

-Estoy bien además es mi trabajo cuidar de ti. ¿Como te sientes ?

Ella me mostró un broche de plata que tenia en la mano al tocarlo sentí la magia en el era igual que el anillo que yo siempre traía y Adrian avía usado su energía de espíritu en el anillo así que sabia que el no se lo avía dado, mire a Sonya  y le di una gran sonrisa en agradecimiento por lo que avía echó, pero ella estaba divagada en mi me estudiaba cuidadosamente, su rostro reflejaba inquietud y sorpresa, no le puse importancia y volví a Lissa a pesar de la magia de Sonya ella aún estaba aturdida su salud me preocupaba, mire a Abe y el dio un pasó adelante como esperando a que yo hablara.

-No quiero que nadie la moleste el día de hoy ¿puedes hacerte cargo tu? -

El asistió descuida -Rose Adrian y yo nos aremos cargo de todos los pendientes dijo Abe-,

pero Lissa no tardo en protestar ante mis ordenes.

-Pero Rose tengo muchos pendientes.- No la deje continuar y le lance una mirada con autoridad, -no me interesa si ellos quieren verte si hay asuntos, no estas en condiciones y me preocupa tu salud así que es mejor que no protestes, Lissa me consideraba como una autoridad y aunque éramos de la misma edad ella siempre me hacía caso en todo,

¿Pero Rose que se supone que agá todo el día ?

-Lo que quieras pero menos que este relacionado con decisiones trabajo y obligaciones y el tema no esta a discutir-.

Ella se recostó en mi hombro, -abecés eres muy sobreprotectora Rose y me tratas como si tuvieras 5 años-

-Es que eres muy terca Lis y es difícil para mis ser una adulta cuidando a su hermana menor para que nadie la dañe-

-Gracias Rose no se que aria si no te tuviera, yo solo me limite a enviar un pensamiento a su mente y ella solo río al igual que yo.

-Bueno creo que ya no tenemos nada más que hacer aquí, vasilisa esta mejor y ella solo necesita a Rosemarie dijo Sonya así que nosotras nos vamos dijo ella mirando a Jill-.

-Gracias dijo Lissa y ya que Rose me prohibió el trabajo por el día de hoy me gustaría ir a ver a Ambrose y a Rhonda

-bien supongo que hacerte las uñas no es nada forzoso dije-

Lissa se rio luego desvío la mirada a Jill -te gustaría venir con nosotros pueda que veamos función por parte de Rose además es divertido cuando ella y Christian pelan- A Jill se le iluminaron lo ojos y nos dio una sonrisa que nos dejó ver sus dientes,

-tomaremos eso como un si dije-.

-Tome la mano de Lissa y le di un suave apretón yo sabía lo difícil que era para ella estar cerca de Jill ella le recordaba a la traición de su padre a su madre pero lo intentaba y estaba orgullosa de ella ...

《Vampire Academy》            The kiss of the deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora