《Vampire Academy》 The kiss of the death

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Cuando llegue al límite la academia se había quedado atrás, estaba sola de nuevo. Tuve la sensación que ya avía vivido este momento, el dejar San Basilio se avía sentido como dejar a San Vladimir para tratar de matar a Dimitri, camine asta salir a la carretera que me llevaría devuelta a omsk donde vería a la persona que Sydney avía enviado para encontrarme,

de pronto un auto se detuvo y bajo la venta.

¿Puedo llevarte si gustas?

Casi me caigo cuando vi al padre Sebastián.

¿Quieres un aventó o no?

Me pasé a el otro lado y me subí en el lado del copiloto, el comenzó a conducir nuevamente.

¿ha donde vas quizás coincidamos?

-Omsk- dije.

Me alegra a ver preguntado yo voy cerca de hay pero puedo irte a dejar, me alegra tener compañía el camino puede ser muy aburrido además conducir es cansado para una persona mayor. Estaba apunto de decirle que parar el auto y bajarme de el, pero si esperaba el autobús me llevaría el doble de tiempo entre más rápido comenzara mi búsqueda más rápido lo encontraría, así que me aguanté y me quedé callada hicimos una sola parada en una gasolinera y compramos sándwiches antes de continuar con nuestro viaje, en la noche hicimos cambio de chofer ahora era yo quién manejaba, el padre durmió hasta que el movimiento del coche lo despertó y dijo que el conduciría de nuevo.

-No estoy cansada puede dormir más si lo necesita-

-No Rose estoy bien Gracias- intercambiamos nuevamente y al parecer estaba más cansada de lo que me sentía, pronto me quedé en un sueño profundo que fue arruinado por una de mis pesadillas cuando abrí mis ojos me di cuenta de lo agitada que estaba mi respiración .

¿Estás bien?

Me recosté en el asiento nuevamente,

-sí- dije intentando respirar, mi vida era tan irreal, siempre lo había sido era como vivir cada sueño malo todo era una pesadilla y me molestaba con la vida por ser tan injusta con migo.

-Dimka estuvo con migo

Nunca lo había visto de esa manera-

Mi mirada fue fija en el camino.

-El no cree que tú estés abandonándolos-

-Lo sé, es cuestión de tiempo antes de que el comience a buscarme, y no dudo que cuando lo haga quiera llevarme de vuelta.

Mis amigos tratarán de detenerlo pero sé que no será por mucho tiempo, saqué una hoja en blanco y una pluma, me apoye en lo que pude y comencé mi carta, sentí que era la mejor manera de expresarme.

Quisiera decirte cuánto lo siento, soy capaz de matar sin ninguna piedad, sin ningún temor, pero el miedo a decirte lo que siento no me dejo.

Esto fue mayor llevándome a tomar la decisión describirte, tenías razón, he cambiado y no puedo ser la misma

verás cuando morí la primera vez y Lissa me trajo de vuelta mi alma se fracturó, al morir por segunda vez parte de mi alma se quedó en el mundo de los muertos, sé que vas a tratar de encontrarme y no dudo ni un momento en que me encontrarás, pero te será difícil lo prometo y no sé si cuando me encuentres aún seré yo, pero si ya no soy yo,

sabrás que hacer, como tú mismo lo has dicho, si e de morir será por tus manos , sé que no será fácil y lamento tener que pedirte esto, sé que recordarás la conversación donde hemos dicho que preferíamos la muerte antes de ser un monstruo, no permitas que si yo llegó a serlo Lissa me traiga de vuelta, quiero morir viéndote a los ojos sé que cuidarás a Lissa por mí, ella es una parte de mí nunca olvides eso, Recuérdame cómo era, una adolescente impulsiva que se enamoro de ti, porque cuando nos volvamos a encontrar ya no existiré, seré un ser terrible que matará sin ninguna Piedad y que ya no tendrá sentimientos , el padre Sebastián dice que un ser sin alma puede amar, pero yo no lo creo porque un ser que no tiene alma es un monstruo, perdón por hacerte sufrir camarada, pero no puedo arriesgarme a que interfieran nuevamente en mis planes, Christian confía ciegamente en mi, y no voy a fallarle, te amo tanto y se que podrás perdonarme.

ATT:

Rose.

Mi carta no era como las que el me solía escribir, pero cada palabra que había escrito iba con un profundo dolor, doble la carta y miré al padre Sebastián, podría dársela por favor, el la guardo en su tablero dejándola hay.

-Rose sí lo deseas yo podría ayudarte-

¿De qué manera ?

No creo que usted pueda pelear .

No físicamente dijo.

Preferiría que no dije, bien pero recuerda qué puedes confiar en mí y si algún día puedo ayudarte lo haré.

Gracias.

¿A dónde irás después?

Estaba apunto de decírselo , pero recordé cuánto el apreciaba a Dimitri.

-Aún no lo sé ,no lo he decidido bien.-

-Y que vas a hacer en omsk .-

-No lo se aún, siento que es el lugar donde debo estar.

Me preguntaba si mentirle a un reverendo sería un pecado que tendría que pagar, pero no podía decirle que ahí era donde me recogerían.

Debes de tener hambre, no comemos desde ayer y ya casi llegamos a Omks.

No, estoy bien, no tengo hambre el siguió conduciendo, al parecer había notado mis pocas ganas de ser comunicativa así que no hizo más preguntas, y me alegré Cuando llegamos el detuvo el auto y yo tomé mi mochila,

Gracias por traerme.

-Cuídate Roza, espero volverte a ver, le di una sonrisa y me bajé del auto colgándome la mochila al hombro, el se marchó y vi cuando su auto se alejaba.

-No creí que llegaría tan pronto- dijo alguien detrás de mí reconocí la voz y con una sonrisa voltee

- vas a decirme cómo te ha convencido Sydney para que vengas por mi le pregunté-

Evan sonrío Bueno creo que ella aprendió de la mejor. ¿Supongo que tienes hambre? él me entregó una bolsa, habían dos hamburguesas y una orden gigante de papas junto con un smoothie de chocolate, -Gracias-

Caminamos hasta un auto, bueno si se le podía llamar auto a la cafetera de Evan.

Evan y Sydney tenían gustos extraños en mi caso hubiera preferido un Ferrari o algo que corriera más rápido, pero él tenía un clásico hice una broma sobre su auto.

-Bueno si no te gusta tienes tiempo para esperar el autobús puedo dejarte ahí -

-Bien- dije y levanté mis manos en señal de paz.

-Deberías comer o se van a enfriar- dijo, quieres una le pregunté?

-No yo comí algo y prefiero lo más saludable- el comenzó a conducir y yo a comer le había mentido al padre Sebastián al decir que no tenía hambre pero quería solo quitármelo de encima.

¿ y bien Rose dime a dónde te llevo?

- a casa de Tamara en Novosibirsk, él era un hombre serio al igual que los demás alquimistas y era menos amigable con los vampiros pero yo solía ganarme a las personas había sido fácil conquistar la confianza de Sydney, pero cuando ella y yo nos habíamos hecho amigas ella me había presentado a más alquimistas ellos siempre me habían ayudado gracias a ella y después de que Lissa y sus jefes la premiaron por ayudarme ella había conseguido algún poder entre los alquimistas y bueno gracias a Abe le habían nombrado como su protegida, ella había dejado de temerle yo había estado en silencio mientras comía tratando de pensar en cómo estaría Lissa en como Dimitri estaría en la capilla refugiado el dolor que sentí al pensar en todo el sufrimiento que estaba causándoles provocaba un nudo en mi garganta...