Capítulo XIV

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Una vez que salimos del hotel, nuestro chofer ya nos esperaba en la calle con el mismo lujoso coche de antes, e Itachi y yo, subimos en la parte de atrás... Me llevé una sorpresa al darme cuenta de que Sasuke ya estaba allí... Y también de terno, con sus alborados pelos peinados.

—Sasuke... Te ves como todo un hombre.—Dije riendo.

—Y tú te ves tan ridícula como siempre, Yukimura.

—¡Es suficiente! Ustedes dejarán de pelear cuando lleguemos con los Uchiha.—Dijo Itachi calmándonos.

—No estamos peleando... Solo dije la verdad.

—Y yo solo intenté decirte que te ves bien... Pequeño mamón.—Agregué al final.

—¡¿Cuál pequeño?! ¡Ya tengo 15 años!

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Es cierto... Olvidé mencionar, que en todo este tiempo, Itachi y yo ya habíamos cumplido 20 años y Sasuke 15.

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—Bueno... Aún así te llevo 5 años.—Llevé los brazos atrás de la cabeza.

—Pues sí, pero al menos yo a tu edad ya no dependeré de Itachi.

—¡¿Y eso qué tenía que ver?!—Me sonrojé avergonzada.—¡Cuando salga de la Universidad comenzaré a trabajar!

—Sí... Si es que logras salir.

—¡Me dolerá la cabeza!—Dijo finalmente Itachi jalándonos de las orejas a Sasuke y a mí.—Ya llevan medio camino discutiendo... ¡Una palabra más de cualquiera de ustedes, y los bajo del auto!

Sasuke y yo nos miramos mutuamente sorprendidos... Itachi solía ser muy paciente... Quizás demasiado.

—E-está bien hermano... No tenías que gritarnos...

—S-sí... Ya entendimos, no más peleas.—Dije apoyando a mi cuñado mientras me sobaba la oreja.

Entonces así, Sasuke y yo ya no dijimos ni una palabra más.
Mientras el señor Uchiha iba mirando su celular.

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Cuando llegamos, vi que era una finca enorme... Adentro, había una mansión, con el característico emblema Uchiha... Un abanico de colores rojo y blanco.

Okay, hasta aquí... Estaba muy asustada.

—Itachi... Todo estará bien, ¿cierto?—Dije sin despegar la mirada de aquella finca.

—Me encargaré de que así sea...

—Vaya, todo sigue igual de aburrido... —Dijo Sasuke y se puso sus audífonos.

—Te quitarás eso al entrar.—Dijo Itachi bajando del coche.

—Bien... —Continuó Sasuke aburrido.

De pronto, el mayordomo apareció en la entrada y recibió a los hermanos.
Mientras, yo solo veía el lugar con impacto y bajé del coche tomando la mano del chofer.

El chico del antro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora