Capítulo XXIV

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Luego de unas horas, como prometió, Shisui llamó a Itachi avisando que ya estaba cerca de Tokyo.

Mi azabache le informó a su hermano menor sobre la visita y salió hacia el aeropuerto a recogerlo.

A Sasuke no lo agradó demasiado la idea... Según él, Shisui desde pequeño le robaba a su hermano dejándolo solo, y eso le molestaba y hacía sentir mal. Debo admitir que me dio ternura su confesión.

Respecto a mí, yo solo esperaba paciente la llegada del Uchiha mientras aún me pensaba en un estado de gestación.

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Cuando Shisui llegó, me topé con un joven azabache, alto, y muy apuesto... Todos los jóvenes Uchiha eran físicamente parecidos.

—Hola, Shisui-san. Mi nombre es Izumi y soy la novia de Itachi... —Me presenté lo más formal que pude haciendo una reverencia.

—¿Izu-chan? ¡Mucho gusto!—Dijo y me abrazó desprevenidamente.—Así que ella es mi cuñada... Tienes buen gusto, Itachi.—Dijo mirando a su primo mientras yo me sonrojaba.

—S-sí... Claro.
Izumi está embarazada, así que hay que tener cuidado con las emociones fuertes que podamos causarle...

—¡¿Embarazada?! Vaya... En menos de un año ya hiciste de las tuyas... Y sin contarme.—Reprochó Shisui.

Lo golpeó suavemente en el hombro y continuó.-... Shisui, necesitamos tu ayuda. Mi padre se encargará de hacerme perder todo lo que amo solo por convencerme de quedarme en la mansión...
Ya no sé qué hacer.

—Está bien... Ayudaré en todo lo que pueda.
Primero ponme en contexto. Necesito saber qué sucede a detalle.

—Bien...

Así estuvieron unas horas platicando mientras Sasuke (quien ya había saludado desganado), y yo batallábamos por encontrar nombres lindos... Ya que, aunque Itachi ya me los había dado, necesitábamos un plan B en caso de ser dos niños o dos niñas (porque, bueno, si el padre había dicho que serían dos, lo más probable es que fuese verdad...).

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—Está bien. Es algo arriesgado... pero si es una alternativa, lo haré.—Dijo Shisui al finalizar la plática.

—En serio, gracias... Voy a pagártelo de alguna manera.

—¿Eh?
No. Yo solo quiero que invites a una chica linda y con un buen corazón a tu boda, para que cuando yo llegue, ella esté esperándome cual primcesa a su príncipe.—Rio.

—Claro, como si fuera tan fácil.—Carcajeó Itachi y le dio un par de palmadas al azabache de pelo corto.

Yo estuve muy distraída mientras ellos hablaban... Así que no sabía a qué acuerdo habían llegado.

—¿Y bien? ¿En qué quedaron?—Pregunté mientras salía de la cocina hacia la sala con unas galletas.

—En... que los hijos que llevas en tu vientre ahora son de Shisui.—Dijo Itachi tomando una galleta.—Haremos pasar todo esto como un secuestro, para que al final vuelvas a mi lado y nos quedemos con la finca, pero ya sin tener a mi padre molestándote.
Mmm, estas galletas están deliciosas... ¿Tú las hiciste?—Dijo restándole importancia a lo anterior.

—¡¿Qué carajos?! No, sabes que yo no sé prepararlas... ¡No me cambies de tema!
Nuestros hijos no serán la carnada de su abuelo. No permitiré que los utilices para quedarte junto a mí.

—Bromeas, ¿no?
¡Son nuestras esperanzas!
El riesgo del plan es que no estés embarazada. Pero si lo estás, lo más seguro es que funcione.

—Está bien, ¿me hago pasar por zorra y todo esto para engañar a tu padre?

—... Es algo así. Entiendo que te moleste... pero a veces es necesario hacer sacrificios por lograr algo.
Además, no solo tú corres riesgo... Shisui será el mayor involucrado en esto. Y sin contar que yo seré quien deba hacer cuidadosamente la denuncia para asegurarme de no afectar económicamente a mi primo... Lo es todo o nada, Izumi.

—Exacto.—Se metió Shisui.—El plan es que, Izumi se haga pasar por mi esposa, para así quedarnos con la finca.
Luego, Itachi me denuncia pidiéndome la finca de regreso. Tendremos abogados y un juicio arreglado, para que así nada salga de Tokyo y no afecte mi reputación en China. Tampoco afectará a mi economía... Y yo solo devolveré la finca a su legítimo dueño junto a su esposa y sus hijos, y para entonces, mi tío ya se habrá marchado y no tendrá poder alguno sobre la mansión ni ninguno de ustedes.

Yo solo escuchaba atenta mientras me mareaba un poco, pero al final comprendí que con tal de que Shisui solo se hiciese pasar por mi amante, todo tomaría su camino.

Parecía algo muy loco, pero pensándolo bien... tenía sentido, considerando que la tradición de los Uchiha se basaba en que el heredero mayor se casara y se fuese a vivir allá, mientras los antiguos familiares ya pasarían a segundo plano yéndose a sus terrenos y casas propias, dejando solo a la nueva familia con toda la herencia.

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El juego ya había comenzado... Y yo debía embarazarme a propósito...
Sí... Parece algo turbio e incluso perturbador que haya tenido noches enteras de sexo junto a Itachi solo por nuestro futuro... Pero fue lo que hicimos y, al menos yo, no me arrepiento de tanto movimiento nocturno.

De todas formas, lo más probable es que ya lo estaba... pero no perdíamos nada con asegurarnos.

Ahora sí, luego de un par de días, ya podíamos decir que el plan había comenzado.
En ese tiempo, dejamos de asistir a la universidad... Por la seguridad de nuestros amigos y para evitar conmociones entre estos.

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—Llevo un buen tiempo aquí junto a ustedes... Mi tío ya ha de saberlo.—Dijo Shisui compartiendo un cigarrillo con Itachi.

—Es seguro... —Contestó el de ojos hermosos expulsando el humo a través de su boca.—Veamos cuál será su siguiente movimiento una vez que eniciemos el plan...

El chico del antro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora