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.Yo ya llevaba un par de semanas en casa, y la verdad nunca había sido tan feliz... Aunque ya debía regresar a Tokyo para encargarme acerca de mi plazo en la universidad.
No me importó, ya había descansado y disfrutado al máximo esos días con mi familia... Ahora, tocaba las responsabilidades.
Ya tenía planeado informarle a mi familia que viajaría por mis estudios, pero al parecer ellos lo sabían ya.
—No te preocupes, amor. Si quieres yo te llevo.—Dijo Itachi.
—Sí, llévala tú.—Afirmó mi suegra.—... Además, sabes bien que queda algo pendiente.—Lo miró de cierta manera, que aparentaba ser una señal.
—Es cierto.—Le devolvió la mirada y continuó.—Yo te llevaré, así que prepárate y nos vamos para Tokyo.—Sonrió.
—Aaah, ¿okay?—Me extrañé, pero obedecí y preparé mis cosas.
Dentro de dos días iríamos a ver a nuestros amigos... ¡Qué emoción!
Itachi había podido ir a visitarlos, pero yo no. Así que estaba feliz por verlos y pasar un buen rato con ellos... Además de que visitaría a mis padres..
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.Ya era de mañana en ese sábado... Sí, justo como mi último sábado normal en Tokyo, con mi pelinegro despertando a mi lado y todo tan tranquilo que daban ganas de no salir de la cama.
—... Despierta, preciosa.—Dijo acariciándome la cara.
—¿... Sí?—Me enderecé y me froté los ojos.
—Ya es hora de levantarnos para ir al aeropuerto.
—¡Ah! Cierto... —Me senté al borde de la cama, pero antes de que pudiera levantarme, mi esposo me atrajo hacia él, volviéndome a recostarme.
—... Ya extrañaba ver esos pelos de loca pegados por todo tu rostro en las mañanas... También, extrañaba ver tu delgada figura cubierta por sábanas...
Y ahora que lo pienso, ¿has estado haciendo ejercicio? Después de nuestro viaje hace 6 años, creí que lo ibas a dejar por siempre... Como eres tan floja.—Agregó riendo.—... En la cárcel no tenía nada que hacer, así que decidí ponerme en forma de nuevo. Además, tus regalitos le costaron un chingo a mi cuerpo.—Miré a nuestros hijos (que habían comenzado a dormir junto a nosotros desde que llegué) de reojo, y después eché un vistazo a mi abdomen... Debo admitir que estaba mamadísima.
—... Te ves hermosa. Tus cafés cabellos desmadrozos te dan un toque especial. Y... eso no ha cambiado.—Me echó una mirada pervertida hacia mi busto.
—¿Sabes? Creo que Sasuke tiene razón.
Teniendo 27 años, sigues haciendo bromas acerca de mis pechos. Eres un idiota.—Lo besé y definitivamente no iba a soltarlo en un buen rato..
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.Estábamos emocionados por los 6 años de nuestros mellizos, faltaban unas semanas más para que les hiciéramos una gran fiesta en la mansión... Obviamente, se relacionaban con pocos niños al no haber ingresado al colegio aún, pero no les importó... Dijeron que lo que querían celebrar realmente era que todos estuvieran ahí para su cumpleaños. Los amo.
En fin. Desde ese sábado, Itachi y yo comenzamos a planear su regalo... Queríamos que fuera algo significativo.
No importaba el tamaño, precio, antigüedad ni utilidad. Solo queríamos darles algo que les recordara que estábamos unidos por lazos fuertes de amor entre nuestra familia.
Era algo complicado...
Pero se nos ocurriría algo..
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.Ya iban a dar las 10 am, y quisimos esperar hasta esa hora solo para despedirnos de los pequeños... para no despertarlos tan temprano.
Shisui ya había regresado a China, así que en casa solo quedarían Sasuke, mi suegra Mikoto y los niños.
Ya se habían quedado solos entre ellos alguna vez, cuando Itachi debía viajar por algún asunto de sus estudios, así que no tendrían problema alguno. Además de que la servidumbre siempre estaba al pendiente de sus necesidades.Como sea. Nos despedimos de los chicos abrazándolos y dándoles y beso en la frente a cada uno (incluyendo a Sasuke), y cuando nos tocó despedirnos de mamá Mikoto (como me había dejado llamarla hace poco), ella continuó comportándose extraño.
Parker estaba a punto de partir con el auto hacia el aeropuerto, pero cuando arrancamos, mi azabache se recostó en mi hombro... No sé si trataba de ocultar su rostro de mí para que no pudiera ver que estaba algo nervioso (aunque lo noté), o si lo hacía simplemente porque en verdad estaba algo cansado. Me dio igual, así que dejé caer mi cabeza sobre la suya y lo tomé de la mano.
No hablamos durante el camino, solo mencioné que estaba emocionada por reencontrarme con nuestros viejos amigos y él respondió que "Seguramente se alegrarán mucho, no te han visto en años." y ya.
¿Hasta cuándo tendrá la maldita costumbre de dejarme ansiosa y extrañada ante su comportamiento?
Hasta ahora lo hace, así que no lo sé....
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.—Gracias, Parker.
Regresa a la finca y tómate el día.—Ordenó Itachi.—Gracias, señor. Los esperaré aquí para su regreso.—Él ya sabía cuando volveríamos, así que nos recogería y nos llevaría a casa.
Luego de dejarlo en la carretera de regreso, mi Uchiha me abrazó por la espalda y me condujo hacia adentro de ese gran establecimiento.
Pasamos por todo ese largo camino, y luego de unos 15 minutos más, recién fuimos a llevar nuestras cosas a la cinta que las llevaría directamente a... su nuevo avión privado... ¿Qué carajos? Ahora resulta que teníamos toda clase de transportes privados.
En fin, cargaron nuestras maletas y las dejaron el la parte de abajo del avión.
Bueno, todo como siempre...
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El chico del antro
De TodoDescripción: Historia inspirada en acontecimientos reales de la vida cotidiana con algo de ficción y personajes exagerados con el fin de atraer a los lectores. Contenido: 38 Capítulos + 2 Especiales Total ➡ 40 Capítulos Capítulos con extensión cort...