El chico del antro

Capítulo XVIII

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En ese instante, me sentía en otra dimensión... Todo fue muy bello.

Después de unos minutos más, Itachi me dijo que quería llevarme a un lugar especial...

—¡¿Hay más?! ¡Yo ya lo estoy pasando de maravilla!

—No hay mucho más... Pero es especial para compartir entre ambos.—Sonrió.

Terminamos de cenar, y como él dijo, me llevó a dar un paseo a la luz de la resplandeciente luna... Luego de cambiarse de ropa al igual que yo antes.

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—Oye... Ya que estamos solos, quiero saber... ¿Por qué tu familia se la pasa diciendo cosas negativas de la mansión? Disculpa si parezco una entrometida.—Dije lo último rascándome la cabeza.

—... No hay problema.
De hecho, también yo quería confesártelo todo...

—¿"Todo" de qué?—Tomé su mano para darle confianza mientras seguíamos caminando.

—Todo. Absolutamente.
Comenzando por mi ex novia.
Creo que es momento de que lo sepas todo.

—Continúa...

—Bien...
Pues, a mi padre no le agradó para nada Konan... Yo fui claro en que lo era nada serio, pero él solo se preocupó por mí reputación. Sus palabras fueron: "Despídete de tu reputación si es que alguien te ve con esa mujer".

—Que cosa... Y a penas tenían 16 años.—Comenté asombrada.

Sabía que, desde luego con un secuestro... El tema ya era bastante turbio, pero sabía que había algo más...

—S-sí... Mi padre siempre fue muy radical con sus decisiones... De hecho, eso fue lo que me alentó a llevarme a mi hermano.
Él se había enterado de lo ocurrido con el chico y no pudo dormir bien en mucho tiempo... Durante 1 año, él soportó ese horror, para después escapar conmigo a Tokyo.

—¿Qué cosa? ¿Sasuke quedó traumado al enterarse del secuestro?

Ya me iba acercando a la información que quería obtener.

—No solo eso... —Hubo una pausa larga, e incluso nos detuvimos de camino.—... Mi padre lo mandó a matar.

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Ahora todo tenía sentido.
Sentí cómo mi cabeza explotó de repente...
Comencé a conectar las palabras de la familia, las del mayordomo, la conversación de Itachi con su madre, la razón por la que Sasuke vivía con su hermano... Y lo peor, ¡la muerte de Kakashi justo cuando el señor Fugaku no estaba en casa!

—... ¡¿M-me estás diciendo que el señor Uchiha m-mandó a matar también a K-Kakashi?!—Sentí cómo mi cuerpo perdió fuerza y en segundos estaba en los brazos de Itachi casi desmayada con los ojos llorosos.

—Así es... De eso no tengo dudas.—Me acarició la mejilla y me ayudó a enderezarme.—... Y aún peor, lo más probable es que ya haya investigado a tu familia también...

No respondí, creo que eso también ya me había cruzado por la mente... y no sabía cómo reaccionar.

—Izumi... No te lo dije antes para no asustarte aún más...
Quiero que sepas que yo te protegeré a costa de mi vida. Mi padre no va a arrebatarme lo que más amo de ella.—Me miró a los ojos fijamente.—... Izumi... Al plantar aquel árbol lo dije, prometí que mi amor sería eterno. Ahora lo juro.—Comenzó a buscar algo en sus bolsillos.—Yukimura Izumi... ¿Prometes amarme por toda la eternidad?—Dijo sacando una pequeña cajita. Ahora entendía a dónde iba todo esto.

—Y-yo... —Lo miré a los ojos y respiré hondo.—Sí, siempre voy a amarte... Más que a nada en el mundo.

—... ¿Lo juras?

—S-sí, lo jur–

No pude terminar de hablar, y de repente escuché un disparo. En menos de 2 segundos tenía a Itachi encima mío en el suelo cubriéndome.

—¡Itachi! ¡¿Estás bien?! ¡¿Qué fue eso?!

—Tranquila, no pasó nada... Todo estará bien, solo quédate aquí y no te muevas.—Me tranquilizó y se levantó cauteloso.—¡¿Léonard?!—Gritó al ver a un hombre parado a unos 5 metros de distancia.

—Lo siento mucho, señor Itachi... Me obligaron. Me mandaron seguirlo y a matar a la señorita Izumi... ¡Me amenazaron con cortarme la cabeza si no lo hacía!
Perdóneme, son órdenes de su padre... —Dijo el hombre viejo y volvió a alzar el arma.

—Entiendo... Fallaste a propósito.
No desobedecerás si yo te quito el arma.—Dijo Itachi y sacó también un arma.

Estaba aterrada. Itachi me había contado que Léonard era todo un maestro disparando... No se le escapaba ni una.
Y ahora, él se enfrentaría a su amo en un duelo de armas...

Ciertamente le debía la vida, pero eso no quería decir que fuera a contenerse de nuevo.
No sabía el porqué mi novio había llevado un arma de fuego desde casa... Supongo que había previsto las decisiones de su padre y lo hizo por seguridad.

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Llevaban ya unos 5 minutos disparando, recargando municiones y esquivándose mutuamente... Y nada, estaban a la par.

Entonces justo en el momento en el que Itachi iba a acorralar a Léonard, él le disparó justo a su arma... ¡Itachi acababa de perder su pistola!
Oh, no. Esto solo significaba una cosa... y es que el mayordomo había ganado. Ahora él debía cumplir con su misión y matarme.

—Por favor entiéndame señorita Izumi... Por órdenes de mi amo yo debía dar todo de mí si alguien se interponía... Esta no es mi intención... —Decía el hombre sollozando mientras se acercaba lentamente hasta donde yo estaba.

Itachi intentó defenderme, pero fue amenazado de muerte por Léonard... Así que no intentó más interponerse... En cambio, no dejaba de pensar en la manera de emboscarlo para quitarle el arma. Pero nada daba resultado... Y justo cuando el hombre estuvo a centímetros de mí con su pistola en mi frente, se detuvo.

—Gracias, Léonard... Sabía que no lo harías. Eres como un padre para mí... Gracias por todos estos años de servicio tan honesto dijo Itachi con una sonrisa de labios cerrados.

Se puso a llorar.—A usted, joven Itachi... Es la persona más pura que he conocido.—Dijo y dejó caer el arma.—Ahora que he desobedecido, no soy más digno de servir al señor Uchiha... Así que mi existencia no tiene más un propósito.

Cayó de rodillas en frente de su joven amo, y le pidió que lo matara... Antes de que su padre lo hiciera, ya que él preferiría morir en manos de Itachi, que del señor Fugaku. El azabache comprendió sus sentimientos, así que aceptó.

—¿Tienes algo que decir?—Dijo sollozando mientras recogía la pistola de Léonard del suelo.

—Sí... Sea feliz con la señorita Izumi, yo me sacrifico por el amor entre ustedes dos, así que hágame una promesa y diga que no la dejará ir.

—... Lo prometo.—Dijo Itachi con lágrimas.

—Se lo agradezco... Y una cosa más.

—Adelante.—Le apuntó en la frente.

—Estos últimos 20 años fueron los mejores de mi vida... Fue un honor haber servido a la familia Uchiha... Pero en especial, a usted que fue como un hijo para mí... Gracias.

—Gracias a ti.—Dijo Itachi por último y una bala salió disparada de su arma, incrustándose en la cabeza del mayordomo con un estruendo fortísimo... para después dejar todo el lugar en un silencio sepulcral.