Más allá de una App #1 [Saga Más Allá] ✅️ Borrador

CAPÍTULO 22: Me gusta.

"Nunca me había sentido tan feliz de un engaño..."

(Leonardo Ferri Moretti)

Me coloco rápido el preservativo para que no note que me quite la venda de los ojos y la tomo ahora con mucha más furia y deseo mientras la hago mía. ¡Oh, padre eterno! Pensé que estaba en un sueño, pero está tan estrecha y deliciosa, virgen, tan mía.

No entiendo que hace aquí, pero me encanta tenerla para mí y ahora que la descubrí me la comeré como tanto he deseado.

¿Cómo pretendo olvidarla con ella misma?

Sus gemidos se sienten como en mis sueños, tan rica como la imaginé. La coloco en la cama, me quito la venda, pero veo que ella igual se la quito y cuando nuestras miradas se conectan yo le sonrío.

—Clara, que rápido le ha crecido el pelo—me sonríe.

—Es trampa, se supone que no debías quitártela—la tomo de la cintura haciendo que me mire con sinceridad.

—El asunto está en que no me importa que te vea o no, sentiría tus toques, tus besos y tu timidez a kilómetros senos hermosos—la beso nuevamente—y ahora que ya te hice mía, no te pretendo soltar nunca más—la acuesto nuevamente y voy dejando besos pequeños, pero húmedos en su cuello torso.

—M-me encantas Leonardo—suelta en suspiros ahogados, déjame darme una cachetada a ver si es en serio que es mía o que todo está siendo en mi mente.

Entro en ella de repente y grita mientras hago movimientos lentos y apasionados, nunca me había sentido tan bien, no sabía que la follarla se sentiría tan bien.

—¿Q-qué dijiste hace un momento mamacita? —grita repetidas veces mientras entro y salgo rápido. Con mi mano derecha puesta en su clítoris, veo como toca el cielo mientras se pellizca sus senos de un modo impresionante, me encanta.

—¡Que me encantas! —vocifera entre gemidos—¡oh si Leonardo mi amor! ¡hazme tuya la vida entera! —que deliciosa es la vista y las frases que salen de esa sexy boca.

Esta vez, la cambio de postura, colocándola como perrito, se ve como una completa Diosa y ella colabora mejorando la posición de un modo más cómodo y placentero. Le agarro su ahora larga cabellera castaña y antes de que pudiera emitir una palabra, le penetro de manera bestial, sintiendo como su cuerpo llega al mismo cielo junto conmigo así juntos, hechos uno y volando bajito.

Mientras escucho como ella gime, me siento el rey, me siento en la gloria que la chica que he deseado, que me ha estorbado el sexo con las demás chicas, vino encubierto a mí casa y probó la aplicación, vino a mí y no sé que más pensar, le haré recordar su primera vez por el resto de su vida y creo que sin darme cuenta soy el hombre indicado para ella.

Entre espasmos y sus rodillas ya débiles de tan buena sensación, senitos hermosos se ha rendido, pero mi bestia sigue de pie.

—Y-ya papacito, detente—veo su cara roja y ella se muerde los labios ante la sensación. Le palmeo el trasero varias veces y grita, su voz angelical hace que toque el cielo.