CAPÍTULO 6: ¿Qué miras Ferri?

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"Solo guarda la calma, respira y vive

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"Solo guarda la calma, respira y vive."

Es que, ¿va a caerme un rayo en la cabeza ahora mismo?

—Déjame pasar—balbucea, no puedo creer que un hombre de alta clase esté con una botella de vino en la mano, todo mojado en mi casa. Quien ahora se ha vuelto mi martirio diario con el coqueteo y con eso de que ahora es mi jefe, pero no lo sabe.

—Entra—no está que se cae, pero tiene un poco elevado el alcohol en su sistema.

Me voy a cerrar la puerta y se queda mirándome porque lo que me coloqué por encima era como estas batas de baño y se me ha caído, dejando a su exposición visual mi cuerpo.

Me voy a cubrir, pero se levanta y me detiene. Solo se queda mirándome, pero tiene fuerza que ahora mismo no puedo zafarme de su agarre.

—¿Qué miras Ferri? —pregunto y sonríe.

—Déjame tenerte, por favor—yo aprovecho su sensibilidad y me suelto.

—Vete a casa, es mejor que te vayas a dormir Leonardo—le digo y él niega.

—Estaba tomando por ti, porque quería sacarte de mi cabeza—me mira fijamente—pero mi cabeza con alcohol solo me hizo venir por ti, no me ayuda a olvidarte. Hay cosas que no tienen arreglo, como algo que está debajo de mis pantalones que se la pasa enfocado en tu ropa de encaje del otro día—Dios, ayúdame a salir de esta pesadilla.

No puedo dejarlo ir así, está muy mal.

—¿Viniste en tu auto? —niega con la cabeza—te dejaré dormir aquí, ven a darte una ducha.

—Si es contigo—me abraza, se siente genial su cuerpo cerca del mío.

¿Qué estás diciendo Alaia?

—¡No me abraces alcohólico, egocéntrico y sucio pervertido! —lo suelto y él se ríe.

—Calma senos hermosos, está bien, su casa sus reglas—se empieza a desvestir y ¡padre eterno! Que vista.

—P-puedes hacerlo en la habitación—le digo, me volteo, pero fue en vano porque ya estaba en calzoncillos.

—¿Me quitas los calzoncillos? —sonríe como idiota.

—Te acabas de quitar todo lo otro muy bien solito—tremendo paquete veo yo, este hombre está bueno, pero es tan estúpido.

—Pero quiero que me lo hagas tú—niego con la cabeza y hace puchero—por favor, sé mi chica por el resto de mi vida, para no tener que tomar así y que si puedas quitarme la ropa cuando desees. ¿Sí?

Abro los ojos asombrada, creo que hasta haré que lo repita, para cuando esté sobrio escuche eso.

—¿Qué me dijiste? —coloco la grabadora para captarlo.

Más allá de una App #1 [Saga Más Allá] ✅️ BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora