CAPÍTULO 29: Mis ojos vieron todo.

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"Y fallaste una vez más, ¿o no?"

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"Y fallaste una vez más, ¿o no?"

(Leonardo Ferri)

Todo en el trabajo transcurría normal, Mary me ha comunicado que mi mejor amigo está pensando en regresar mañana a Londres, que ya no quiere estar lejos más tiempo y seguir con su trabajo.

Alaia y yo avanzaremos un poco de trabajo, digo, si es que dicha vista me lo permite. Me siento en mi mesa habitual y senos hermosos se para a mi lado.

—Te dejaré en ese lugar solamente porque hay que disimular y no quiero ser la jefa de esta empresa porque al ser tan grande no creo poder con ella, no soy empresaria aun—me sujeta de la corbata y se me acerca, haciendo que me estremezca—pero sabes y tienes bastante claro quién es que manda, ¿entendido papacito? —me dice y yo asiento, no sin antes robarle un beso el cual la hizo arrugar su cara de un modo tierno.

—Estamos más que claros de quien es que manda, yo no m opongo ante eso, senos hermosos—me suelta y moviendo de manera sensual sus caderas, se sienta. Lo hace de maldad para que me ponga de pie y la haga mía, pero debo mantener los cabales si quiero seguir viviendo, ella me lo impide cuando me pone los pantalones intranquilos.

Concentrada en su trabajo mi celular vibra y veo un mensaje de Hazel, qué extraño, ella supo que salimos e incluso nos ignoró.

—Hola Leo, mira, ¿Cuándo vienen? Es que no quiero estar sola y me aburro lo suficiente sin ustedes dos—algo no me cuadra, Hazel siempre escribe muy alegre.

—¡Hola, Haz!, yo voy pronto, Alaia se quedará un poco más para terminar unos bocetos para un plano de un próximo proyecto, pero como eres mi cuñada y debo mantenerme bien contigo, iré a ver una película contigo. ¡Guárdame palomitas! Nos vemos al rato—suelto el celular y Alaia lo toma.

—¿Con quién hablas en hora de trabajo amor? —me pregunta y le doy la contraseña para que vea.

—Con Hazel nena, está aburrida y me dijiste que te quedarás más tiempo, todos mis proyectos están al día gracias a ti—dejo un beso en su frente para luego ir a sus labios apetecibles y dejar un salvaje beso.

Al sentirnos sin aire ella me abraza para luego mirarla.

—Está bien amor, me escribes cuando llegues, te quiero—acaricio su cuerpo y la pego a mí haciendo que se estremezca.

—No te hagas la difícil conmigo nena, ya no te luce, mucho menos de lo que hiciste anoche—beso su mejilla y la dejo ahí estática con ganas de mí—y admite que me amas, eso de "te quiero" —hago comillas con los dedos—entre tú y yo ya no funciona.

Salgo y ella se queda estupefacta ante aquello. En cierto punto creo que no dejaré de ser un Romeo que deja a las mujeres loca por su toque o cualquier otra cosa.

Al entrar en el auto me relajo con un poco de música y me dirijo a casa de manera tranquila. Después de tanto tiempo, Londres está soleado hoy, me gusta lo agradable que se ve el clima de ese modo los rayos del sol son los que le dan vida a este día.

Más allá de una App #1 [Saga Más Allá] ✅️ BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora