Más allá de una App #1 [Saga Más Allá] ✅️ Borrador

CAPÍTULO 25: Hola, jefe.

"Un nuevo comienzo contigo, le da el fin a todo aquello que lastima."

(Alaia Coleman)

Comencemos con un nuevo día de trabajo, con un nuevo puesto y sobre todo es justo lo que quería. Con una falda un poco más corta, una camisa blanca, tacones y algo de maquillaje me hace sentirme lista para ir al trabajo, más feliz que nunca, ya sin nada que esconder.

Mi mejor amiga aún duerme, tuvo una larga noche de trabajo haciendo decoraciones para el día de hoy. La veo sobre la mesa y le dejo un beso en su frente, Alaia Coleman debe estar a las siete en su trabajo hoy.

Al ser temprano, decido irme a pie ya que no estaba tan lejos y sentir la rica brisa fría, nunca me había sentido tan feliz, tan libre...tan yo.

Coloco un poco de música en mi celular, mis auriculares y siento una relajación, por primera vez ya no debo esconderme de Leonardo y le quedará claro que no soy una torpe, sigo con ese remordimiento en mi alma. Soy honesta conmigo, estoy clara de que lo amo y eso no puedo negarlo, pero una pequeña lección no le hará mal.

Entre pensamientos, veo a una cuadra la empresa Ferretti, así que decido guardar mi dispositivo y aumentar el paso para llegar a la puerta, lo consigo.

Miro todo mi alrededor, pero no diviso a Leonardo por ningún lado, busco la hora y son las siete en punto, quizá no se demora en llegar así que decido esperarlo sentada en una banca que hay cerca de la entrada.

Puedo ver como un auto lujoso se posiciona en la puerta y baja el cristal haciendo que lo vea ahí con uno de sus trajes caros y unos lentes de los cuales ahora me mira por encima de ellos y me sonríe.

Sale del auto sin decime nada y se pone a abrir la puerta de la empresa. Me hace un ademán que entre y no comprendo por qué no me saludó ni nada, que jefe más descortés.

Se detiene para mirarme mientras entramos por el ascensor.

—Buenos días, señorita Coleman—me extiende su mano y yo le imito su acción, pero se pasa de listo acercándome a él, me mira fijo y sonríe—me gusta cómo va empezando su primer día con otro puesto como mi asistente, muy puntual y motivada—le sonrío y asiento.

—Téngalo claro desde ahora señor Ferri, de mí es muy difícil que vea una impuntualidad—se abre el ascensor y yo salgo delante de él recibiendo una nalgada de su parte, lo que hace que llame mi atención—¿Quién te crees que eres para darme una nalgada en el área de trabajo? —me río.

—Usted debe ir detrás del jefe, por si le pasa algo, no el jefe detrás de usted—lo tomo de su corbata bien colocada, captando toda su atención.

—De ahora en adelante con su asistente Coleman cambiarán muchas cosas, o anda al lado mío o andará usted detrás de mí—me mira asombrado.

—Perfecto, los dos a un mismo nivel, como usted ordene, señorita Coleman—me sonríe, no entiendo como no me ha besado, eso quiero ahora mismo.

—Bien, comencemos a ordenar mi puesto, jefe—camino meneando mi cadera de manera provocativa y siento un suspiro detrás de mí, como me encanta fastidiarlo.