¿Como sucedió? (Slade x Robin)

Traidor

Salía de la escuela un viernes a las dos de la tarde, y como ya era costumbre, fui corriendo a tomar un taxi que me dejara en la torre de los titanes o cerca de ella. Entré en la sala y vi a Chico Bestia y Cyborg peleando por el control remoto. Algo típico de hecho. _ ¡Tú lo usaste ayer, ahora es mi turno! _ decía Chico Bestia tirando el control hacía su lado. _ ¡Ayer no terminé de jugar porque ALGUIEN estuvo interrumpiendo mi juego cuando iba ganando! _ siguió Cyborg tirando el control hacia su lado esta vez. El control si era jalado de un lado a otro como lo estaban haciendo de sus esquinas, lo partirian por la mitad en cualquier momento. Sonreí. Ellos eran como mis hermanos aunque no llevaran mi sangre. Lamentablemente para mí, mi hermano mayor nunca peleó así conmigo. Es más, Joseph no me "hablaba" para nada y siempre estaba ocupado en sus cosas. Por lo que me contó Robin, al parecer estaba planeando su venganza contra mi padre y acabó en prisión, aunque esto último ya lo sabía por mi madre.

Caminé hasta los chicos y, haciendo una perfecta voltereta en el aire, tomé el control que tenían en sus manos y caí sentado en el sofá, escuchando un <<¡Hey!>> de parte de ambos titanes.

_ Hoy me toca a mí el control rojo. ¿Quién quiere perder contra mí hoy?

Sonreí burlisto a lo que ellos aceptando el desafío se turnaron para jugar conmigo y terminé derrotandolos a ambos. Dejé el control sobre la mesa y dejé que Chico Bestia consolara a su novio que no entendía como le había ganado si él estuvo solo a segundos de ganar. Reí por lo bajo y fui a buscar a mis padres. Ahora Robin era otro padre para mí y a él parecía gustarle que lo llamara así. Los busqué en la sala de entrenamiento y vi a mi padre acorralando a Robin en una esquina besandolo y no se que más ya que aparté la vista. _ Que asco... _ pensé. Aunque verlos teniendo sexo hubiera sido peor. Me hubiera generado traumas. Y solo ahora me doy cuenta de lo imprudente que hubiera sido si hubiera entrado en su habitación para hacerles una broma. Mejor me voy al campo de entrenamiento.

Una vez allí comencé a probar los nuevos niveles que Cyborg le sumó a la máquina de pruebas cuando yo superé el máximo la última vez. Ese tipo se había esforzado al máximo en mejorarlo para que no avanzara del nuevo nivel 1. Me cansé a los diez minutos de tratar de superar los obstáculos y estaba transpirando del cansancio, también un poco mareado si soy sincero. Iba a destruir un robot que venía a atacarme por la espalda cuando un fuerte dolor en mi pecho me desconcentró y fui golpeado por el androide dejándome en el suelo. Pero, a diferencia de otras veces, el dolor que sentía en mi pecho no cesaba, si no que iba en aumento y me dificultaba respirar. Me sujeté el pecho con las dos manos mientras me retorcía de dolor en el suelo y trataba de mantener la calma mientras siete armas láser apuntaban directamente hacía mí. <<Mierda>> exclamé antes de cerrar los ojos y esperar el golpe que jamás llegó. Cuando abrí los ojos me di cuenta que estos habían sido destruidos. Volteé y vi a Raven de pie a mi lado.

_ Sé que eres hijo de Slade y tienes su misma terquedad. Pero cuando sientas que ya no puedes más, debes detenerte. _ aconsejó a la vez que veía que no la estaba escuchando. Entonces extendió su mano hacia mí, y usando sus poderes, calmó el dolor en mi pecho y finalmente pude respirar. Suspiré aliviado y la miré gratamente sorprendido. Ella me ayudó a ponerme de pie y le agradecí. Ella me miró por largo rato cosa que me puso nervioso. Si Robin no me hubiera asegurado que ella no podía leer la mente me hubiera asustado. _ No tienes problemas del corazón. _ acotó sorprendiendome. _ Es algo más. ¿Que es?

De verdad ella no puede leer la mente ¿O sí?

_ ¿Slade lo sabe?, tu problema.

_ Por favor no se lo digas.

_ Es peligroso que guardes tu condición en secreto. Especialmente de tu padre.

_ Sé lo diré. Lo prometo. Pero no ahora. No quiero que me trate diferente.