Familia

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Grant había utilizado un puñal para atacar por la espalda a Slade, cosa que éste pudo esquivar a tiempo para golpear al otro con una una larga lanza con los extremos electrificados, que el menor pudo evitar con maniobras hacia atrás, manteniendo un perfecto equilibrio en la cornisa del techo de la torre titán. Slade no lo pensó dos veces y trató de golpearlo con su lanza para tirarlo al vacío o desestabilizarlo. Sin embargo, Grant era rápido y ágil por lo que no pudo alcanzarlo. Continuaron peleando hasta que el mayor hizo que el otro soltara su puñal. Slade sonrió y caminó hasta el menor con intenciones de darle con su lanza, cuando el chico usó unas granadas de humo que  dificultaban la visión pero que no impedía que el peliblanco supiera su ubicación atraves de sus demás sentidos. Lo que le permitió esquivar un golpe que iba dirigido a su cabeza. Usó toda su fuerza para derribar al chico pero este siempre lograba esquivarlo, al igual que hizo con los robots en el campo de entrenamiento. Deathstroke intentó distraerlo haciendo comentarios sobre su técnica no muy buena y lo mucho que le faltaba por aprender, pero no dio resultado. Él no era Robin. No sabía cuáles eran sus debilidades, no podría usar la psicología con él. Entonces el chico mencionó a Jericho y que merecía estar en la cárcel por ser muy débil, haciendo que Slade se desconcentrara lo suficiente para que Grant lanzara lejos el arma de su padre y quedaran iguales. Mano a mano.
Slade se dio cuenta de lo que hizo su hijo y sonrió poniéndose en guardia. Así comenzó otro enfrentamiento. Verlos a ambos era como ver a un clon del otro. Sus movimientos eran idénticos, su técnica perfecta. Grant tenía tanta fuerza como su padre que estaba a punto de vencerlo cuando se detuvo sujetando su pecho con la mano derecha e hizo que Slade se detuviera.

_ ¿Pasa algo malo? _ sujeto su hombro y lo miró con preocupación. _ Llamaré a un doctor. _ dijo luego de ver a su hijo sudar y respirar con dificultad.

_ Estoy bien, solo... debo descansar. No te preocupes.

_ Creo que te exigí de más. Lo siento.

_ Ya dije que no era nada, estoy bien. Mejor... mejor sentemos un rato. _ dijo caminando hacia la cornisa y sentándose allí. Slade no sabía que debería hacer ahora. Siempre había sido su esposa la que cuidaba de sus hijos cuando no se sentían bien. ¿Debería preguntarle a Robin? Aunque no es como que un adolescente supiera como cuidar a un niño al enfermarse. _ Papá, estoy bien ¿ves? _ llamó el chico palmeando el lugar a su lado. _ Siéntate. _ le hizo caso y se sentó. _ Porque mejor no me dices ¿Por qué mamá y tu se separaron? _ << Creo que ya sabes la respuesta>> _ Sí, pero... tu no le hiciste eso a mi hermano. Fueron tus enemigos, era inevitable. _ Slade sonrió. <<Escucha, chico. Se bien que me admiras y me quieres mucho. Pero que eso no nuble tu juicio. Fue a causa mía que secuestraran a tu hermano y fue mi terquedad la que hizo que le cortaran la garganta. Aún me arrepiento de eso>> _ Aún así... creo que ella exageró. ¿No podemos volver a ser lo que éramos antes? _ Slade lo miró con tristeza y luego suspiró.

_ No a menos que tengas una máquina del tiempo. _ dijo con una sonrisa triste. _ Además, aunque la tuviera yo no...

_ Sí, sí, el chico en mallas coloridas ahora es tu novio. _ dijo de mal humor,  haciendo que Slade se riera con ganas por como lo había llamado. A él siempre le había parecido un uniforme bastante llamativo y poco serio para un héroe pero nunca le dio mucha importancia. Grant también se rió un poco, contagiado por la risa se su padre.

_ Jaja... Por favor... por favor, hijo, no le digas nada a Robin de que me reí de su traje, podría matarme, ¿sí? Que quede como nuestro secreto.

_ El no podría matarte aunque quisiera.

_ Tu madre casi lo hizo, ¿sabes? _ bromeó señalando su ojo derecho pero a su hijo no le pareció gracioso, y en cambio le hizo deprimirse un poco haciendo que bajara la mirada. _ Algo me dice que mi novio no es de tu agrado.

¿Como sucedió?  (Slade x Robin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora