¿Como sucedió? (Slade x Robin)

No es posible

Era medianoche, y los jóvenes titanes se estaban dormidos plácidamente en sus habitaciones. Todos, menos el joven líder, que no paraba de revolverse inquieto sobre su cama, hasta que una sensación de ser observado, hizo que se sentara de golpe y mirara hacia la ventana. Pero no había nadie allí, solo las cortinas moviéndose al compás del viento. Acostumbró su visión a la oscuridad del cuarto, y mirando a todos lados sin ver nada. Suspiró. 

_ Slade. _ dijo haciendo que el nombrado saliera de entre las sombras, parándose frente a su cama. 

_ Hola, Robin. _ dijo con su habitual tono serio, mientras Robin saltaba de su cama, y haciendo una maniobra en el aire, intentó darle una patada en el rostro, pero este lo tomó del tobillo, dándole vueltas, soltandolo en el momento justo para que este cayera sobre la cama. Robin cayó boca arriba en la cama. Slade sin darle tiempo a nada, se sentó sobre él, sujetando con una de sus manos las dos del menor sobre su cabeza. Slade se acercó al rostro del más joven que forcejeaba por liberarse en vano. _ Demasiado lento. _ sé mofó, viendo divertido como Robin se retorcía debajo de él, tratando de zafarse de su agarre, hasta que se rindió. Slade se quitó su máscara con la mano que tenía libre, y la puso sobre la mesa de luz a un lado de la cama. _ ¿Ya te rendiste? _ dijo notando la respiración agitada del menor. El mayor sonrió. _ ¿tan pronto? _ Robin frunció el ceño, y con todas sus fuerzas lo golpeó en el abdomen con una de sus rodillas, haciendo que este lo soltara, facilitando que con sus piernas le envolviera su cintura, permitiéndole darlo vuelta, haciendo que este quedara debajo de él.

_ ¿Decías? _ dijo con una sonrisa presumida, mientras le apuntaba a la garganta con uno de sus bumeran explosivos. Slade sonrió complacido, alzando sus manos en rendición. _ ¿Qué?, ¿te rindes?, ¿tan rápido? _ se burló, acercándose al rostro de Slade. _ Qué aburrido... _ dijo alejando el arma de su enemigo, para después ser agarrado por la nuca y acercado al rostro de Slade. 

_ Basta de juegos. He esperado demasiado. _ dijo usando toda su fuerza para ponerlo boca abajo otra vez. _ Serás mío ahora. _ dijo demandante, haciendo latir con fuerza el corazón del adolescente, que entregado a lujuria, se dejó desnudar por el mayor, para posteriormente arrebatarle a él también la ropa, y acariciar ese prominente pecho que tanto le fascinaba al menor. Slade comenzó a besar y morder el cuello de Robin, igual que un animal en celo. Lo mordía con tanta fuerza, que siempre lograba arrancarle un pequeño gemido de dolor al pelinegro. Eso es lo que más disfrutaba el mercenario de tener sexo con el titan. Eso, y ver el rostro de su amante lleno de lujuria, desesperado por ser poseído por él. _ ¿te gusta? _ dijo mientras no dejaba de besar, morder, y lamer sus tetillas, ahora endurecidas por la estimulación. Para después empezar a lamer su miembro de arriba a abajo, arrancándole poderosos gemidos al adolescente, que se había privado de sus atenciones, durante un mes completo, luego de su última misión, que implicó ayudar a la patrulla a vencer a cerebro. _ Robin, cariño, me encanta escucharte gemir así por mí, pero... si sigues siendo tan ruidoso, tus amigos despertaran. Y no quieres que nos vean así, ¿o sí? _ sonrió, mientras no dejaba de atender el miembro del ojiazul, sin apartar sus ojos de todas las expresiones de su rostro. Robin intentó morder su mano para acallar sus gemidos, pero Slade, no le daba tregua, y lo estimulaba más, con intenciones de escucharlo gritar. _ ¿Qué sucede, Robin?, ¿tanto te gusta que no puedes bajar el volumen? jaja _ Robin lo miró mal por un momento, pero terminó arqueando su espalda, por el increíble orgasmo que estaba experimentando en ese momento. _ Delicioso. _ dijo luego de limpiarse el semen de sus manos. _ ¿te gustó? _ sonrió con arrogancia, que lejos de molestar al obstinado chico, lo motivó a hacer lo mismo, como ya era costumbre entre ellos. 

_ Sí, estoy satisfecho. Ya puedes irte. _ Slade abrió grande sus ojos, y frunció ligeramente el ceño, al ver la sonrisa burlista del más chico. _ A menos... que me desees tan desesperadamente, que no puedas aguantar ni un segundo más. _ dijo apoyando en sus rodillas, erguido frente a Slade, desafiante. Mientras Slade no dejaba de respirar de forma entrecortada y dejaba salir ocasionales gruñidos, por lo excitado que estaba por el tono desobediente y desafiante de su amante. _ Estás como un adolescente hormonal. _ se burló. Slade lo tomó con fuerza por el mentón e hizo que le mirara a los ojos, intentando intimidarlo con la mirada, pero solo hacía crecer el deseo de Robin, por ser domado por ese hombre, que había llegado a amar.