이십오. real life

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Gaeul era incapaz de despegarse del móvil

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Gaeul era incapaz de despegarse del móvil. Daba igual que estuviese en la sala de ensayos, rodeada de sus compañeras de trabajo y de Eunji, y que intentasen darle conversación: su atención solo se centraba en la pantalla del teléfono, donde se veían los numerosos mensajes que se había enviado con Hyunjin en lo que llevaban de mañana.

—Mírala —escuchó decir a Jiwoo, que llevaba quejándose de su actitud desde que se habían encontrado—, sonriéndole a la pantalla, como una adolescente enamorada.

—En el fondo lo es —comentó Seohyun, pegando un trago a la botella de agua. Luego intentó bajar la voz para que la joven de pelo rosa no la escuchase, pero no sirvió de mucho—, aunque es raro que no esté en modo robot.

Aquel era un apodo que había surgido cuando Gaeul se incorporó a la plantilla de los bailarines, ya que cada vez que se ponía a practicar se centraba únicamente en ello. Incluso durante los descansos, cuando los demás solían sentarse a recargar energías, ella se quedaba en las esquinas, repitiendo los movimientos hasta que no había nada más que pulir.

Esa Gaeul había desaparecido aquel día, y todo se debía a alguien: Hyunjin.

Su padre tenía la última entrevista, y si salía bien se incorporaría cuanto antes, permitiéndola poder dejar de trabajar en la cafetería; y Jumin tenía que realizar un trabajo, así que debía llevarle a casa de un compañero de clase. Eso significaba que tendría toda la tarde libre... y que estaría sola.

Tras hablarlo con el señor Yoon, que ya había advertido que dejaría dos folletos encima de la mesa, había planeado que el joven acudiese al apartamento. No sabía qué harían, porque el drama que estaban viendo había finalizado, así que estaba nerviosa.

—Es que desde que tiene novio... —Jiwoo suspiró pesadamente, como si hubiese soltado todo el aire que almacenaba en los pulmones—. Cualquiera diría que es nuestra líder.

—Eres consciente de que os estoy escuchando, ¿no? —dijo entre risas Gaeul, levantando la mirada del móvil por un segundo—. Os prometo que me despido y volvemos al ensayo.

—Eso dijiste en el anterior descanso, y aquí estamos —protestó su amiga, entrecerrando los ojos, juzgándola sin ni siquiera disimular—. Has hecho venir a Eunji para nada.

La maknae alzó una ceja, sorprendida por el hecho de que la hubiesen mencionado de un momento a otro. Estaba en una esquina, al lado del ordenador ya que era la encargada de la música, y no dejaba de deslizar el dedo por la pantalla del teléfono para leer mensajes de su perfil.

—¡Perdón! —se apresuró a disculparse Gaeul, mirando a la chica, que le quitó importancia con un movimiento de muñeca—. Es que me entretiene y...

—No te entretiene. Os entretenéis —corrigió Jiwoo, dispuesta a seguir chinchándola.

—Es que hoy viene a casa, y estoy nerviosa, y...

WOW - Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora