삼십육. real life

3.3K 257 585
                                    

Hyunjin estaba tan nervioso que no dejaba de encender el móvil a cada minuto, asegurándose de que aún tenía tiempo para organizar la fiesta de Gaeul

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hyunjin estaba tan nervioso que no dejaba de encender el móvil a cada minuto, asegurándose de que aún tenía tiempo para organizar la fiesta de Gaeul.

Eran solo las doce de la mañana, y ya estaba más que ocupado hinchando globos junto con Jiwoo, que se había vuelto en esos últimos días su gran consejera. La chica había pedido incluso el día libre para poder ayudarle a preparar todo.

—Podemos llevar la mesa a mi habitación, y así mover el sofá para allá —sugirió Jiwoo, limpiándose el sudor de la frente con el dorso de la mano.

Se notaba que estaban a finales de junio y que ya había llegado el calor, porque con solo andar de un lado para otro ya se sentían algo sofocados. También eran los nervios, porque ambos querían asegurarse de que todo salía bien: Hyunjin porque quería hacer feliz a su novia, demostrarle que era capaz de sorprenderla; y ella porque era una persona muy perfeccionista, a la que no le gustaba que nada se saliera de control.

Cuando terminaron de inflar todos los globos, de tantos colores que aquello parecía una explosión de arcoiris, se pusieron a ordenar los muebles, para aprovechar el máximo espacio posible. No tenían pensado invitar a mucha gente, ya que querían que fuese una fiesta pequeña, pero cuando se dieron cuenta ya eran diez y no había vuelta atrás.

—¿Crees que le gustará? —preguntó el idol, mordiéndose el labio con fuerza, observando toda la sala una vez habían acabado de situar todas las cosas y de decorar cada hueco.

—Ha quedado muy bien, sí —asintió la chica, analizando todo—. Le va a encantar.

—Eso espero —suspiró él de vuelta, tomando agua de la botella ya casi vacía—. Debería irme al dorm ya —informó, viendo la hora que era—. Volveré como a las cinco, para hacer la cena antes de que lleguen todos.

Jiwoo asintió, dándole una pequeña palmada en la espalda a modo de despedida, así que se fue casi corriendo, aprovechando cada minuto, cada segundo que le quedaba del día.

Todo estaba bien pensado: Gaeul llegaría a las siete junto con Eunji, esperándose una fiesta de pijamas con sus amigas, pero se encontraría con una de cumpleaños sorpresa. Después de cenar y pasar el rato, la invitaría al dorm, donde pasarían la noche juntos. Solos.

No sabía cómo había convencido a los demás para que se fuesen, ya que necesitaba despejar el apartamento durante todo el día para decorarlo, pero tampoco se quejaba. Se quedó allí encerrado el resto de la mañana y parte de la tarde, limpiando cada rincón con esmero y adornando el salón principal tal y como tenía planeado.

Sobre las tres, llamó a su novia, fingiendo que acababa de llegar de un ensayo y que había aprovechado su escaso tiempo libre para felicitarla de forma más personal

—Feliz cumpleaños, chica torpe —sonrió a la pantalla, aprovechando que era una videollamada. Siempre las había preferido: eran más cercanas, y podía ver cada gesto que realizaba la persona al otro lado—. ¿Qué tal tu día?

WOW - Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora