ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √

CAPÍTULO 39

Terminamos de cenar entre risas, fue muy agradable verlo tranquilo, tan relajado a mi lado, fue la cosa más bella que había visto.

Ver la paz en los ojos de alguien jamás había sido tan claro de ver como lo fue cuando mire sus ojos.

Fue curioso de hecho, darme cuenta que parecía atormentado antes, que no había demasiado en sus ojos y después...después verlos con claridad, es increíble cómo funciona el cuerpo humano.

Lo digo por lo que he aprendido y por lo que he sentido.

El cuerpo, carne y hueso, y luego esta el alma, la parte profunda, la parte que puede estar más rota.

Me pregunto que opinan los médicos sobre esas heridas.

¿Cómo lo explican?

Al ver a Vosk, es ver a un hombre fuerte y sano por fuera pero al ver sus ojos hay más, como dije antes, es un hombre misterioso.

Y cuanto más lo veo, cuanto más lo siento, más puedo decir que es como un niño en algunas ocaciones.

Lo miro mientras paga la cuenta, concentrado viendo el papel, siendo tan meticuloso en cada paso que da, todo calculado.

Lo miro con curiosidad, como su ceño se frunce mientras verifica que todo este bien, saca su cartera y pone el dinero y la cierra, todo con cuidado.

Levanta la vista y me encuentra mirándolo, me sonríe y yo a él.

Se levanta y yo lo imito, toma mi mano y nos guía al exterior del restaurante no sin antes ayudarme a ponerme mi abrigo cuando pasamos por la recepción.

Paso lo mismo, esa sensación eléctrica recorriendo mi columnaa, su aliento erizando la piel de mi nuca, sus dedos alizando el abrigo encima de mis hombros y luego sus dedos rodeando los mios, tomando mi mano y no soltándola hasta que me deja sentada en el lado del copiloto del auto.

Abre la puerta del piloto y se sube con elegancia incluso la hay cuando la cierra.

Me mira y yo a él.

-Gracias por esta cena, estuvo deliciosa-le sonrio y me acerco lentamente hasta darle un beso en la mejilla.

Siento el contraste de mis labios frios contra su mejilla caliente.

Escucho como mi corazón corre con prisa en mis oídos, la sensación de su piel contra la mia y quiero más.

Me separo un poco y él gira su rostro hacia mí.

La poca luz que tenemos proviene del panel, iluminando un poco su rostro con una luz azul.

Sus ojos ven los mios y siento como su aliento calienta mi piel, sus ojos viajan por mi rostro hasta detenerse en mis labios.

Alza la mano y con el pulgar acaricia mi labio inferior como lo hizo hace un rato.

Haciendo que toda mi piel vibre, que mis labios cosquillen por su toque, que mis ojos lo miren con anhelo.

-Quiero besarte-admite y siento como mi corazón corre con fuerza contra mi pecho.

Sus ojos me revelan el deseo que siente por mi y no puedo negar que no sea asi, es demasiado claro.

-Pero no solo quiero besar tus labios, quiero besar todo tu cuerpo-no hay duda en sus palabras, hay tanta seguridad y sensualidad que me hace estremecer.

Su roce sobre mis labios se vuelve mas intenso, aun cuando sigue siendo tierno.

Mi respiración es un caos.

Miro sus ojos con mis labios separados un poco, intentando calmar todo lo que él altero con esas palabras.

-Quiero tocar tu piel hasta hacerte estremecer-continua y yo trago con fuerza, siento como toda mi piel se sensibiliza ante el deseo que me provoca.