Me quede estacionada muy lejos de la entrada y veo por el cristal el gran edificio del hospital Branden.
Abro la puerta, tomo mi bolso y mi chaqueta por cualquier cosa, que dudo usar, ya que el clima no es tan malo como los que se esperan.
Camino rápidamente y paso las puertas de cristal sin pensar.
Camino a los elevadores y pulso el botón.
Me quedo parada esperando a que se abran y golpeo mi pie contra el suelo unas cuantas veces.
Las puertas se abren y entro al lado de los demás.
El elevador sube y sube hasta que estoy en la planta de cirugía general.
Tengo que hablar con Anne.
Camino por los pasillos saludando a uno que otro paciente e internos que parecen agotados.
-¿Han visto a Anne?-le pregunto a un grupo de internos que van de salida.
-Llego hace poco, creo que está en la habitación 7-dice uno de ellos y yo le agradezco y camino hacia la habitación de Bri, la chica que tuvo una apendicetomía.
La veo con una sonrisa hablando con aquella chica de pelo rojo.
Toco la puerta con una sonrisa y las dos me miran.
Una con una sonrisa permitiéndome entrar y la otra con la boca abierta al igual que sus ojos, totalmente sorprendida.
-No soy un fantasma Anne-me burlo y la paciente ríe.
Anne camina hacia mí y me abraza con fuerza.
-No he sabido nada de ti en estos días, pensé que ya me habías olvidado-dice Anne y siento un tono de tristeza en su voz.
-Hablemos afuera-le pido y ella se aleja y asiente limpiándose los ojos.
-Vendré en un rato, obedece la instrucciones, no quiero saber que te escapaste para ir a visitar al paciente de la habitación 15-dice Anne señalándola con la pluma.
-Lo que ordene doctora Linson-dice haciendo un saludo militar.
Salgo de la habitación seguida de Anne.
-Necesito checar a unos pacientes, te molesta acompañarme y luego vamos por un café y me explicas-dice y yo me encojo de hombros sin darle importancia.
Cuando termina de pasar a ver a todos los pacientes y pedir autorización para que me dejen pasar, charlamos y reímos un poco con las ocurrencias de estas personas, Anne me toma del brazo y caminamos al elevador.
-Vamos por un café-afirma.
-¿Qué paso?-pregunta mientras subimos al elevador repleto de gente.
-Creo que esperare a que podamos charlar más...en privado-le digo señalando muy discretamente a la gente de nuestro alrededor.
Ella asiente pero se ve inquieta.
-¿Te pasa algo?-le pregunto y ella me mira y niega algo dudosa pero luego asiente.
-Cuando estemos solas-dice y yo asiento con el ceño fruncido.
El elevador se frena y bajan unas cuantas personas y suben otras, entre ellas un demonio de ojos grises con una camisa blanca.
Me intento ocultar entre la gente pero no contaba con que la persona enfrente de mi fuera a bajar de último momento, revelándome.
Trago saliva y él presiona un botón.
Por favor, que no me vea, por favor, que no me vea.
Por casualidad levanta la cabeza y nuestros ojos se encuentran.
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ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √
Roman pour Adolescents-¿Qué...que quiere hablar conmigo? Se gira hacia mí mirándome con intensidad, una intensidad que me asusta porque parece mala, parece odio. -No quiero que sigas huyendo de mí. Jamás me había sentido tan pequeña al lado de alguien. -No quiero que sal...