CAPÍTULO 13.

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Me quede estacionada muy lejos de la entrada y veo por el cristal el gran edificio del hospital Branden.

Abro la puerta, tomo mi bolso y mi chaqueta por cualquier cosa, que dudo usar, ya que el clima no es tan malo como los que se esperan.

Camino rápidamente y paso las puertas de cristal sin pensar.

Camino a los elevadores y pulso el botón.

Me quedo parada esperando a que se abran y golpeo mi pie contra el suelo unas cuantas veces.

Las puertas se abren y entro al lado de los demás.

El elevador sube y sube hasta que estoy en la planta de cirugía general.

Tengo que hablar con Anne.

Camino por los pasillos saludando a uno que otro paciente e internos que parecen agotados.

-¿Han visto a Anne?-le pregunto a un grupo de internos que van de salida.

-Llego hace poco, creo que está en la habitación 7-dice uno de ellos y yo le agradezco y camino hacia la habitación de Bri, la chica que tuvo una apendicetomía.

La veo con una sonrisa hablando con aquella chica de pelo rojo.

Toco la puerta con una sonrisa y las dos me miran.

Una con una sonrisa permitiéndome entrar y la otra con la boca abierta al igual que sus ojos, totalmente sorprendida.

-No soy un fantasma Anne-me burlo y la paciente ríe.

Anne camina hacia mí y me abraza con fuerza.

-No he sabido nada de ti en estos días, pensé que ya me habías olvidado-dice Anne y siento un tono de tristeza en su voz.

-Hablemos afuera-le pido y ella se aleja y asiente limpiándose los ojos.

-Vendré en un rato, obedece la instrucciones, no quiero saber que te escapaste para ir a visitar al paciente de la habitación 15-dice Anne señalándola con la pluma.

-Lo que ordene doctora Linson-dice haciendo un saludo militar.

Salgo de la habitación seguida de Anne.

-Necesito checar a unos pacientes, te molesta acompañarme y luego vamos por un café y me explicas-dice y yo me encojo de hombros sin darle importancia.

Cuando termina de pasar a ver a todos los pacientes y pedir autorización para que me dejen pasar, charlamos y reímos un poco con las ocurrencias de estas personas, Anne me toma del brazo y caminamos al elevador.

-Vamos por un café-afirma.

-¿Qué paso?-pregunta mientras subimos al elevador repleto de gente.

-Creo que esperare a que podamos charlar más...en privado-le digo señalando muy discretamente a la gente de nuestro alrededor.

Ella asiente pero se ve inquieta.

-¿Te pasa algo?-le pregunto y ella me mira y niega algo dudosa pero luego asiente.

-Cuando estemos solas-dice y yo asiento con el ceño fruncido.

El elevador se frena y bajan unas cuantas personas y suben otras, entre ellas un demonio de ojos grises con una camisa blanca.

Me intento ocultar entre la gente pero no contaba con que la persona enfrente de mi fuera a bajar de último momento, revelándome.

Trago saliva y él presiona un botón.

Por favor, que no me vea, por favor, que no me vea.

Por casualidad levanta la cabeza y nuestros ojos se encuentran.

ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora