Llegue a casa agotada.
Arrastraba los pies y sentía que mi mente no procesaba ni una sola palabra más, ni siquiera creo que alguna acción porque en el momento que creí, si creí, que había soltado mi bolso encima del sofá, este cayó al suelo, entonces dudo mucho que mi acciones estén bien sincronizadas.
-¿Cansada?-pregunta Tayler y yo me dejo caer en mi taburete con dramatismo.
-No te haces una idea, el termostato del hospital se rompió-aviso y sostengo con mis manos mi cabeza.
-Vaya, eso sí que debió ser divertido-se burla y yo lo miro con los ojos entrecerrados, malhumorada.
-No lo fue, jamás había corrido tanto en mi vida, incluso, ni siquiera las vacaciones pasadas que fuimos a esquiar por navidad hacia tanto frio comparado con lo de hoy-le aviso y él abre los ojos enormemente.
-¿Tan fuerte?-pregunta mirándome y yo asiento-.¿y tú chamarra?
Esa pregunta hizo que mi corazón se saltara un latido.
Maldita parte del cerebro que me recuerda las cosas e incluso culpo a mi moral.
Entonces recuerdo que mi chamarra está en el hospital.
¡Demonios!
-Se la di a un pequeño amigo del hospital, la necesita más que yo-le digo sin darle tanta importancia pero él me mira entrecerrando los ojos.
En estos momentos detesto que me conozca tan bien.
-No me lo estás diciendo todo, no eres de pocas palabras-anuncia moviendo su dedo índice frente a mi cara.
Iba a morder su dedo pero él lo quito con rapidez.
-No, y no quiero contarlo-le digo y él se toca el corazón con dramático dolor.
-No, no digas más, lo entiendo, ya no somos como antes-me acusa y sonrío por aquel teatro inventado en su cabeza.
-Deberías de ser actor-le digo con una sonrisa y el niega.
-Las vistas de este cuerpo solo será para algunos afortunados-dice recorriéndose con las manos el pecho haciéndome reír.
-Ya, en serio, ¿qué paso?-pregunta recargando sus antebrazos en la isla.
Me levanto de mi taburete y le hago señas con la mano de que me siga.
Caminamos a mi habitación y él se avienta en la cama y me mira expectante.
-Yo me la pase de un lado a otro, no tenía frio hasta...-me callo y un relámpago de sus ojos grises aparece en mi cabeza.
-¿Hasta que que?-pregunta con una sonrisa divertida.
-Sigue con esa sonrisa en tu rostro y no te voy a contar nada-lo amenazo y el intenta ponerse serio pero no lo logra.
-Hasta que baje en un piso y ya todo estaba controlado, como se podía claro, camine y Vosk me tomo del brazo y me pregunto en donde estaba mi chamarra le dije lo mismo que a ti y que estaba bien y ya-digo rápido esperando que no me haya entendido pero al ver la forma en que la comisura de su labio empezaba a alzarse supe que lo entendió perfectamente.
-Hay Liza-niega y se levanta de la cama.
-¿Qué?-pregunto de mala gana y niega con la cabeza aún con una sonrisa en su rostro.
-¿Qué?-vuelvo a preguntar pero no dice nada, tomo una almohada y la lanzo en su dirección pero sale de mi habitación cerrando la puerta y la almohada se estrella contra esta y cae al suelo.
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ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √
Roman pour Adolescents-¿Qué...que quiere hablar conmigo? Se gira hacia mí mirándome con intensidad, una intensidad que me asusta porque parece mala, parece odio. -No quiero que sigas huyendo de mí. Jamás me había sentido tan pequeña al lado de alguien. -No quiero que sal...