Siento como mi cuerpo está completamente relajado, me muevo un poco y siento las suaves sabanas contra mi piel.
Abro los ojos lentamente y me encuentro con el sol entrando con fuerza por los ventanales.
Me siento en la cama aferrando la sabana a mi cuerpo con mi mano y veo a mi lado.
No hay nada, este vacío.
Me levanto envolviéndome en la sabana y me paro frente al ventanal, apreciando las vistas que anoche no fueron tan claras.
Veo al fondo unas montañas cubiertas de nieve y muchos árboles rodeando el lugar, llenos de escarcha blanca, el cielo algo grisáceo y el sol intentando entrar con fuerza a través de él.
-Buenos días-dicen en mi oído y siento sus brazos envolverme desde atrás.
Recargo mi cabeza en su pecho y huelo el jabón y su loción en el aire, me envuelve con fuerza.
Acaba de bañarse.
Veo sus brazos y estos están envueltos en una camisa blanca, lo sabía.
-¿Qué hora es?-pregunto frunciendo el ceño y él levanta su mano izquierda y ve su reloj.
-Las ocho y doce de la mañana-dice y yo abro los ojos con sorpresa.
-Es tu día libre y el mío también-dice Vosk rápidamente cuando nota que me tenso en sus brazos.
Me rio y niego con la cabeza.
-Eso pasa cuando no tienes un día de descanso fijo-le digo con diversión.
Me giro en sus brazos y lo veo a los ojos.
Claros, tan claros que me calman.
-Buenos días-le sonrió y él levanta una ceja y niega.
-No, no lo son-ahora soy yo quien levanta una ceja.
-¿Ah, no?-le pregunto y juego con el cuello de su camisa.
-No-dice y me besa.
Sus labios están fríos por el agua de la ducha y refrescan los míos.
Me aferro a su cuello y el me abraza con fuerza por la cintura.
No creo poder abrazarlo de otra manera que no sea esta, es demasiado grande.
Me separo y juego con un mechón de pelo mojado que cae por su frente.
-Ahora si son buenos días, ¿qué quieres hacer hoy?-me pregunta y yo veo al techo pensando.
-No tengo la menor idea, ¿tienes opciones?-pregunto y él besa mi nariz.
Me gusta esta parte tierna de él, es refrescante y pasmante a partes iguales, no sé cómo reaccionar cuando hace estas cosas.
-Por ahora, ¿qué te parece si desayunamos?-pregunta y yo asiento entusiasmada.
-Muero de hambre, pero me gustaría bañarme antes-le pido y él me mira de arriba hacia abajo y veo como traga con fuerza.
-Por mi podrías estar así todo el día.
Me aprieta más hacia él y una sonrisa juguetona provoca ese hoyuelo que me encanta.
-Si me hubieras despertado, créeme, la hubiéramos pasado muy bien-le susurro también juguetona.
Me separo de él y camino hacia la ducha.
-No me tientes, Haler-su voz me hace estremecer.
Miro sobre mi hombro y lo veo mirarme con el ceño fruncido.
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ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √
Roman pour Adolescents-¿Qué...que quiere hablar conmigo? Se gira hacia mí mirándome con intensidad, una intensidad que me asusta porque parece mala, parece odio. -No quiero que sigas huyendo de mí. Jamás me había sentido tan pequeña al lado de alguien. -No quiero que sal...