CAPÍTULO 20.

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Unravel me-Sabrina Claudio.
Pongan la canción cuando esté (pongan canción plis)
Disfruten.

Llegue a la casa arrastrando los pies y los ojos cerrándose cada dos por tres.

El alba empieza a despuntar desde lo más alto iluminando con un color naranja mi sala.

Dejo mis cosas en el sofá y veo como mi bolso rebota y cae al suelo y no le doy la más mínima importancia.

Continuo mi camino y al pasar por el pasillo escucho ruido en la habitación de Tayler doy tres golpes a la puerta y luego abro la puerta de mi habitación.

Ahora puedo expresar lo que sienten los zombies.

Continuo hasta que mi cuerpo se estrella contra algo blando y gimo de placer y algo de cansancio.

-¿Pero qué te han hecho mujer?-pregunta Tayler inundando mi habitación con su típico olor de jabón.

-Yo...no tengo ni la menor idea-el sonido de mi voz sale amortiguado por la almohada.

-Me iré al mercadillo del centro-avisa y yo levanto el brazo o pienso que lo hago pero me doy cuenta que sigue estando a mi lado.

Cierro los ojos y me quedo profundamente dormida sin importarme que traiga el uniforme que me dio el hospital con un identificador de que no soy médica.

Empiezo a agarrar conciencia y la pesadez ya no es tan fuerte como hace rato.

Abro los ojos lentamente y siento la baba mojarme la mejilla.

Lamento decirles pero el babear cuando duermes es delicioso, porque significa que lo disfrutaste, sí señor.

Me siento poco a poco en la cama y con el dorso de mi mano me quito la baba y me rasco la parte de atrás de mi cabeza.

Veo a mi alrededor y todo está en completo silencio, las cortinas gruesas corridas impidiendo que la luz entre en mi habitación.

Me siento en el borde de la cama y busco con mis pies mis pantuflas las cuales no encuentro.

Bufo y doy un respingo a sentir el suelo frio.

Las busco con la mirada y las encuentro una a cada extremo de la habitación.

Las recojo y me las coloco cubriendo mis pies con lo afelpado de su interior.

Abro las cortinas y cierro un poco los ojos al ver el sol en un lindo atardecer.

¿Pero cuánto he dormido?

Veo la mesita de noche al lado de mi cama y no visualizo mi teléfono.

Camino a la sala y recojo mi bolso y saco mi teléfono.

Dos mensajes.

El primero es de Anne deseándome una linda recuperación de mi primer turno de noche.

El segundo es de mi cadena telefónica.

Le envió un stiker de Boo de Monsters, Inc, adormilada.

Camino a la concina escuchando mis pasos contra el suelo.

Me paro enfrente del refrigerador y veo un post-it de mi compañero de vivienda.

"Llegaste hecha un desastre, arréglate y ven al restaurante, la casa invita"

Sonrío y mis tripas rujen ante la mención de comida, pero sobre todo, ante la mención de comida gratis en el restaurante de Tayler.

Tomo una botellita de agua y le doy un buen trago mientras me dirijo a la ducha.

ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora