ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √

CAPÍTULO 7.

Viernes al fin.

Ni siquiera cuando estaba en la universidad había deseado tanto que llegara el fin de semana.

Porque sí, tengo día de descanso, que varían dependiendo el día que quiera tomar para ver también el hospital lo fines de semana claro.

Pero en esta primera semana, el sábado es mi día libre y estoy demasiado feliz por ello.

Corro por los pasillos del hospital siguiendo a varios internos que van al parecer a ver una cirugía.

Entro y veo que es un lugar donde hay varias sillas todas ocupadas por médicos e internos.

Veo por un cristal y abajo esta Tania con todo su equipo.

Oh no.

Retrocedo y me aferro a la pared al lado de la puerta con fuerza.

Veo como todos están muy entretenidos mirado, incluso unos toman fotos.

Sigue entrando gente y yo no me muevo de mi lugar viendo a todos lados.

En eso un hombro roza con el mío y al levantar la vista me encuentro con el perfil del que me juro sacarme de aquí.

Demonio Vosk apareció.

Camina unos pasos y se recarga en la pared viendo la operación con los brazos cruzados.

¡Rayos!

Vamos Liza, tu puedes soportarlo.

Veo la cirugía y aprieto las manos a la pared con fuerza.

No puedo ver esto, no esta operación en especial.

-Es fascinante, ¿no?-susurran a mi lado y aprovecho eso y veo a Anne con un café en mano.

Es la persona que conozco que más consume café.

-No tengo palabras-murmuro y ella asiente.

-Tienes que ir y ver una de las mías, ¡Uh no!, mejor una de las de él-señala con la mano que tiene el café al doctor Vosk.

¡Si supieras Anne!

-Es como ver a una pantera analizar a su presa y moverse con gracia y agilidad, una locura en su totalidad-asiente y yo veo al doctor que no quita su mirada concentrada de la operación.

Veo como Tania inserta algo en el ojo del paciente y un escalofrió me recorre.

-Apuesto a que tú eres mejor-la veo y ella me sonríe con gratitud.

-Hablo en serio, Iza-su aparatito empieza a sonar y se da la vuelta y se va y estoy a punto de ir tras ella.

Pero sé que tengo que terminar de ver esto.

Puedo hacerlo, puedo hacerlo, me repito aferrando mis manos a la pared.

Imágenes aparecen en mi cabeza y necesito apartarlas de inmediato.

Veo la cirugía y aprieto los dientes.

Empiezo a respirar rápidamente hasta que mi celular suena haciéndome saltar.

Aprovecho y salgo de ahí como el correcaminos.

-¿Si?-contesto haciéndome el pelo para atrás.

-¡Izi! ¿A qué hora terminas hoy?-pregunta la voz alegre de Tayler y de inmediato una paz me absorbe.

-Espero que temprano, ¿por qué?-suspiro y camino por el pasillo.

-Quería llevarte a aquel lugar al que me llevo Jeremy-dice y yo ruedo los ojos cuando empieza a dar órdenes en su cocina.