"¿Quieres salir conmigo?" (Betty POV)

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Marcela me dejó en la puerta de mi casa y salió rumbo a la suya, me siento diferente, pero me da miedo sentir de nuevo. Tengo que platicar con la almohada.

-¡Hola! ¿Hay alguien en casa que me ayude con estas maletas?
Escuché un bullicio a lo lejos que se fue acercando a mi, eran Nicolás y mis papás, me apapacharon mucho.
-¿Como te fue, reina? ¡Te extrañábamos!
-¡Muy bien, papi! Ando muy feliz, se vienen cosas buenísimas que nos van a dejar buenos ingresos.
-¡Eso, mi niña!
-Eso si, tengo hambre, má, ¿Qué comieron?
-Vente, acá te sirvo y nos sigues contando de tu viaje.
-Si, mamá, porque ocupo hablar de negocios con Nico largo y tendido.
-Ay Betty, no estés fregando, primero platicamos de tu viaje.

Comimos, platicamos, todo bien, les di lo que les traje de allá, ya saben, esas cosas del hotel.

-Oye, Nico, ayúdame a subir mi maleta, por favor.
-Si, patrona, claro.
-Ándale, simple, necesito que platiquemos.
-Está bien, Betty, no te preocupes, vamos.

Subió mi maleta entre quejidos y trabas, pero la subió.

-A ver, aquí parece que traes Cancún completo.
-Ten, te traje una camiseta, por cierto.
-Ya con eso siento que viajé también.
-Dime, ¿Como te fue con las inversiones?
-Bien, fíjate que el dinero que me dejaste ya es solo el 15% de lo que tenemos en total, casi lo multiplico seis veces.
-¡Nicolás! ¡Eso es mucho dinero! Eres lo máximo, ahora tenemos que hablar de tu paga, que si sigues con esto de cajón, puedes hacer buen dinero, ¿Qué opinas? ¿Te quedas de planta?
-¡AL FIN VOY A RENUNCIAR! ¡MAÑANA MISMO LLEVO MI RENUNCIA AL BANCO!
-Bienvenido al barco, señor Nicolás Ramos. Permítame darle un abrazo.
-Vaya, más que aceptado, licenciada Rincón.
-Oye Betty, y, ¿Qué tanto hiciste con tu jefa allá?
-Pues, trabajamos... Y otras cosas, pero trabajamos.
-Te veo muy contentita, Betty, algo no me andas diciendo.
-Si, Nico, estoy muy feliz, no sé que pase mañana, pero hoy estoy feliz. Y ya vete, quiero descansar, bañarme y acostarme a adelantar trabajo. Pero necesito que mañana mismo seas libre de tu otro trabajo porque te ocupo tiempo completo con las inversiones.
-Si, si, si, jefa, gracias por esta oportunidad, te diera un beso pero sería incesto eso.
-Ya chistoso, vete.
-Cuídate mucho, te veo mañana, y, me alegra mucho que andes feliz, hermana, así no quieras decirme por qué, sé que lo harás tarde o temprano.
-Si te voy a contar, pronto, aunque ya te imaginas que ha de ser. Adiós.

Desempaqué mi maleta, me quedé tirada en la cama pensando tantas cosas, hasta quedarme dormida... Marcela, Marcela, Marcela... Destrózame la vida, pero bésame primero.






Buenos días, otro día, otra moneda.

Desperté temprano y vi que tenía un mensaje de anoche de Marcela, qué pena, me quedé dormida y ya ni lo vi. "Qué linda, yo quiero verte también..."
Pensé para mí.

Me alisto, me peino y bajo a desayunar.

-Hola, reina, ¿Cómo amaneciste?
-Bien, pá, ¿Qué tal tú?
-Bien, hijita, tu madre salió por leche para el café. Cuéntame, ¿Cómo está Marcelita?
-Muy bien, nos la pasamos muy bien, los negocios van super bien, es de lo mas precioso allá, fui muy feliz, papá, es muy buena compañía, conocimos muchos lugares.
-Me alegra mucho, Betty, se ve que Marcelita te hace bien, y eso me hace feliz.
-Si, si me hace bien.

Entró mi mamá.
-Betty, mi vida, Marcela está esperándote afuera.
-¡Ah! ¡No vi su mensaje! ¡Qué vergüenza! Ya me voy, los amo.
-Me dijo que no te mandó, no te preocupes, pero no desayunaste, m'ija.
-Ya ni modo má, a ver si paso por un licuado o algo, de camino.
-Cuídate, Betty, Dios te bendiga.
-Los veo en la noche.

Tomé mi maletín, mi bolsa y salí. Qué guapa se ve recargada en su auto, con sus lentes oscuros, es la más guapa del mundo. Le dediqué una buena sonrisa.

Solo negocios: B.E.N.Y. [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora