No puedes cuidar nada, Marcela, NADA. (Marcela POV)

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Llegué en una nube de amor a casa, ¡Qué bonita luna!, ¡Qué bonito cielo!, ¡Qué bonito amor!

Abrí la puerta y me encontré con lo último que pensaría, una escena de velas, pétalos de flores y un catrín frente a mi con otro ramo de rosas.

-¿Armando? ¿Qué estás haciendo tu aquí? ¿Como entraste?
-¿No recuerdas que me diste una llave para emergencias?
-Caray, pensé que la habías perdido o algo, me la devuelves antes de que te vayas.
-Estas son para ti.
Extendió el ramo hacía mi.
-Gracias, mira, yo no creo que haces bien estando aquí.
-Pero, ¿Por qué? Si vengo con las intensiones mas buenas del mundo.
-Será el sereno, pero no me siento cómoda contigo aquí y menos en ese plan.
-Marcela, yo te amo, y sé que aún tu sientes algo por mi.
-Armando, yo te quiero, si, pero hasta ahí.
-O... O sea que ya no estás enamorada de mi...
-Por eso mismo te devolví el anillo aquél día y creí haber sido clara en ese momento.
-Pero, Marce, amor... Yo sé que podemos volver a estar bien.
-¿Como estás tan seguro de eso?
-Porque te conozco. Porque sé leer cada una de esas miradas tuyas.
-Pues solamente te estás equivocando, y me estás haciendo sentir mal. Por favor, retírate.
-Está bien, si así lo quieres, me iré, pero primero, dame el placer de tomarme unas copas contigo, por última vez.
-Ya no bebo, Armando, me hace mal.
-Por favor, de despedida.
-... Una copa y te vas.
-Promesa.

Es muy malo prometiendo cosas, muy muy malo, recuerdo escenas de ese lapsus brutus que tuve, a ratos reíamos como amigos, a ratos llorábamos como niños, a ratos balbuceábamos y no hilábamos palabra, todo muy raro...

Amaneció y desperté demasiado aturdida, demasiado confundida, asqueada y desorientada. Estaba en ropa interior en mi cama, al despabilarme me di cuenta que la había cagado, PORQUE NO ESTABA SOLA.

-¿QUÉ CARAJOS HACES AQUÍ? ¿QUÉ ME HICISTE ANOCHE? ¿QUÉ PASÓ? DESPIERTATE, IMBÉCIL.
-Amor, habla despacio, me aturdes.
-Pues a ver si así te despiertas... ¡¡¡ARMANDOOOO MENDOZAAAAA!!!!
-Por un demonio, Marcela, ¿QUÉ QUIERES?
-¿QUÉ QUIERO? Que te salgas de mi cama, de mi cuarto y de mi casa, pero primero, dime qué pasó anoche.
-¿Perdón? ¿No ves que estoy en tu cama? ¿Qué crees tu que paso?
-Eres una mierda, abusaste de mi.
-No, aquí no pasó nada que tu no quisieras.
-¿QUÉ? ¿ESTÁS DICIENDO QUE MI ESTADO ETÍLICO TE DIO PERMISO DE PONERME UNA MANO ENCIMA?
-No, te estoy diciendo que tu quisiste esto, si no, no traerías eso de nuevo en tu mano.
Levanté mi palma izquierda y ahí estaba en mi dedo anular, ese puto anillo. Solo me confundí más.
-¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?
-Parece bastante obvio, we're engaged again!
-Lárgate. Lárgate y ten tu porquería. Eres de lo más bajo, no te creía capaz de tanto.

A empujones y a medio vestir, pero logré sacarlo de ahí, eso si, tenía otra tarea, cambiar las cerraduras de mi casa y hablar con Beatriz de esto, antes de que algo mas pasara. Desayuné, hablé al cerrajero, me bañé y salí volando a casa de los Rincón.

-¡Hola, mi cielo!
-Buenos días, vida.
Me dio un beso y partimos a la oficina.
-Oye, tengo que hablar contigo de cierto tema que sucedió ayer.
-¿Es algo malo? Te siento rara. ¿Pasó algo entre nosotras? ¿Hice algo mal?
-No, no, mi sol, tu no tienes la culpa de nada.
-Entonces, hablo yo, para alegrarte, déjame contarte que Nico me mandó el estado financiero de las inversiones y en muy poco tiempo podremos dar un avance más importante en la construcción y esas cosas.
-¿ES EN SERIOOO?
-¡Siiii!
-¡ESO ES GENIAL, BEATRIZ! Ven acá, esto se merece un premio.
-¿Uno nomás? Quiero más.
-Mil besos te daría pero ya casi llegamos a la empresa.
-Oye, ya no me dijiste qué pasó, lo que querías contarme.
-Cierto, eso, ¿Te parece que te llevo a comer y ahí hablamos? Te necesito tranquila.
-Claro, como tu digas. Me estás asustando.
-No, cielo, necesito que confíes en mi.
-Te veo arriba.

Solo negocios: B.E.N.Y. [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora