México lindo y querido. (Betty POV)

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Marcela se fue y Nicolás y yo subimos a mi cuarto a platicar:

-Nico, me voy de viaje en unos días y necesito que me hagas un favor.
-A ver, Betty, dime.
-Necesito que empieces a trabajar conmigo...
Procedí a explicarle el plan completo y sus funciones en todo esto.
-¡Wow, Betty! ¡Es un chorro! ¿Es en serio?
-Si, si, Nicolás, es en serio, te prometo que se te va a pagar bien, no es de gratis tu trabajo.
-Betty, ¿Voy a poder renunciar al banco?
-Si, pero no aún, pronto, cuando esto empiece a rendir frutos.
-¡Voy a poder mandar a la chingada a Don Hermes! Pinche viejo cascarrabias, explotador, enfadoso. Gracias Betty, gracias gracias.
-Pa' empezar, tu jefe tiene nombre de novela. Segundo, no comas ansias, esto va de poco a poco y todos andamos en riesgo por levantar este proyecto, cuento contigo para manejar ese dinero muy bien.
-Claro que si, Betty, aquí andamos. BeNi promise.
-BeNi promise.

El fin de semana se fue volando, entre hacer maletas, mi papá dándome mil consejos y mi mamá empacándome cantidades industriales de protector solar, ni chanza tuve de descansar.

Lunes. 5:30 A.M. No imaginan lo difícil que es mantener los ojos abiertos a esa hora. Llegó una camioneta negra a la puerta de mi casa, era ella, venía en uber al parecer, se veía diferente sin su ropa formal, traía una camisa a cuadros desabotonada gris con negro y debajo una camiseta blanca, unos jeans rotos y unos tenis blancos, con el cabello lacio, se veía bien a cara lavada, como que mas tranquila.

-¡Buen día! ¿Lista?
-Si, si, aquí está mi maleta y todo.
-Ten, los documentos que te faltaban, tuve que enfadar a Miller para que me los diera ayer y no andar a las prisas hoy.
-¡Gracias! ¡Que emoción!
-¿Nos vamos?
-Claro que si.
Entró mi papá a la sala
-Claro que no, reina, no sin despedirte de tus padres. ¡JULIA! ¡VEN QUE YA SE VA BETTY!

Podría jurar que pensaban que no volvería o algo, pero los entiendo, es mi primer viaje sola, bueno, ni tan sola... Para nada sola.

El chofer subió mis maletas al auto y emprendió la marcha, ambas íbamos en el asiento de atrás.

-Dime que traes algo más fresco, por favor.
-Eh... Creo que no.
-Beatriz, vamos a Cancún, es pura playa allá.
-Pues si pero sabes que estoy cómoda así.
-Igual allá podemos comprar algo. Me emociona que esto se esté materializando, de poco a poco, sé que nos va a cambiar la vida.
-Yo también traigo esa sensación, junto con los nervios de volar.
-¡Qué bueno que mencionas eso! Te compré un libro para que colorees. A mi me funcionaba de pequeña cuando viajaba, a lo mejor a ti también.
Sacó de su mochila un paquete de colores y un libro de mandalas en blanco.
-Gracias, en serio, muchas gracias.

Llegamos al aeropuerto y aún faltaba una hora para salir. Marcela se compró un café y yo un sandwich porque no desayuné. Coloreé unas paginas de mi libro mientras pasaba el tiempo, ella me preguntaba cada dos segundos como me sentía, eso me daba seguridad, ella tenía esa habilidad de hacerme sentir como en casa, cuidada, segura.

El viaje fue tranquilo, rápido, hicimos una escala y sobre todo, NADA DE TURBULENCIAS.

-¡Es precioso aquí, Marcela!
-Mis papás nos traían cuando éramos pequeños, con el tiempo dejó de pasar porque sus ocupaciones eran más y más, y cuando crecí lo suficiente, ya no me llamaba venir porque no era con quien yo quería venir, mis padres...
Volteó a verme mientras sonreía y continuó
-... Pero estar aquí contigo, me hace sentir lo mismo en el alma.
Me nació tomar su mano, temerosa pero lo hice viéndola a los ojos.
-No sabes cuanto aprecio que pienses eso de mi estando aquí contigo.

Llegamos a un restaurante muy bonito al aire libre, cerca del hotel para hacer tiempo, aún faltaba hora y media para hacer check-in.

-¿Me permites ordenar por ti?
-Claro, adelante.
Llegó el mesero y ella procedió a ordenar.
-Me traes por favor dos mojitos y dos platos de pasta con camarones.
-¿Me pediste alcohol?
-Cálmate, uno no es ninguno, además, hoy vamos de fiesta para celebrar que empezamos un nuevo capítulo en nuestras vidas profesionales.
-Por cierto, debemos hablarle al arquitecto y a los de bienes raíces.
-Cuando lleguemos al hotel haces eso, por favor.

Solo negocios: B.E.N.Y. [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora