Día 1 siendo la prometida de Armando, de nuevo. (Marcela POV)

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No sé ni como pero estaba afuera de su casa... Y tampoco sé como pero estaba tocando a su puerta. Me abrió su mamá y al verla fue que caí en cuenta de lo que había hecho:

-Buenos días, Marcela, ¿Como estás?
Me abrazó.
-Bien, señora Julia, ¿Está Beatriz?
-Salió temprano para la oficina, Nicolás la acompañó, ¿No te avisó?
-No caray, igual, se le ha de haber olvidado, no pasa nada. Gracias.
-¿Quieres un café? ¿O ya te tienes que ir?
-Bueno, se lo acepto, no hay problema con que llegue un poco tarde hoy.

Pasamos y me senté en el comedor mientras su madre me servía el café.

-Aquí tienes, hija. ¿Gustas azúcar?
-Si, por favor, o si tiene leche.
Se sirvió un té y se sentó frente a mi, anduvo sin rodeos.
-Marcela, veo a Betty algo rara, anda distante, ausente, no ha comido, ¿Ha pasado algo? ¿Hay algún problema en la empresa?
-No, nada de eso, señora Julia, de hecho estoy aquí para hablar con ella, y disculparme, verá, yo no hice las cosas de la mejor manera y ella no sabe todo el contexto, por eso vine, pero ya se me adelantó y se fue.
-¿Podrías contarme?
-Pronto, supongo que ella lo hará a su tiempo, pero quiero que sepa que todo está bien en el trabajo, yo no pienso separarm... Despedir a Beatriz de ninguna manera, sé que han tenido algunos problemas económicos y que es lo último que necesita, más problemas.
-Gracias por cuidar a la niña, Marcela, supongo que tu mundo no es para ella y no está acostumbrada a ese estilo de vida o se ha de sentir abrumada.
-Créame que lo último que quiero es que Beatriz sufra, quiero demostrarle que puede triunfar en este mundo, que esta vida es para ella si así lo desea.
-Eres una gran niña, m'ija, sé que le haces mucho bien a Betty. Espero puedan amigarse de nuevo.
-Yo también quiero hablar con ella, que sepa con claridad las cosas.
Nos quedamos en silencio un momento y me tomó de las manos.
-Sé que Betty te va a dar oportunidad de que platiquen, pero por favor, no la atosigues, a veces reacciona mal.
-Está bien, señora Julia, voy a cuidar su espacio... ¿Me permite su baño?
-Claro que si, subiendo las escaleras después del cuarto de Betty.
-Muy bien. Gracias.

Subí y no pude seguir de largo, me metí a su cuarto y me senté en su cama, le eché un vistazo a cada centímetro del lugar, de su santuario, claro, sin tocar nada, pude ver que tenía una caja mal cerrada, no quería violar su privacidad pero simplemente pasó, vi que habían cosas muy particulares ahí, de primera vista parecería una caja de basura, pero al ponerle atención pude entender de qué se trataba. Había una bolsa de papel con el nombre del restaurante donde le compré su desayuno aquella vez, unos tickets de cuando fuimos al arcade, unos popotes que después de verlos un rato, supe que eran de las cafeterías y lugares donde comprábamos algo para beber, incluso encontré un arete mío que había perdido hace meses y me resigné a no encontrar, en ese entonces que no recordaba donde lo había dejado Beatriz apenas llevaba unos días trabajando en V&M. Ella llevaba tanto tiempo sintiendo algo por mi y yo apenas enterándome, ¡Qué ciega estoy!... Yo apenas gateando en esta historia y ella ya ha recorrido metros sola.

Ahí estaba yo, sentada en su cama, llorando de la pena, lo mucho que la he de haber herido, soy una imbécil. Me limpié las lagrimas y salí de ahí, me despedí de su mamá y aceleré a la oficina. Tenía que dejar claro esto sin importar qué pasara después.

Llegué, Wilson me estacionó el auto y subí por las escaleras, traía tanta prisa que no podía esperar al elevador. Sentía como en cada paso, la escalera se extendía cinco escalones más hasta que por fin, el último escalón, estaba fatigada pero arriba. Aura María me vio extrañada.

-¿Señorita Valencia, está bien? ¿No sirvió el elevador? Le diré a Giovanny que lo revise si gusta.
Yo estaba en cuclillas recuperando el aliento
-No... No es eso... Me urgía estar aquí.

Solo negocios: B.E.N.Y. [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora