Cambiaron las reglas del juego. (Marcela POV)

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"No hay día que no llegue ni plazo que no se cumpla..."

Ya me acabé los ansiolíticos, sigo en terapia y me he sentido extrañamente consolada por mis hermanos.

-¿Qué estás haciendo?
-Cambiándome para ir a la oficina, ya me cansé de estar aquí, me siento inútil.
-¿Estás segura? Dame un rato y te acompaño.
-Estoy bien, Malú, te lo prometo, puedo manejarlo. Mi terapeuta me recomendó ir al menos 1 hora, reincorporarme poco a poco.
-¿Y qué pasó con Patricia? ¿Cómo se tomó lo de Beatriz?
-Ah... Eso...

*Flashback a aquella conversación*

-Patricia, estoy enamorada de otra persona que no es Armando... Y tampoco es hombre.
-Ay si, como no.
-Esto es serio, no te estoy mintiendo, el compromiso se acabó.
Le enseñé mi mano izquierda sin anillo.
-¿¡QUÉ?!
-Hace semanas explotó la bomba.
-A ver, elabora eso.
-Pues, digamos que pasaron cosas.
Le mostré el correo y las fotos.
-¿FEATRIZ?! ¿¡ESA ES FEATRIZ?!
-Por favor, no le digas así, no lo voy a permitir.
-Está bien, está bien. Pero, amiga, eres la Leona de la moda, ¿Es en serio que te gustan las feas?
-Vete.
-No, no, me calmo. Marceeee, cuéntame bien cómo pasó todo.
Pasaron varios minutos de mi hablando incesantemente.
-Pero ella se fue y quién sabe si vuelva.
-¿La amas?
-Ahora que me lo preguntas, me he dado cuenta que cada que platico esto, ME LO CUESTIONAN.
-Yo no he oído respuesta.
-Si, Patricia, la amo, pero no se si valga de algo en este punto. Está muy herida.
-Ay, por favor, si eres lo mejor que le ha pasado a la fe... A Beatriz.
-No, de hecho, es al revés.
-Mira, amiga, yo vivo en guerra con los entes carentes de sentido de la estética, ejemplar perfecto de eso es tu novia, pero, el intento haré de digerir tu crimen de odio.
-¡Eres una ridícula! No sabes como deseo que te enamores de alguien que te rompa todos los esquemas.
-Esquemas de dinero, esos si, que los vuele, que los supere, que sea groseramente rico.

*Cierre de flashback*

-Parece que no lo tomó tan mal.
-¿Verdad? Pudo ser peor.
-En fin, dame quince minutos y nos vamos a la oficina, por favor, quiero acompañarte.
-Está bien, Malú, no te preocupes, voy a estar en el auto.

En el elevador se me salió una lagrima, prácticamente llevaba yo un mes sin pararme ahí. Malú tomó mi mano y me dio una gran sonrisa para darme confianza. Me sentía temerosa, no sabía como iba a reaccionar si veía a ese bastardo. Dios me bendiga hoy y me dé la fortaleza que me falta.

-¡Buenos días, chicas!

Me respondieron en coro. Mariana me acompañó a la oficina y me actualizó sobre mis pendientes y todas esas cosas.

-Miss Marcela... ¿Puedo hacerle una pregunta?
-Claro que si, Mariana, te escucho.
-¿Usted no ha visto a Betty en estos días?
-No, ¿Por qué? ¿Pasó algo?
-No, no, para nada, pero estamos preocupadas por ella, queríamos verla pero no contesta por ningún lado.
-No se estresen, Beatriz las atenderá cuando pueda, sé que está bien.
-Si la ve, ¿Puede decirle que la extrañamos?
-Cuenta con eso, aunque probablemente ustedes la vean antes que yo.

Me dejó unos papeles que debía revisar y en eso me ocupé unas horas hasta que llegó Roberto, no me lo esperaba.

-Hija, ¿Estás ocupada?
-No, adelante, para ti nunca estoy ocupada.
Me abrazó y tomo asiento.
-¿Como te encuentras?
-Ahí voy, sobrellevando la vida.
-Me alegra que te reincorpores, nos viene bien que haya algún ejecutivo por acá.
-¿Y Armando? ¿Y Ricardo?
-Se fue a Europa, dijo que quería despejarse para volver con todo. Ricardo se fue a Los Angeles con Hugo a ver unas telas.
-Ah...
-¿No te avisó Armando de su viaje?
-Creo que él ya no me debe explicaciones.
-No estoy entendiendo...
-Roberto, el matrimonio no va. Hace semanas terminamos con el compromiso.
-No sabía, hija. ¡Qué lástima!
-No digas eso, era prevenir una tragedia, salvarnos de ser miserables. Yo a ustedes los quiero mucho y son mi familia, los veo como tal. En Margarita y en ti, he reencontrado a los padres que me faltaban, y desgraciadamente en Armando ya veo más un hermano que un esposo. Las cosas no iban bien encaminadas, comprendo que quiera poner kilometros de por medio.
-Como dices, yo te veo como una hija y siempre me voy a preocupar por ti y tus hermanos. Te quiero y quiero que estés bien.
-Gracias, yo también te quiero y sobre todo, aprecio tu comprensión.
-¿Te sientes preparada para que re-agendemos la junta que tenemos pendiente?
-¡Claro que si! Por mi, que sea mañana.
-Muy bien, así me gusta. Cita a Beatriz para mañana.
-¿¡QUÉ?!
-Si, llámala, dile que debe estar aquí mañana a las 10:00 AM.
-Veré qué hago...

Solo negocios: B.E.N.Y. [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora