Definitivamente no escogí buen destino para despejar el corazón, donde toqué el cielo una vez, con quien me bajó al mismo infierno... Pero, bueno... Ya estaba ahí.
Ya tengo unos días aquí, Dante se ha portado espléndido, a ratos se me olvida lo miserable que soy, Nicolás entiende que si no hay noticias, no me debe llamar, y si lo necesito, lo llamaré yo, mis padres igual, eso si, con ellos me reporto diario. Me he propuesto hacer una cosa diaria de mi lista de cosas que me dan miedo, ya he conducido un auto de carreras, ya he surfeado, también me he lanzado en paracaídas, me gustó la sensación de adrenalina que me inundaba unos momentos, me sacaba de órbita y me hacía olvidar mis penas.
La extraño, la extraño con cada fibra de mi ser, pero no puedo verla, por más que me carcoma la necesidad de hablarle, siento que me necesita pero no puedo, no me hace bien verla, no ahora.
Dante veía en mi a una mujer que yo no reconocía, me hablaba maravillas mías y ni sé de donde ve eso, la bruma en mi cabeza no me permite creer sus palabras.
A ver qué aventura tendremos hoy...
-Betty, hoy te quiero presentar a alguien. Una amiga mía.
-¿Y eso? ¿Por qué?
-Creo que te hará bien conocerla.Llegamos a un restaurante ambientado en una cabaña y nos sentamos en una de las mesas a la entrada. Nos pusimos a ver el menú y unos minutos después, una señorita le tapó los ojos a mi acompañante.
—¡Marmota! — Sonaba emocionado.
—¡Topo! — Se rió y lo permitió verla.Se levantó de su silla y se abrazaron, era una mujer alta, de buen vestir, cabello negro azabache y rizado, tez clara y complexión media.
—Betty, ella es mi amiga Cecilia. — Me contaba mientras sacaba una silla para que se sentara.
—Mucho gusto, Betty, este hombre me ha hablado mucho de ti. — Me dio la mano y me sonrió.
—Igualmente, Cecilia, cuéntame, ¿Desde cuando conoces a Dante? — Quería desviar de mí la atención.
—Prácticamente desde niños, Dante me vio pasar de ser una mujer insegura y con poca fé en sí misma, a ser esta persona que hoy ves. A lo largo de mi vida he pasado por tantas cosas que tal vez no debía, y he madurado a cuestión de golpes del destino, actualmente soy terapeuta enfocada en la salud de la mujer, y no estoy aquí para lavarte el cerebro ni nada, solo quiero conocer a la amiga de mi amigo. — Sonaba muy sincera, no me pude molestar con él, a lo mejor si necesito ayuda.Pasamos un día tranquilo, Dante tuvo que atender una llamada de su hermana y nos dejó solas unas horas, Cecilia es muy linda compañía, me cayó bien, tiene un buen sentido del humor, una charla encantadora, es una gran mujer. Me contó de su travesía para encontrar su mejor versión, me sentía en una conferencia motivacional, no me disgustaba, honestamente.
La verdad no tengo tanto para contarles como me gustaría, cuando no estoy con ellos, estoy en mi habitación sumida en mis penas, no se imaginan cuantos días no me vi en la encrucijada de buscar a Marcela.
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Solo negocios: B.E.N.Y. [Parte 1]
FanfictionMarcela contrata una nueva asistente en busca de una mano derecha sin pensar que se convertiría en parte de algo más grande. [T E R M I N A D A] [Disclaimer: se hace uso de nombres de la novela, sin embargo, ciertas características han sido cambiada...