El día al fin había llegado.
Ambas estaban sumamente nerviosas y emocionadas por unir sus vidas de una vez por todas, Ric había llegado la noche anterior de sorpresa para asisitir con puntualidad a la ceremonia, pues no quería llegar atrasado por equis cosa que pudiera manifestarse, mientras que Richard había llegado de inesperado a la casa de Becky poniéndose al día y ayudándola con todo lo que necesitase.
...
-Aún hay tiempo, deja de moverte así-. Pidió Richard soltando un suspiro al ver a su hermana caminar de un lado a otro.
-Lo sé, sólo estoy un poco ansiosa-. Respondió la pelirroja mientras sacaba una botella de cerveza del refrigerador.
Quedaban exactamente tres horas para que ambas se vieran frente al altar.
-Lo estás demasiado, relájate, los nervios te harán perder los estribos-. Suplicó extendiendo su mano para que Becky la tomase.
Una vez que lo hizo su hermano la arrastró para que tomase asiento junto a él en el sofá.
-Mira hagamos algo, pláticame cómo fue todo-. Propuso para que evitase pensar en lo absoluto.
-Bien. Nunca pensé que aceptaría ¿Sabes? Hice todo eso con el temor a que me dijera que no frente a todos-. Dijo de manera sincera para después beber.
-Bueno, déjame decirte que fuiste valiente al declararte de esa forma, y además una parte de mí estaba seguro de que Ashley no hubiese sido capaz de negarse. Ambas aunque no lo admitan, son como los polos opuestos-. Becky lo miró con rápidez por el uso del término.
Y ahora que lo pensaba era cierto.
-Pues, no lo había pensado así. Solíamos ser la una para la otra, después vinieron los problemas, comenzamos a odiarnos...-.
-Eh, para para, ustedes nunca llegaron a odiarse en verdad sólo estaban rabiando como dos niñas pequeñas-. Acusó él riéndose de la expresión de la pelirroja.
-Cállate. Odio confesar que tienes razón pero la tienes. Nunca nos odiamos en verdad, porque detrás de todo ello se escondía el inmenso amor que nos tenemos-. Mencionó perdida en sus pensamientos.
-Y así fue. Yo nunca perdí la fé en ambas. Siempre estuve esperando a que se reconciliaran pero al parecer estaban en negación por dar ese paso-. Se encogió de hombros quitándole la botella a Becky para beber.
-Todos confiaban en nosotras, pero nosotras no confiabamos en sí mismas, ¿Qué ironía, no?-. Sonrió de lado mientras Richard le devolvía la botella.
-Gran ironía, ahora ya hasta van a planear darme sobrinos-. Dijo provocando que la pelirroja se ahogase ante la mención.
-Tranquila mujer, no dije nada fuera de éste mundo-. Respondió riéndose mientras golpeaba a Becky en la espalda.
Sin que Richard lo previera ella tomo un cojín y se lo lanzó en la cara mientras que el mayor intentaba controlar su risa.
Media hora antes...
Era la cuarta vez que me miraba al espejo, observé mi maquillaje, sencillo y reluciente, en mi cuello tenía un collar de perlas que era perteneciente a mi madre, me lo había dado antes de morir, así que hoy como es un día importante para mí lo llevaría conmigo como símbolo de representación.
En mis muñecas prevalecían distintas pulseras que Natalia me había comprado la noche anterior, pues según ella las había visto en una tienda y le fascinó porque supuso que combinaría con el atuendo, cosa que al final fue totalmente cierta.
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Polos Opuestos.
Science FictionBien dicen que los polos opuestos siempre se atraen, pero ¿qué pensará Becky Lynch sobre eso, al tener frente a ella a Charlotte Flair su rivalidad más grande en la historia? Sin más que decir, demos inicio a esta historia.