Después de ese pequeño momento incómodo la clase siguió de manera natural, varios no dejaban de murmurar, otros de mirar lascivamente a Elizabeth, chicas criticando la manera en como se vestía, y Sara pues, ella se miraba ansiosa por mis respuestas, cosa que tenía que hablar con ella a la hora del almuerzo.
Instante que surgió bastante rápido a decir verdad, al final el profesor dijo que haría los equipos mañana así que no teníamos porque preocuparnos, hasta el momento. Sara no esperó más y nos guío hasta el campo deportivo que se encontraba deshabitado, espacio algo raramente tranquilo para poder hablar.
Nos sentamos en una de las bancas y ella esperaba atenta a mi historia.
-¿Y bien? Se nota a leguas que hubo algo ahí entre ustedes, y eso no me lo puedes negar Becky-. Inquirió acusatoriamente cosa que no negué en lo más mínimo.
-Ya, está bien. Hablaré pero por favor deja que termine toda la historia y luego dices lo que quieras ¿de acuerdo?-. Asintió llevándose una botella de agua a la boca.
-Ella y yo, fuimos pareja cuando curzabamos el último año de preparatoria, cosa que fue muy increíble era lindo en su momento compartimos muchas cosas, demasiadas si soy sincera, todo estaba bien, nuestras salidas, peleas superadas, regalos, etc una relación buena.
Hasta que un día la vi besándose con quién una vez consideró mejor amigo, casi hermano-. La expresión de Sara cambió radicalmente de ser tierna a algo poco amigable. -Ella me dejó en claro que no serían más nada, a él lo consideraba de su propia familia desde la muerte de su hermano Rick, en fin.
Yo sospechaba de ambos, pero creía en ella y pensé que no haría algo como mentirme y esas cosas.
Pero aquella vez, todo en lo que creí de ella, de los dos, se fue al carajo, sentí impotencia al pensar que eso jamás pasaría entre ellos al ser casi hermanos, algo que se miraba a la distancia-. El nudo en mi garganta cada vez era más notable. Tragué saliva y sentí la mano de Sara en mi hombro dándome apoyo.-Mira si quieres podemos dejarlo, esto... -.
-No, déjame decirte todo. Creo que necesito que alguien más lo sepa, además eres mi mejor amiga-. Sara me sonrió un poco, mantenía aún su mano en mi hombro. A lo que decidí continuar.
-Entonces ese día los vi a ambos en el parque muy juntos besándose, no quería creerlo pero mis ojos me hacían ver que eso estaba pasando. Realmente pasaba.
Me contuve en ir a la dirección en que estaban y enfrentarlos en ese justo emomento. Una parte de mí quería hacerlo, pero otra no quería hablar con ella en ese instante, decidí irme a casa y procesar todo, era tanto, que comprendí que de un día para otro las cosas cambiaron drásticamente, lo comprendí todo y de la peor manera. Pero de algo me tenía que enterar ¿no?-. En mi cara se manifestó una sonrisa triste, aún dolía, y eso que habían pasado dos años, sentía que Sara apretaba su mano alrededor de mi hombro y con ello continúe.-Entonces ese mismo día en la noche fui a su casa sin avisar. Por suerte él no estaba, ni su familia, se encontraba sola, agradecí que fuera así ya que logramos hablar con claridad y sin interrupciones, aunque no voy a negar que dolió bastante.
Hablamos, por un momento me alteré, pero sabía que no iba a lograr nada con ello así que me tranquilice, hice mi mayor esfuerzo por hacerlo entonces por fin lo pude solucionar, la enfrenté y por un breve momento a ella parecía lastimarla de la misma forma que a mí nuestra separación, pero uno nunca sabe cuando algo puede ser verdad y que no.
Así que decidí creerle un poco, llegar a pensar que de verdad surgió algo sin mentiras, sin engaños.
Algo en lo que creí semanas y meses. Algo que yo quería.
Al final sin más que decir sólo la despedí con un beso, y días después no supe más de ella, fue como si hubiese desaparecido.
Aunque creo se debe a que me mudé a los dos meses después de separarnos. No supe nada, hasta ahora-. No me dí cuenta en que momento comencé a llorar solo sé que Sara no soportó verme en tal estado y me abrazó, tampoco sabía que necesitaba tanto esto a lo que correspondí de igual manera llorando en su hombro silenciosamente, sentía el frote de sus brazos en mi espalda para darme tranquilidad y segundos después abrí mis ojos encontrándome con Ashley percatando tal escena.Eso hizo aumentar más mi llanto haciéndome cerrar los ojos fuertemente, llegando a ignorar de nuevo a mi subconsciente.
Cuando volví a abrirlos, ella ya no estaba.
El abrazo que manteníamos Sara y yo tuvo éxito haciéndome mantener la calma logrando recuperar la compostura.
Nos separamos, seguía sintiendo como Sara tenía la mano en mi hombro bajando con tacto suave y sutil en busca de mis manos que las tomaba entre las suyas, masajeando con cariño en la zona de la muñeca, llegando a ser por segunda vez un alivio de nuevo por haber liberado esa presión.
-Déjame decirte que eres muy fuerte para haber hecho algo así, porque sé que la querías mucho y eso se sigue notando. Pero no puedo halagar a esa rubia por hacer las cosas de una manera poco confiable, además sabes que siempre me tendrás a mí y que a pesar de no ser correspondida sentimentalmente estaré ahí para ti como tu mejor amiga apoyándote-. Sonrió retirando su mano derecha de la mía formando un puño, una señal para reaccionar al saludo antiguo que solíamos hacer.
Después de esa pequeña platica decidimos ir a la cafetería a desayunar algo, Sara se miraba con hambre y no la culpo, yo también.
Estábamos sentadas en una mesa al fondo de los demás comiendo entre risas, teorías, trabajos sin hacer y demás cuando alguien tomó asiento en nuestra misma mesa justo al lado mío.
No era necesario voltear ya que se trataba de Ashley, mantenía una gran cínica sonrisa en su cara retando con su mirada a Sara que de hecho ella centraba su mirada fija en el plato sin mirar a cierta compañía a mi lado.
Sí justo un momento bastante incómodo.-¿Se te ofrece algo?-. Habló Sara en mi lugar, ella seguía mirando el plato vacío frente a ella queriendo retener una sonrisa poco amigable.
-Contigo no, con Rebecca sí-. Con un silencioso gesto le hice saber a mi mejor amiga que no le tomara importancia, al momento podía manejarlo.
-Elizabeth interrumpiste algo importante que tratábamos Sara y yo-. Contesté, en ese momento Sara me miró sin entender.
-Sí, además, que tus padres ¿no te enseñaron modales?-. Sentía la mirada fija de Ashley en mi rostro, yo de verdad me sentía incómoda debido al tema y todo en general, después vi a Sara que me dirigió un guiño.
Yo solo podía decir, al carajo.
Ignorando por completo a Sara, Ashley habló de nuevo.
-Rebecca por favor tenemos que hablar, hay cosas que quiero decirte-. No, no de nueva cuenta. Además todo terminó y no le importó una mierda.
-Cariño podemos irnos ahora, es que no me estoy sintiendo muy bien-. Hablé ignorando su pedido, Sara en silencio y sin más me tomó de la mano saliendo juntas de la cafetería en dirección al salón del cual sería nuestra siguiente clase.
Resistí las ganas de querer voltear hacía ella y darle la oportunidad una vez más, pero era algo que ya no provenía de mí, si no de ella.
...
Pasaron los días, semanas, meses, lamentándome el año entero por su aparición, mintiendo cada vez que decía que ya no importaba, cuando en realidad era lo contrario, diciendo que era mejor cuando todo era caótico, haciendo e hiriendo, ignorando, callando, evitando peleas entre ella y Sara, y al final de nuevo, desapareció.
Fue lo mejor. Aún no era capaz de volver a escucharla, de volver a dejarla acercarse.
Si estaba destinado a ser adelante, estaba harta de oponerme.
Bieeeen, here we go again. Sigan leyendo, estaré al pendiente 👀
Nos leemos luego. :3
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Polos Opuestos.
Science FictionBien dicen que los polos opuestos siempre se atraen, pero ¿qué pensará Becky Lynch sobre eso, al tener frente a ella a Charlotte Flair su rivalidad más grande en la historia? Sin más que decir, demos inicio a esta historia.