-Oye Becks ¿Piensas regresar al combate pendiente?-. Preguntó Ashley sacando un jugo de lata del refrigerador.
Quedaban tres días para el evento estelar de Survivor Series y dos de mis chicas favoritas se negaban a dejarme asistir. Algo de lo que ambas sabían era de que no me dejaba rendir fácil pues aún así se interpusieran en mi camino yo estaré ese día de pie frente a mi oponente para defender mi título.
Fue por ello que el fin de semana pasado lo desgaste en el gimnasio, claro acompañada por Ashley, pues según ella no permitiría que cargara mucho peso. Entre las dos me ayudaron con el entrenamiento, Natalia me ayudaba arriba del ring del gimnasio y Ashy mantenerme en forma, pues debía mantener los músculos en preparación para los golpes, ya que mi sistema se había empezado a desacostumbrar un poco.
No me permití descuidarme en el estado saludable, una ensalada, cítricos en las mañanas, el correr junto a mi mejor compañera, entre otras. Con la ayuda de ambas y sin sobre pasarme logré acoplar la resistencia de mi cuerpo de nuevo después de haber tenido una semana repleta de cuidados sobre el golpe que hasta hace algunos días, había mejorado del todo.
Además nunca estuve sola, ambas mujeres tercas y sobreprotectoras estaban al pendiente de mí.
A pesar de que el doctor me había dado el alta absolutamente, ellas se negaban a dejarme asistir de todas maneras, pues era más que evidente que Ronda Rousey se vengaría del acto anterior con toda fuerza, y yo estaba consciente de ello.
-¿Estás completamente segura, cariño?-. Dijo tocando la parte baja de mi espalda con la palma completa de su mano.
-Lo estoy Ashy, lo haré. Tengo que hacerlo-. Tomé sus manos entre las mías mirándonos en silencio. Hasta que ella volvió a hablar.
-Confío en ti Becks-. Dijo para después besarnos.
Durante el tiempo en el que se acercaba el evento tanto Ashy y Natalia me querían convencer de dejar dicha idea pero yo me encontraba más que decidida, no fue hasta que logré recuperar la confianza entre mi ahora novia y yo. Después a ambas les dejé en claro que mi decisión ya estaba elegida, tomándome por sorpresa el apoyo repentino de mi novia y luego el de mi mejor amiga.
...
En ese lapso de semana tomé valor desde mi interior, pues planeaba decirle de muchas maneras a Ashley si quería ser mi novia.
Lo más romántico y seguro que me llegó a la mente fue llevarla al cine y en la salida de la función declarar el amor que nunca dejé de sentir por ella en público.
Me llenó de alegría el que me haya aceptado ambas nos encontrábamos muy emocionadas, mientras ella lloraba de la emoción abrazándome yo reía felizmente devolviendo fuerte el abrazo, mientras escuchábamos a la gente aplaudir alrededor nuestro.
Algunos eran fans por lo que las fotos, y los regalos no se hicieron esperar.
Una de ellas nos había confesado que nos emparejaba en secreto y el saber que lo habíamos hecho realidad le dió tanta alegría que nos contagió a ambas.
Ese día pasamos lo restante de la tarde/noche fuera de casa compartiendo nuevos y viejos gustos, momentos, risas y besos llenos de afecto.
Al día siguiente le conté todo a mi mejor amiga y se emocionó tanto que la muy estúpida nos tumbó al ring por la fuerza del abrazo reímos sin parar por su ocurrencia, después me ayudó a levantarme y me felicitó con una emoción evidente no sin antes decir, que sólo era cuestión de tiempo para darnos cuenta de que nuestro amor nunca terminó ni aunque nos alejaran la una de la otra.
...
Habíamos organizado algo sencillo en mi casa por lo que el día se vió algo ajetreado yendo las tres de allá para acá reorganizando las cosas para el pequeño convivio entre amigos.
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Polos Opuestos.
Fiksi IlmiahBien dicen que los polos opuestos siempre se atraen, pero ¿qué pensará Becky Lynch sobre eso, al tener frente a ella a Charlotte Flair su rivalidad más grande en la historia? Sin más que decir, demos inicio a esta historia.