Capítulo 10

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POV CHARLOTTE

-Que aburrido es esto-. Me dije a mi misma. Hoy no iría a la compañía ya que Step se encargaría de todo, entonces no quedaba nada por hacer, me fije en la hora y eran las 2:30 de la tarde. Decidí leer un libro, no soy amante de los libros pero me había enganchado con uno que me dió Quin cuándo eramos amigas, recuerdo que me lo regaló, el último cumpleaños que pasamos juntas.

Me senté al borde de la cama. Comencé a leer la mitad del libro y una frase en especial atrajo mi atención.

A veces nuestros temores más profundos son los que llevamos en el corazón. Nunca dejaste de creer, solo dejaste de admitir que creías.

Lo releí varias veces, y decidí dejarlo, fue más que suficiente para darme cuenta de que siempre sentí esto y me daba miedo admitirlo, fue por eso que la alejé de mí.

Me es imposible sacarla de mis pensamientos, por más intentos y distracciones, mi mente siempre termina vagando en ella y en su hermosa persona, sea como sea su comportamiento cada cosa que provenga de ella me encanta, esa persona que me provoca tantas emociones con una sola mirada o palabra. El saber que siempre será ella.

Me puse a reorganizar papeles para que el trabajo no sea tan agotador allá en la compañía y menos por la presencia de ella y su engreída manera de ser, al terminar de hacer algunas cosas, le hablé a mi padre para saber cómo estaba, últimamente no lo he visto sólo cuando me ocupa o sí es algo urgente.

-Hola, papá ¿Cómo estás?-. Hubo un pequeño silencio del otro lado de la línea. Uno que me inquieto, así que volví a hablar.

-¿Papá?... ¿Hola?-. Comencé a preocuparme. Iba a insistir de nuevo, pero una voz femenina me hizo guardar silencio.

-Hey, ¿Qué pasa?... -.Pero... ¿Qué carajos? Era... Era.. ¿Ella? No, no puede ser.

-¿Sí? Oh, no espera, en la línea telefónica tenemos a nada más y nada menos que a la querida hija de papi; Ashley Elizabeth Fliehr. ¿Sabes? Es una lástima que no estés disfrutando estos momentos con nosotros, claro, hablo de tu querido padre Ric Flair y yo... -. Maldita sea Rebecca.

-¿Quin? ¿Qué mierda pasa contigo? No te atrevas a meterte con mi padre, ¿me oíste? Pediste que te dejará y eso haré, pero no te atrevas a meterte con mi familia, soy capaz de todo, sabes que no estoy bromeando-. Era tanta la desesperación y las ganas de saber que mi padre se encontrará en buen estado que dejé mi casa para salir directo al aeropuerto. Estoy segura que en estos momentos ella no estaría aquí en NY.

-Oye tranquila... Me crees de lo peor sabiendo bien ¿quién soy?-. Comenzó a reír. Joder, no de nuevo.

-Ese es el problema, que ya no sé quién eres en realidad-. Tanto tiempo ha pasado como para saber a quién me enfrento. Su risa desapareció.

-Bueno, parece que ya vienes para acá ¿verdad? Se escucha demasiado ruido cómo para decir que estás en algún super mercado o algo por el estilo-.

-Sí, sé muy bien que no estás aquí en Nueva York. Parece que tu famoso plan no saldrá de maravilla-. Sonreí.

-Sí tu lo dices, pero eso lo veremos, te recuerdo que todavía no termina el día-. Mi sonrisa se desvaneció, era cierto, apenas y terminaba.

-Sólo una cosa Elizabeth, tranquila, que mi objetivo no es llevarme de lo peor contigo, no, porque eso ya está hecho-. Colgó.








Sí demoré algo en actualizar, pero aquí hay otro nuevo capítulo. Sigan leyendo, ya estoy a punto de subir uno importante y para eso es tanto drama. Los quiero :3

Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora