Han sentido que de repente cuando algo termina, ¿esa persona desaparece de sus vidas completamente, y sienten que a pesar de todo sigue presente en cada parte de tu existencia?
Pues así lo sentía yo a cada momento, cada decisión de mi vida lo sentía, cada vez que me preguntaba ¿por qué suele ser de esa manera? ¿Por qué duele tanto? Simplemente ¿por qué?
Después de meses sin saber de ella tomando en consideración de qué tal vez este mejor y rehaciendo una vida nueva en su antigua ciudad junto a los sueños que muchas veces me contó, esos de los que yo era parte y ahora simplemente se marchó.
Ahora sólo era yo contra el mundo, era yo contra todo y todos, llegué a la etapa de mi vida en dónde el alcohol era mi único aliado, era el compañero perfecto para mis problemas caóticos, sin embargo creí estar sola pero me olvidaba de alguien, mi hermano.Él me ayudó muchísimo, y sí, mamá fue quién lo envió a mí, a cuidar de mí como en aquellos años.
Me negaba a abrirme de tal manera con él, me negaba a que él formase parte importante de mí siendo él mismo el que nunca me dejó a pesar de mis recaídas y llantos amargos en plena madrugada, a pesar de querer alejarlo de mí para salvarlo de un problema al que no le pertenecía.Pero él nunca se dejó vencer, nunca cedió a dejarme sola.
Se mantuvo firme logrando así entrar, ayudándome lo suficiente sin dejarme sola tan siquiera un momento, apoyándome cómo si fuese mi padre y juro estar siempre agradecida con él. Juntos fuimos superando miedos y metas, juntos fuimos creciendo, manteniendo así, un lazo fuerte, estando el uno para el otro en momentos complicados saliendo con obstáculos algo difíciles.
...
Recuerdo cada detalle de lo que fue nuestra relación, conversaciones fuera de sí en los que el tiempo pasaba volando cuando se trataba de ti, de nosotras. De vez en cuando quería dejar de pensar en ello y hacer algo distinto, pero las cosas más bonitas por muy fuerte que haya dolido no se van, permanecen ahí por más que tratas dejar de lado todo, incluso lo que conocimos, todo lo que una vez dijimos íbamos a lograr juntas, y sí, tal vez lo logremos aunque sea por separado.
Todo iba bien, en tranquilidad, pero el tiempo ponía en juego el volvernos a encontrar haciendo que mis barreras se movieran de tal forma que no las permití caer al verte a tan solo metros de mí.
DOS AÑOS DESPUÉS.
Ese día en definitiva no supe qué hacer, a lo que opté por algo mucho más tonto, la frialdad de mis sentimientos a tu persona, queriendo ignorar tu presencia, el motivo del por que apareces justo ahora cuando yo estoy bien o eso quería suponer.
-Rebecca-. Escuché mi nombre por un momento y me quedé estática en mi lugar, sentí en mi hombro una mano, yo mantenía mis ojos cerrados tomando una respiración profunda, al abrirlos vi por el rabillo del ojo que no se trataba de ella, ya que por los anillos que portaba en sus dedos medio, anular y meñique supe que no era la persona que había ansiado ignorar.
Giré en su dirección tratando de taparme algo el rostro con los libros que tenía en mano.
-Sara, hola-. Sonreí, algo que la rubia notó muy poco debido a mi patética forma de esconderme. Ella devolvío la sonrisa y en su momento me miró algo confundida por mi parte rara de actuar.
-Oye, ¿está todo bien? Parece que viste a un fantasma-. Río un poco pero su expresión parecía decirlo en serio, no le prestaba atención ya que mi mirada viajó por un momento a Ashley que seguía metida en su celular sin ver a nadie en particular.
Algo lamentable porque cierta persona rubia a la que se me olvidó responder y que tenía frente a mis narices volteó en dirección a dónde observaba a otra chica rubia de ojos azules, que por obra del milagro seguía sin voltear a su alrededor cosa que agradecía muy eternamente.Sara atrajo de nuevo su mirada inquisitiva a mí y me sonrió de manera pícara. Oh no, no pienses decirlo.
-Espera, ¿acaso te andas queriendo ligar a la nueva?-. Movió ambas cejas de forma sugerente.
Y sí, tenias que arruinar mi día con cosas que ni al caso.
Espera ¿qué?-¿Cómo que nueva?-. Mi cara era de estúpida total.
-¿No sabías? Pues te explico, sí es nueva, viene de... -.
-Sé perfectamente quién es, así que ahorrate saliva no gastes de más-. Ella me miraba perpleja e indignada por haberla interrumpido algo que no hacía a menudo por muy tonto que fuese el tema, sólo que ésto era otra cosa.
Cambio su semblante a uno más interesado al saber que yo sabía mucho sobre ella.Dios, ¿Cuándo aprenderé a quedarme callada?
-Woah, no sabía de ello eh, ¿la conoces entonces?-. Exhalé exageradamente dando a entender que me comenzaba a hartar el tema, sin embargo ignoré por un momento su mirada abriendo mi casillero para sacar algunos libros ya que las clases no tardaban en comenzar.
-Larga historia Sara, tal vez te la diga o tal vez no-. Dije sin mayor expresión guardando los libros en mi mochila.
-No, Rebecca Quin tienes que decirme, bueno no importa tarde o temprano lo harás-. Dijo muy confiada.
Iba a responder devuelta pero el timbre logró salvarme de Sara y sus preguntas. Cerré mi casillero y ambas caminamos a nuestra clase que nos tocaría juntas.Entramos y tomamos asiento, por lo regular Sara y yo intentabamos sentarnos regularmente juntas en cada clase que nos tocaba vernos, pero las cosas cambiaron bastante ese día.
El profesor aún no llegaba así que ambas optamos por contar con quién haríamos el proyecto de química, a lo que nosotras concordamos en hacer equipo aún sabiendo que el profesor aceptará de paso.-Bien, sólo falta que el profe nos apruebe para poder organizarnos como se debe-. Sara asintió y justo en ese momento el profesor entró dando por iniciada la clase.
Estábamos concentrados en unos apuntes que necesitaríamos para la elaboración de cierto trabajo, cuando algo en la puerta captó mi atención o más bien dicho, la atención de todos.
Sara inmediatamente volteó a verme y yo solo podía pensar en todo rápidamente sin saber cómo sentirme, estaba perdida en mis pensamientos que no noté cuando ella miró fijamente a mi lugar captando de nuevo mi atención haciendo contacto con su mirada al instante.
Al parecer no todo podía ir bien, el profesor la hizo tomar asiento justo delante de nosotras, eso aumentando que ella no despegaba la vista de Sara mi mejor amiga y pretendiente, cosa que ella no dejó pasar por desapercibido ante tal gesto de Elizabeth Fliehr.
Joder, las cosas a veces son muy complicadas y el mundo muy pequeño.
Come back again people, bien bueno todo a su tiempo qué no? Aquí nuevo cap espero y les esté gustando la historia, voten comenten y sigan leyendo. Nos leeremos luego :3
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Polos Opuestos.
Science FictionBien dicen que los polos opuestos siempre se atraen, pero ¿qué pensará Becky Lynch sobre eso, al tener frente a ella a Charlotte Flair su rivalidad más grande en la historia? Sin más que decir, demos inicio a esta historia.