7 años atrás.
-¡Entiende no puedo decírtelo!-.
-¡¿Porque hacerlo así?! ¿No te bastó con el simple hecho de romper algo bueno que manteníamos?-. Lloraba cómo nunca antes pensé hacerlo, el simple acto de Ashley me pareció algo ficticio, como si ésto no hubiera significado nada para ella.
Simplemente nada.-Becks por favor no lo hagas más difícil. Sólo debes tener en claro que lo que hubo fue real, siempre será real-. Las cosas que tiene la vida, ¿real? ¿En verdad lo era?.
-Es fácil para ti decirlo porque no lo sientes. En cambio yo lo siento demasiado porque en realidad buscaba algo contigo, algo bien. Pero veo que a ti nunca te importó-. Mostré una sonrisa triste, mis lágrimas no paraban de salir quería ahorrarme la absurda idea de que con eso ella regresaría, cosa que no fue suficiente.
No fui suficiente.Se extendió un tenso silencio agotador, uno del cual quería huir para siempre a pesar de llevar conmigo dolor.
Intentó acercarse pero con una simple mirada que le devolví en cuestión, se detuvo quedando en el mismo sitio. Quería creerle a su rostro que se veía igual de apagado que el mío, con algo de angustia y desesperación, sin embargo eso ya era suficiente para saber que seguía mintiendo.
Limpié el rastro de lágrimas y la encaré.-Ahora entiendo todo, en realidad nunca te importé, las cosas que me decías eran solo mentiras y los supuestos motivos eran para verte con ese tipo-. Tarde comprendí que las cosas entre nosotras habían cambiado y yo de tonta le creí cada palabra, cada acción, cada reacción. Se lo creí de verdad todo, llegando al grado de herirme a su antojo.
-No, eso no es verdad yo... -.
-¡Tú! Tú ¿qué? ¿Me dirás que no fue así? ¿Me dirás a la cara más mentiras? Ashley me duele creerte, quiero creerte. Pero... Las cosas ya no son ni serán como antes. No quiero saber más nada, lo hecho, hecho está-. Veía como lágrimas caían de sus mejillas, esas mejillas que tanto toqué.
Me dolía verla de esa forma, pero me dolía más el hecho de que me mintiera con algo que no sentía.-Me duele en verdad lo mucho que te herí, las mentiras que te eché cada vez que decía que no podíamos vernos, las veces que sospechabas y te hacía ver que estabas mal. Pero en verdad, en verdad Rebecca, no mentí cuando te dije que te amo... Cuando te dije todas esas cosas que planeé contigo, porque sí que no mentí. Eres todo lo que yo quiero pero no puedo tener.
No en estos momentos-. Sus ojos se encontraban rojos por el llanto que comenzaba a aumentar conforme hablaba.En verdad quería que esto fuese un sueño, pero era la realidad. Tenía que dejarme de mentir a mí misma, habían cosas que solo no podían ser y ésta era una de ellas.
Por mucho que doliera.
-Sólo, sólo...-. Me acerqué a ella lo suficiente hasta quedar frente a frente.
-Mírame y dime que me amas, dímelo mirándome a los ojos. Y así sabré por última vez que lo que ambas tuvimos fue de verdad y no una maldita mentira. Dímelo Ashley-. Levantó lentamente el rostro e hizo contacto con el mío mirándome de manera muy especial, como si yo fuese inalcanzable.-Te amo, te amo tanto Rebecca perdón por todo, en verdad perdón por todo-. Asentí con una terrible tristeza en el pecho, me acerque a ella uniendo nuestros labios en un beso desesperado y lleno de mucho cariño, al menos fue así como yo lo sentía.
Al compás las lágrimas no paraban de cesar uniéndose a nuestro beso convirtiéndolo en un sabor salado, recordando con todo el dolor del mundo que esté sería el último que probaría de su boca.
Siendo la última vez.
Nos separamos por falta de aire uniendo nuestras frentes, me negaba a aceptar que este fuese nuestro término. Pero una vez más, nuestro llanto mostraba que era así de doloroso.
Traté de sonreír y pensar positivo ante tanta negatividad. Acaricié sus mejillas limpiando algunas lágrimas de su rostro, ella sonrió un poco logrando hacerme sonreír de verdad algo que ella siempre lograba en mí a pesar del mal día que haya tenido, y este era uno de esos momentos.
Besé por última vez su frente no queriendo separarme de su cuerpo para después decir adiós, pero era lo mejor para las dos. Nos mantuvimos abrazadas por unos minutos hasta sentir que paraba de llorar un poco, me alejé de ella no sin antes darle un beso en la mejilla.
Acto después giré en dirección a la puerta de su casa manteniendo mi mano en la manija de la puerta no queriendo abrirla sintiendo de nuevo mis lágrimas correr por mi rostro.
Tomé el valor suficiente para salir comenzando a caminar hasta detenerme fuera de la casa teniendo aún la manija de la puerta en mi mano. Aclarando mi garganta y en voz algo audible logré decir "adiós amor" cerrando detrás de mí la puerta con un ánimo desgarrador.
Subí a mi auto con una sensación insoportable, ingresé la llave echando a andar el auto justo un momento después de escuchar como dentro de esa casa Ashley empezaba a tirar cualquier cosa a su paso.
Y yo, yo no me salvaba de ello, comencé a golpear el volante con forme pensaba cada cosa juntas, cada sonrisa, cada caricia, cada momento vivido y tantas cosas que queríamos lograr, cosas que ya no podrán rehacerse.
El clima era frío, las nubes comenzaban a formarse ocasionando así una lluvia calmada en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte.
Manejaba lento no quería llegar a casa y soportar que mi madre me cuestionara respecto a dónde, con quién y qué hacía fuera, preferí detenerme bajando del auto en un barranco, mirando desde esa perspectiva lo calmado que era la ciudad y las luces prendidas haciendo posible ver la lluvia que caía al compás de mis lágrimas, me sentía insuficiente para ella y para el mundo entero.
Lo único bueno que le pasó a mi vida se había marchado, mi padre. Anhelaba tanto que estuviese aquí conmigo, dándome ánimos y diciéndome que todo va a estar bien, pero él no está, al igual que ella.
Fue tanto el coraje, que lancé a lo lejos una piedra dándole a la nada.Me importaba un bledo empaparme, enfermarme incluso, ya no me importaba nada. Ni siquiera buscarle sentido a la vida, luchar por alguien cuando el otro fácil sólo se rinde, sin ni siquiera intentarlo de nuevo.
Después de estar horas comtemplando lo pequeño que suele ser el mundo, decidí levantarme e irme a casa.
Sólo quería salir de aquí, sólo quería ser feliz.
Aún faltan cosas del pasado que explicar. Bien nos estaremos leyendo. Saludos :3
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Polos Opuestos.
Fiksi IlmiahBien dicen que los polos opuestos siempre se atraen, pero ¿qué pensará Becky Lynch sobre eso, al tener frente a ella a Charlotte Flair su rivalidad más grande en la historia? Sin más que decir, demos inicio a esta historia.