Error de principiante (1)[RESUBIENDO]

•CAPITULO 25• "Nuevas opciones"

SONG: LIVE WHILE WE'RE YOUNG - ONE DIRECTION

"Lo era todo para mí, pero al parecer yo no era suficiente para él"

ANNA MILLER

Hay momentos en la vida en que uno debe ponerse en primer lugar y dejar ir a quienes ya nos han soltado, porque cuando solo es uno quien lucha, quien insiste, no se puede sostener ninguna especie de vínculo. Uno supone que tras años de amistad ambas partes se verían interesadas en que la relación prosperara, pero asumir eso era una estupidez.

Tocaron la puerta de casa antes de que saliera, y por un efímero instante creí que podría tratarse de él, pero no.

Al abrir me encontré con un par de ojos marrones acompañados de un cabello del mismo color.

Andy

Esbocé una sonrisa, desde que supo de mis días en el hospital aparecía por casa cada día, a veces con flores, otras con café, hoy con un panecillo.

—¿Estás lista?

—Es sábado And. No necesitas venir.

—Pero tú tienes entrenamiento y yo igual. Así que pensé en pasar algo de tiempo juntos.

Negué con la cabeza y tomé mi bolso antes de salir. Andy rodeó mis hombros con su brazo y caminamos juntos hasta la escuela.

Sentí una punzada en la nuca, el cuerpo se me erizó, era como si alguien me estuviera mirando, esa sensación de familiaridad, pero no pude voltear, no quería hacerlo y llevarme otra decepción, así que continué caminando.

Andy me hablaba de cómo había ido su práctica y yo lo escuchaba. Podría tranquilamente comentarle sobre mis cosas también, pero me limitaba a oírlo, porque por alguna razón hablar de mí no se sentía bien.

—¿Te gustan las fiestas? ¿Salir a bailar?

—No son mi pasatiempo favorito— confesé encogiéndome de hombros —Pero disfruto de una buena fiesta o bebida.

Una cuadra antes del instituto nos detuvimos. Allí debíamos separarnos, él iba a los vestuarios masculinos y yo a los femeninos, cada uno en un extremo distinto.

—Podríamos salir a bailar uno de estos días. Si te apetece— apartó el cabello de mi rostro.

—Me gustaría.

Y era cierto, me vendría bien una distracción. El moreno asintió y acercó su rostro a mí, creí que iba a besarme, pero solo besó mi mejilla. Las cosas entre ambos habían avanzado en las últimas semanas, nos habíamos besado algunas veces y...

Demonios, de repente, tenía bastante calor.

—¿Hoy te parece? — asentí —Entonces te envío un mensaje para coordinar la hora.

Y así solo se fue, dejándome, suspirando como una idiota.

Andy era el hombre perfecto, el novio que cualquier chica de mi edad deseara tener, me escuchaba y era atento a cada cosa que le pedía, pero algo en cuanto a él no acababa de sentirse bien.

Cerré los ojos e intenté dispersarme, pensé en los momentos que llevábamos teniendo con Andy. En la intimidad que poco a poco íbamos construyendo, en cómo respetaba mis límites y permanecía reacio a avanzar, como si temiera que pudiera arrepentirme, era muy paciente y jamás reclamaba si me echaba atrás, era tan diferente a Nathan.