Error de principiante (1)[RESUBIENDO]

•CAPITULO 29• "Lazos inquebrantables"

SONG: ROAR - KATY PERRY

"Ellas tenían un plan en proceso, mientras que a él lo esperaba una historia no contada"

ANNA MILLER

Era jueves por la tarde luego de la escuela y Brooke estaba en la cama recostada junto a mi, con ideas muy poco buenas en mente.

—Es una mala idea. Una pésima idea de hecho.

—¡Vamos Annie! ¡Sabes que ambos se lo merecen! No pueden simplemente cagarla y creer que un puto perdón lo arreglará todo.

—Tú solo quieres vengarte de Mike.

—Claro que sí. Pero también quiero que tú obligues a Alex a respetarte. No puede simplemente ir y venir como se le antoje.

Solté un bufido y asentí. Brooke tenía razón, no quería que Alex pase un mal rato, pero se lo merecía y como ella decía, era necesario que comenzara a hacerme respetar, de cualquier otra forma mi relación con él no llegaría a ninguna parte.

—¿Qué tienes en mente?

Ella esbozó una sonrisa y procedió a contarme el maravilloso plan que pondríamos en práctica mañana por la noche, era una locura, pero los chicos perderían la cabeza, eso seguro.

—Y lo más importante Annie es que no cruces palabra con él

—Pero...

Mi mejor amiga sacudió la cabeza, firme en su argumento.

—Dormiré aquí para evitar a Mike y de paso evitar que hables con el idiota de Alex.

—¿Te estás autoinvitando?

—Por supuesto, ¿no te apetece una noche de helado, películas y charla de chicas?

—Sabes que siempre me apetece Brooke.

—Además, tenemos que arreglarnos ¡Y podríamos ir de compras!

Me tragué el nudo en la garganta que se formó al ver a Brooke tan emocionada. Dios. Llevaba años sin verla tan feliz, y por muy enfadada que estuviera con Mike, ella lo adoraba, y él con cada día que transcurría la volvía más feliz, la llenaba de emociones que por un momento olvidé que tenía.

—¿Annie? ¿Todo en orden?

Envolví los brazos alrededor de su cintura, y aunque Brooke permaneció estática, sin moverse, no me importaba. Sabía que odiaba el contacto, pero necesitaba por un segundo apreciar este momento, a la persona que era mi mejor amiga años atrás. Sentí su mano acariciar mi cabello, y sabía que eso era lo máximo que recibiría de ella, pero no me importaba, para mi era suficiente, ella siempre sería suficiente.

—Estás más sensible de lo normal— se burló —¿Segura que estás bien?

—Tengo que contarte algo— murmuré aún con la cabeza en su abdomen

La rubia giró mi rostro, obligándome a verla.

—Presiento que lo que sea que digas no va a gustarme.— dijo con los ojos entrecerrados.

Me encogí de hombros y suspiré.

—Hace unos días Alex vino a casa.

—E imagino que lo perdonaste sin más— bufó —Annie, entiendo que lo quiere y que...

—No es eso— aparté la vista —Es decir, sí pero...

—Anna.

Me llamó, pero no quería mirarla, no sabía cómo decirle lo que tenía en mente.