•CAPÍTULO 32• Celos y algo más

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SONG
: ANIMALS – MAROON 5

"El deseo puede unir dos cuerpos, pero los celos ponen a prueba lo que hay entre ellos"

ANNA MILLER

Fue como si algo se encendiera en mí, como si un demonio sexual me poseyera, porque no podía pensar en otra cosa que no fuera la polla de Alex. Pero también quería tenerlo a mi merced, quería que se sintiera tal y como yo me sentía cada vez que lo veía cerca de otra mujer.

—No estás en posición de elegir nada

Ladeé la cabeza y le quité el cinturón, tirándolo al suelo.

—¿No? Yo creo que si

Dejé que mis manos temblorosas fueran hasta el botón de su pantalón, mierda deseaba esto, pero estaba temerosa de que no le gustara. Bajé sus jeans junto con su ropa interior, y solté un suspiro tembloroso cuando su erección estuvo justo frente a mi rostro.

Sentí su mano, acariciar mi cabello y posé mis ojos en los suyos.

—Si sabes que no tienes que hacer nada que no quieras, ¿verdad?

—Estoy segura de que no tuviste ningún problema de ver a Sophie arrodillada. — murmuré bajo

Pero no lo suficiente porque él fue capaz de oírlo, y lo noté cuando su cuerpo se tensó.

— ¿Qué dijiste?

No había vuelta atrás, lo había escuchado y yo no me arrepentía de lo que dije, esa mujer parecía ser un fantasma entre nosotros.

—Que estoy segura de que...

Jadeé cuando Alex tomó su polla y acarició mis labios con la punta.

—Si piensas que vas a mencionar a mi exnovia cuando estoy a punto de follarte la boca y no tener consecuencias estás equivocada, Nita.

Intenté inclinarme para probarlo, pero él se apartó chistando.

—Vas a decirme que problema tienes con Sophie, si quieres tener mi polla entre tus bonitos labios

—Yo no...

Gemí al sentir su mano deslizarse por mi cuello y hasta mis pechos desnudos.

—Ahora, Nita.

—Odio que ella te haya tenido, que aún te tenga.

Me permitió probar la punta de su polla entre mis labios. Mierda, era hora de poner en práctica mis conocimientos literarios. Succioné mientras mi lengua recorría la abertura, probando un poco de su líquido alcalino. Gemí ante el sabor salado, no era desagradable, solo extraño. Él gimió conmigo y se adentró unos centímetros más, pero no era suficiente, quería sentirla contra el fondo de mi garganta.

—La única que me tiene eres tú. — dijo en un susurro entrecortado

—No es cierto.

Metí la mitad de su polla en mi boca mientras el resto la abarcaba con mis manos, no dejando ninguna parte sin mi toque, era casi tan codiciosa como él. Quería poseerlo hasta que se olvidara de quienes estuvieron antes que yo, quería ser su maldito comienzo y de ser posible, su final.

Saqué su polla de mi boca y comencé a deslizar mi lengua por toda su longitud, así podía estimularlo mientras hablaba. Llevé mis manos hasta sus bolas, y eso lo sobresaltó, sonreí complacida.

—Quiero que esto me pertenezca, Alex. Quiero ser la única capaz de hacerte venir.

Escupí en él mientras reemplazaba mi boca por mi mano, soplé levemente la puta, y eso lo estremeció, Alex apenas podía hablar, solo podía gemir o balbucear como un niño, y me encantaba, estaba bajo mi control.

Error de principiante (1)[RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora