•CAPITULO 24• Distancias

5.4K 271 51
                                        

SONG: HONEST - SHAWN MENDES

"Hay pocas cosas en la vida que nos llenan, y ella era sin dudas la que más lo hacía, por eso no la arriesgaría, jamás lo haría"



ANNA MILLER

Dos días más tarde estaba siendo dada de alta, los estudios develaron que estaba en condiciones de volver a casa, aunque quizás el que papá fuera médico ayudó, ya que les dejó en claro a todos en el hospital que no se despegaría de mí

—¿Annie tienes todo?

Mis padres entraron abrazados con una sonrisa en el rostro. Papá George besó la cabeza de papá Charlie con amor. Ese amor que ambos sentían por el otro y parecía poder contra todo.

—Eso creo— murmuré revisando a mi alrededor —Alex...

Ambos negaron

—No vino.

Asentí intentando ignorar el ardor en la boca del estómago, y el hecho de que llevaba dos días sin tener noticias de él, desde esa mañana en que dijo que volvería, no regresó, no vino por la tarde, ni a los días siguientes, ni hoy que se suponía me darían de alta.

Miré a mis padres que me esperaban en la puerta y decidí ignorar al idiota que se hacía llamar mi mejor amigo. Porque junto a mis padres lo tenía todo, se habían desvivido para que tuviera lo que quisiera, siempre. Fui malcriada por ser hija única, aunque también me enseñaron que en la vida no se puede ganar siempre, no se puede tenerlo todo.

Muchas personas creerán que la nuestra es una familia disfuncional, por el solo hecho de que fui criada por dos padres, pero yo no me imaginaba en otro sitio que no fuera con ellos, era feliz siendo su pequeña.

Aunque fue complicado crecer sin una figura femenina, con quien hablar de chicos, de los cambios que se producen en el cuerpo de un adolescente, o de la menstruación. Fue raro, sí, pero mis padres biológicos decidieron abandonarme pocas horas después de haber nacido, fue su elección, y yo a cambio tuve la suerte de haber caído en los brazos de Charlie y George, quienes no dudaron en cuidarme, adorarme y volverme su propio mundo.

Ellos siempre buscaban estar en todas partes, hacerme sentir querida y escuchada, por eso sabía que sin importar lo que tuviera que decirles, ellos siempre tendrían un consejo para darme.

—Quiero hablar con ustedes.

—¿Te sientes bien? — preguntó George evaluando mi rostro —¿Necesitas un médico?

—Estoy bien. Solo... Siéntense

Ambos tomaron asiento uno al lado de otro en la camilla. Yo, por mi parte, permanecía de pie jugando con mis manos, estaba nerviosa, no sabía como sacar el tema.

—Yo... Em... Ustedes...

—Cariño, ¿Qué ocurre?

—Sabes que puedes decirnos lo que quieras

—Es que yo... Quería... Ejem... Y ustedes... Saber...— no lograba decir una sola oración coherente

—Annie nos estás asustando, ¿necesitas que llame a un médico?

—Es solo... Quería hacerles una pregunta...

Ambos suspiraron, aliviados

—Pues hazla, sabes que no debes tener miedo de preguntarnos nada, somos tus padres, estamos para responder cada duda que se te presente— me tranquilizó Charlie

Error de principiante (1)[RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora