Error de principiante (1)[RESUBIENDO]

•EXTRA• ELEANOR SMITH - PARTE 3

ADVERTENCIA: Este capítulo es un extra sobre la mamá de Alex, pueden leerlo o no. Si lo leen va a poder entender un poco más acerca de la historia de los padres de Alex y Mía, pero si deciden hacerlo debo advertirles que no es una historia de amor linda. En este extra pueden encontrar abuso de menores, violación, prostitución, maltrato fisico y psicologico, abuso de sustancias.

Si usted es sensible a alguno de estos temas es recomendable no leer este extra. La historia continuara su rumbo en el próximo capítulo, y si deciden no leerlo tampoco pasa nada.

ELEANOR SMITH

Luego de aquella fatídica tarde, los Carter nos llevaron a Titi y a mi a vivir con ellos y dijeron que no pasarían más de dos meses antes de que Taylor y yo nos casáramos, ya que debía ser antes de que mi embarazo se notara. Addie me llevó a mi primera consulta con el obstetra y nos aseguró que todo iba de maravilla. Taylor me evitaba y no me dirigía una palabra o mirada cuando estábamos en la misma habitación.

Esa misma tarde luego de la primera ecografía fui al cuarto de Taylor para mostrarle la foto que me había dado el médico. Abrió la puerta luciendo miserable y con un gran hedor a vodka barato.

—Vaya. Vaya, si es la zorra de mi prometida.

—Tay... Yo fui al médico hoy.

—¿Y por qué supones que me importa?

—Me dieron una foto extra del bebé y quería dártela.

Le extendí el papel para que lo tomara y al principio sus ojos se abrieron con amplitud, pero luego se tornaron fríos, otra vez. Entró a su habitación y regresó con un encendedor blanco. Tomó la foto por el extremo y dejó que la llamarada del fuego la volviera cenizas.

Me mordí el labio para reprimir un sollozo.

—¿Por qué hiciste eso?

—Porque no me interesa lo que ocurra contigo o con esa cosa, Eleanor.

—Vamos a casarnos y a tener un hijo, debemos intentar que funcione.

—No me digas que piensas que esto será un puto cuento de Disney, te odio Eleanor y con cada día que pasa, ese odio por ti crece cada vez más.

—¿Por qué?

—Porque me alejaste de la mujer que amo, y ahora por culpa de tus caprichos tengo asegurada una vida de mierda ¡Una que no pedí!

Estrelló una botella por encima de mi cabeza haciéndome estremecer.

—No me culpes a mí por esto— susurré

—¿Perdón?

—Esto es tu culpa. Tú... Fuiste esa noche a mi habitación y me tomaste a la fuerza sin cuidarte y...

Llevó su mano hasta mi cuello y apretó con tanta fuerza que el suministro de aire comenzó a cortarse.

—Cierra la maldita boca, zorra. No quiero volver a oírte decir esas palabras, a nadie más. Yo jamás te forcé a nada ¿lo entiendes?

Apenas estaba logrando mantenerme despierta, pero hice un leve movimiento de cabeza. Me soltó y caí en el piso. Protegí mi estómago con mis brazos, temiendo que el fuera capaz de atentar contra nuestro hijo.

—No me interesan tus citas médicas, ni nada relacionado con la boda. No me interesa casarme con una zorra de la calle usada. Serás mi esposa para follar cuando a mi me plazca y para cuidar a esa cosa que llevas dentro, pero nada más, no me interesas ni un poco.